Rajoy se ve refrendado tras la clara victoria del PP en votos y esca?os

En la noche electoral del pasado 20-D algunos de los nuevos y j¨®venes vicesecretarios nacionales del PP que hab¨ªan sido nombrados unos meses antes tras el batacazo de las municipales se mostraron por la sede del partido desorientados. No entend¨ªan el sentido de la ca¨ªda de casi 50 diputados con respecto al r¨¦cord alcanzado en 2011. Tardaron en reaccionar. Algunos se cuestionaron incluso el tipo de relaci¨®n que no hab¨ªan conseguido fraguar con Ciudadanos ni el malestar especial con su l¨ªder, Albert Rivera.

En las reuniones internas Rajoy les intent¨® tranquilizar. El presidente del PP, que lleva en pol¨ªtica desde los 22 a?os, es decir, casi cuatro d¨¦cadas, les ofreci¨® como b¨¢lsamo una receta que algunos tardaron en apreciar. Pidi¨® calma y tranquilidad, les avanz¨® la oferta de la gran coalici¨®n que expuso al d¨ªa siguiente al PSOE y les asegur¨® que solo hab¨ªa que sentarse a esperar y ver c¨®mo los otros partidos iban a intentar en los siguientes meses todo tipo de movimientos para no lograr ning¨²n r¨¦dito ni acuerdo. A Rajoy se le ha visto especialmente tranquilo, satisfecho y contento durante esta campa?a del 26-J. Cre¨ªa que ten¨ªa raz¨®n y que las urnas iban a refrendar sus teor¨ªas. Apost¨® todas sus cartas a polarizar su duelo con Podemos y Pablo Iglesias para meter miedo con la radicalidad y el extremismo. El resultado del Brexit en el Reino Unido lleg¨® para poner la guinda a las apelaciones a favor de la moderaci¨®n de un pol¨ªtico experimentado.

Ya nadie duda en el PP de que su visi¨®n fue la acertada porque el 26-J recuper¨® mucho del voto prestado el 20-D a Ciudadanos.

El PP gan¨® este domingo 26 de junio claramente las elecciones. Y lo hizo por encima de sus mejores perspectivas: con 7,8 millones de votos, un 33% y 137 diputados. M¨¢s de 400.000 votos, cuatro puntos y 14 esca?os que hace seis meses. El PSOE qued¨® segundo a 10 puntos, casi dos millones y medio de papeletas y 52 actas de diferencia. Los populares pretend¨ªan quedar primeros, sacar una gran diferencia en votos y esca?os a la segunda formaci¨®n y luego persegu¨ªan que se produjera el sorpasso entre Unidos Podemos y el PSOE para que ese partido, m¨¢s debilitado, permitiese al final la continuidad de Rajoy en La Moncloa. Esa ¨²ltima jugada no sali¨® tan bien.

Rajoy no se amilan¨® por ese contratiempo. Rodeado de su esposa, Viri, y sus hermanos, acudi¨® al PP a seguir la jornada y se mostr¨® exultante a su manera: con prudencia pero emocionado. Su primer plan pasa por lanzar ya la idea de formar un Ejecutivo con el PSOE, aunque esta noche del 26-J no lo hizo expresamente. Este lunes, a las 13.00 horas, est¨¢ convocado su comit¨¦ ejecutivo nacional y ser¨¢ ah¨ª donde lo concrete. Si eso no es posible, buscar¨¢ negociar con los socialistas su abstenci¨®n para un Gobierno en minor¨ªa.

Tras hacerse de rogar, Rajoy apareci¨® por fin a las 00.10 horas de la madrugada de este lunes en el despacho de la primera planta de G¨¦nova 13 que da acceso al balc¨®n montado al efecto para saludar a los simpatizantes concentrados en la calle. La presidenta madrile?a, Cristina Cifuentes, que mejor¨® los resultados del 20-D, le recibi¨® entusiasmada. Rajoy accedi¨® a la plataforma, bot¨® en cuanto se lo pidi¨® la gente e intent¨® estructurar lo que defini¨® como "el discurso m¨¢s dif¨ªcil de mi vida y algunos he echado". As¨ª fue. Nervioso, con el freno sobre sus sentimientos, escuch¨® los v¨ªtores de los militantes en la calle: "?Presidente, presidente, presidente, yo soy espa?ol, espa?ol, espa?ol" o el eslogan madridista "?C¨®mo no te voy a querer?" y tambi¨¦n el reivindicativo: "!S¨ª se puede, s¨ª se puede?".

Las ideas, los recuerdos de los malos momentos vividos en la anterior y complicada legislatura y los sinsabores de estos meses de negociaciones tras el 20-D en los que se ha sentido marginado y apartado de la primera fila, afloraron al mismo tiempo que una cierta sensaci¨®n interna de "yo ten¨ªa raz¨®n". Reparti¨® agradecimientos, mostr¨® su orgullo por el aguante y el coraje del partido y se atrevi¨® incluso a personalizar sus sentimientos con un beso un poco a lo Carbonero a su esposa, Viri, que le volvi¨® a acompa?ar durante una jornada muy especial.

Rajoy consider¨® que no era el momento ni el lugar para formalizar un ofrecimiento serio y de calado a los partidos con los que entablar¨¢ negociaciones de inmediato. Solo anticip¨® que el PP, su partido, "se merece un respeto" y que es y seguir¨¢ siendo "un instrumento muy importante" y "¨²til" para Espa?a y los espa?oles.

Cuando llevaba ya un buen rato hablando, entrecortado, alguien de su equipo le advirti¨® de que todav¨ªa no hab¨ªa ensalzado nada sobre el triunfo del PP. A Rajoy casi le molest¨® ese recordatorio: "Me dicen aqu¨ª que recuerde que hemos ganado las elecciones y es verdad, las hemos ganado y reclamamos el derecho a gobernar y a ser ¨²tiles a los espa?oles". El dirigente del PP apunt¨® ah¨ª que hablar¨¢ "con todo el mundo" y precis¨® que lo har¨¢ con el ¨²nico objetivo de "defender Espa?a y al 100% de los espa?oles".

Rajoy quiso reservarse un espacio tambi¨¦n para un mensaje m¨¢s presidencialista y triunfal. Fue cuando coment¨® que Espa?a, tras vivir unos a?os dif¨ªciles, est¨¢ ahora mejor y ya asoma la cabeza en la buena direcci¨®n como uno de los mejores pa¨ªses de Europa y del mundo. "En Espa?a han ganado los dem¨®cratas y la libertad y los derechos de la gente, eso es lo que ha ganado", concluy¨® el candidato del PP antes de prometer que su equipo, ahora, "va a estar a la altura de las circunstancias para que a Espa?a le vaya mejor".