La Casa Asia de Barcelona, bajo amenaza de desahucio
Los impagos de la Generalitat llevan a un juez a ordenar el desalojo del ¨²nico centro del Ministerio de Exteriores en Catalu?a
La Generalitat catalana planea ampliar a m¨¢s del doble su presencia en el extranjero, pasando de siete a 17 embajadas. Pero la Casa Asia, principal foro de proyecci¨®n hacia la regi¨®n m¨¢s din¨¢mica econ¨®micamente del mundo y ¨²nico centro adscrito al Ministerio de Exteriores en Barcelona, est¨¢ amenazada de cierre. Un juzgado ha ordenado el desahucio de su actual sede, en el Hospital de Sant Pau de Barcelona. El impago de la Generalitat est¨¢ en el origen del inminente desalojo.
La Casa Asia naci¨® en 2001 con el objetivo de impulsar las relaciones institucionales, econ¨®micas, sociales y culturales de Espa?a con la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico. Forma parte de la red de casas del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, integrada tambi¨¦n por Casa Am¨¦rica, Casa ?rabe y Sefarad-Israel, las tres con sede en Madrid; adem¨¢s de Casa Mediterr¨¢neo (Alicante) y Casa ?frica (Las Palmas de Gran Canaria). A diferencia de sus hermanas, Casa Asia se ha volcado en promover las relaciones comerciales con gigantes como China, India o Jap¨®n ¡ªdonde la penetraci¨®n de las firmas espa?olas es muy escasa en comparaci¨®n con otros socios europeos¡ª a trav¨¦s de seminarios, jornadas empresariales y misiones comerciales. La elecci¨®n de Barcelona, capital de una comunidad con fuerte vocaci¨®n exportadora, como emplazamiento de su sede central (tiene otra en Madrid) no fue casual, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.
Esta labor puede quedar br¨²scamente interrumpida por una sentencia del Juzgado de Primera Instancia 56 de Barcelona, que ha ordenado el desahucio de la sede de la Casa Asia, en el Pabell¨®n de San Manuel del Antiguo Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de la capital catalana.
En julio de 2013, la Casa Asia se mud¨® desde su primera sede, un palacete en la avenida Diagonal de Barcelona, hacia su nueva ubicaci¨®n, buscando rebajar el coste del alquiler, que rondaba los 600.000 euros anuales.
El mejor 'think thank' de pol¨ªtica exterior, tambi¨¦n en crisis
La Casa Asia no es la ¨²nica instituci¨®n dedicada a la pol¨ªtica exterior con sede en Barcelona que est¨¢ en crisis. El CIDOB (Centro Internacional de Documentaci¨®n de Barcelona), uno de los think thank (centro de an¨¢lisis o laboratorio de ideas) de mayor prestigio en pol¨ªtica internacional, est¨¢ descabezado desde la dimisi¨®n en abril de su presidente, Carles Gas¨°liba. La dimisi¨®n, atribuida a su negativa a convertir el CIBOB en mascar¨®n de proa del proyecto independentista, pese a que Gas¨°liba es un veterano dirigente convergente, da cuenta de las tensiones provocadas por el proc¨¦s. Exteriores reclama que el nuevo presidente sea elegido por consenso. Su aportaci¨®n al CIDOB es muy reducida (30.000 euros anuales), pero su peso es decisivo para que obtenga casi 950.000 euros anuales en subvenciones de la UE.
Con este objetivo se firm¨® un convenio con la Fundaci¨®n Privada Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, titular del recinto modernista. Pero el convenio acab¨® en marzo de 2015, sin que se haya prorrogado, por lo que la juez ha ordenado a la Casa Asia que desaloje el local, de casi 1.000 metros cuadrados, con la amenaza de proceder a su lanzamiento. Aunque la sentencia es recurrible, su ejecuci¨®n es inmediata, por lo que el desalojo podr¨ªa llevarse a cabo en cualquier momento.
En el trasfondo de las desavenencias entre arrendador e inquilino est¨¢ el impago del alquiler de 124.000 euros anuales por parte de Casa Asia, cuya deuda acumulada supera los 370.000.
La paradoja estriba en que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona forman parte de la fundaci¨®n que gestiona el hospital de Sant Pau (junto con el Arzobispado de Barcelona) y del consorcio de la Casa Asia. Es decir, son a la vez desahuciador y desahuciado.
Los estatutos de la Casa Asia establecen que el Ministerio de Exteriores costear¨¢ el 60% de los gastos ordinarios y de funcionamiento, mientras que el Ayuntamiento y la Generalitat pagar¨¢n un 20% cada uno. Sin embargo, los mismos estatutos establecen que estas dos ¨²ltimas instituciones aportar¨¢n el pabell¨®n de San Manuel; as¨ª como las oficinas y espacios esc¨¦nicos y expositivos necesarios para sus actividades.
El problema radica en que, mientras el ministerio y el Ayuntamiento han desembolsado las cantidades comprometidas (1.021.000 euros anuales el primero y 592.000 el segundo), la Generalitat no lo ha hecho. A finales del a?o pasado, el Gobierno catal¨¢n presidido por Artur Mas prometi¨® aportar 340.000 euros, pero solo desembols¨® 90.000.
Cuando el consorcio reclam¨® la cantidad pendiente, el nuevo Ejecutivo catal¨¢n de Carles Puigdemont aleg¨® en el Presupuesto de 2016, prorrogado del a?o anterior, no figuraba ninguna partida para Casa Asia. Fuentes de la Generalitat alegan que es ¡°un problema que viene de lejos¡±, del que la Consejer¨ªa de Relaciones Institucionales y Exteriores, que dirige Ra¨¹l Romeva, es ¡°plenamente consciente¡±, por lo que ha reclamado una reuni¨®n del consorcio, ¡°para ver si hay alguna v¨ªa para resolver la situaci¨®n¡±.
Los problemas de Casa Asia no acaban ah¨ª. El due?o de su primera sede reclama adem¨¢s el pago del alquiler por los 10 a?os que se comprometi¨® a ocuparla, casi tres millones de euros en total. El juicio se ver¨¢ en septiembre.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.