Las vacaciones so?adas (por los perros)
El auge de las residencias para mascotas es el contrapunto al abandono, estable durante el a?o
David Fern¨¢ndez de Mera conoce por su nombre a los m¨¢s de cuarenta perros que tiene alojados en el hotel que empez¨® a construir hace ocho a?os a las afueras de Almorox, Toledo. La gigantesca hacienda, en mitad del campo, cuenta con varias suites, una explanada de juegos y adiestramiento, parques, c¨¢maras de seguridad en el per¨ªmetro y hasta una zona para los cachorros con una piscina en forma de coraz¨®n. "Ahora mismo tenemos que decir que no a mucha gente. Quiz¨¢s queda alg¨²n d¨ªa suelto todav¨ªa, pero estamos hasta arriba", dice David.
En Espa?a hay 20 millones de mascotas y el negocio en torno a su cuidado est¨¢ en expansi¨®n, aunque lejos de las cifras de otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Las necesidades de los clientes son variadas, desde los que los dejan durante las vacaciones, hasta los que hacen un uso cotidiano de este tipo de instalaciones por motivos de trabajo. David, con m¨¢s de dos d¨¦cadas de experiencia, apunta a una costumbre m¨¢s desconocida, "cada vez hay m¨¢s clientes que buscan unas vacaciones para el perro, una salida a su rutina diaria. Les pasamos a buscar a su domicilio y vienen unos d¨ªas aqu¨ª, a correr y jugar".?
En el hotel hay cuarenta habitaciones para un m¨¢ximo de 60 perros, todas con calefacci¨®n para el invierno. Siete personas cuidan de ellos todos los d¨ªas, con alimentaci¨®n personalizada y cuidado m¨¦dico en los casos que lo requieren. No est¨¢n todos juntos. Hay algunos m¨¢s problem¨¢ticos que no pueden estar con el resto y grupos de "amigos" que no se separan. "La base de nuestro d¨ªa a d¨ªa es la actividad, que los perros no paren de hacer cosas, que se diviertan y se cansen. Hay gente que trata a su mascota como si fuera un jarr¨®n", dice David.
Cada inquilino del Hotel Bestcan representa una historia particular de amor a los animales, como la de un cachorro rescatado por uno de los clientes que, desde entonces, paga 300 euros al mes para que el animal tenga una vida feliz. "Le hab¨ªan atropellado y tuvimos que hacer mucha rehabilitaci¨®n. Ahora est¨¢ perfectamente. El cliente viene a veces a verlo y se lo lleva el fin de semana". O la de un amigo de David que compr¨® a dos cachorros hermanos para que acompa?aran a su abuela, enferma de Alzheimer. "Estuvieron con ella y el avance fue brutal: se alegraba, sonre¨ªa, se mov¨ªa. Lamentablemente, la mujer falleci¨® al poco tiempo de tenerlos y su nieto los trajo aqu¨ª porque no pod¨ªa hacerse cargo de ellos. Llevan cinco a?os con nosotros".
Un labrador se queda sentado en la piscina que tiene a su disposici¨®n en una de las suites del hotel. Tambi¨¦n cuenta con una caseta para ¨¦l solo y un terreno vallado que le separa de su vecino, un pastor alem¨¢n que no deja de ladrar. Las teor¨ªas evolutivas sobre el perro establecen que todas las razas provienen de los primeros lobos que empezaron a descubrir que una vida cerca del hombre era mejor que el enfrentamiento constante y la intemperie. El hotel de David y sus inquilinos demuestran que no estaban equivocados.
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