La pugna entre Podemos y PSOE da a PP y Ciudadanos el control del Congreso

A la espera de las negociaciones que se produzcan este lunes, el ¨²nico acuerdo para la constituci¨®n del Congreso ¡ªel martes¡ª y la elecci¨®n de la Mesa y la presidencia podr¨ªa ser el pacto de PP y Ciudadanos. Es el acuerdo m¨¢s probable, pero ni siquiera est¨¢ cerrado y no garantiza el color pol¨ªtico del presidente de la C¨¢mara. Ese posible acuerdo est¨¢ favorecido por la divisi¨®n, las diferencias y la desconfianza entre PSOE y Podemos para llegar a un pacto alternativo para la elecci¨®n de los ¨®rganos de gobierno del Congreso.

PP y Ciudadanos han avanzado en un acuerdo por el que los populares permiten al partido de Albert Rivera estar en la Mesa, porque por n¨²mero de votos no les corresponder¨ªa. El pacto podr¨ªa consistir en que el PP permite que el diputado de Ciudadanos Ignacio Prendes presida la C¨¢mara. O que Ciudadanos conserve los dos puestos que tuvo en la Mesa. La m¨¢s probable es la primera opci¨®n y permitir¨ªa al PP mantener la doctrina de que el presidente no pertenezca al partido mayoritario de la C¨¢mara. Tambi¨¦n le permitir¨ªa hacer un gesto pol¨ªtico en plenas negociaciones para que Ciudadanos apoye la investidura de Mariano Rajoy. Ese acuerdo podr¨ªa servir para que PP y Ciudadanos mantuvieran la mayor¨ªa de la Mesa, es decir, cinco de nueve puestos del ¨®rgano.

El portavoz de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado, afirm¨® ayer que su objetivo es mantener los dos puestos en la mesa que lograron tras las elecciones anteriores, informa Efe. Aguado neg¨®, sin embargo, que vaya a haber ¡°un intercambio de cromos¡± con el PP, en el que dar¨ªan el s¨ª a Rajoy a cambio de estos cargos.

Ciudadanos quer¨ªa que el PSOE estuviera en el acuerdo con el PP, pero esta vez los socialistas han preferido mantenerse al margen, al menos de momento, pese a las gestiones del partido de Albert Rivera. En paralelo, PSOE y Podemos han mantenido conversaciones entre ellos, y los del partido de Pablo Iglesias han intentado su propia v¨ªa, lo que ha irritado a los socialistas y ha agrandado la inmensa brecha entre ambas formaciones. En esta situaci¨®n, el PSOE no ha decidido a¨²n si presentar¨¢ candidato a la presidencia del Congreso. Solo tendr¨ªa asegurados los 85 votos de su grupo para el socialista Patxi L¨®pez.

Pablo Iglesias intent¨® una salida propia recabando los votos de CDC, PNV, ERC y Grupo Mixto para Xavier Dom¨¨nech, portavoz de la rama catalana de Podemos. Fuentes de esos grupos aseguran que no todos aceptan esa v¨ªa, pero Podemos no la da por cerrada totalmente y considera que todav¨ªa puede tener ¨¦xito en las conversaciones de ¨²ltima hora.

Seg¨²n el sistema de votaci¨®n, si no hay m¨¢s acuerdos, el presidente ser¨ªa el candidato de PP y Ciudadanos, pero Podemos aspira a poner en un brete al PSOE que le lleve a apoyar a Dom¨¨nech.

Si Podemos lograra esos apoyos, pasar¨ªan a la segunda vuelta de votaciones el candidato de PP y Ciudadanos y Dom¨¨nech. La decisi¨®n de qui¨¦n es presidente quedar¨ªa entonces en manos del PSOE. Por el momento, fuentes socialistas aseguran que no apoyar¨¢n a ninguno de ellos por considerar que Podemos no ha sido leal en la negociaci¨®n, ya que mientras buscaba un acuerdo hac¨ªa gestiones paralelas en favor de Dom¨¨nech y contra L¨®pez.

Negociaci¨®n paralela

Algo parecido ocurri¨® en diciembre cuando Podemos intent¨® una v¨ªa paralela para que Carolina Bescansa fuera presidenta, frente a la candidatura de L¨®pez, pactada por PP, PSOE y Ciudadanos. La diferencia es que esta vez el PSOE s¨ª negociaba con Podemos un acuerdo que sumara tambi¨¦n a Ciudadanos frente al PP. En todo caso, el desacuerdo entre PSOE y Podemos favorece a PP y Ciudadanos. Una de las primeras decisiones de esa Mesa ser¨¢ la formaci¨®n de grupos parlamentarios. Hay dudas con los de Converg¨¨ncia y los de las confluencias de Podemos. En el primer caso, se trata de aplicar el reglamento con flexibilidad y permitir que alg¨²n grupo mayoritario le ceda diputados. En el segundo, se trata de superar la prohibici¨®n expresa de no crear grupos diferentes para partidos que no se hayan enfrentado en las elecciones.

Los grupos de las confluencias son rechazados por PP, PSOE y Ciudadanos, por lo que es casi seguro que no se crear¨¢n.