Interior instaura visados para limitar los medicamentos de los presos
Instituciones Penitenciarias sugiere que los reclusos compren sus f¨¢rmacos si el m¨¦dico le receta uno vetado por Prisiones
El Ministerio del Interior ha dado un paso m¨¢s en la restricci¨®n de los medicamentos para los presos. En una circular enviada a todas las c¨¢rceles, Instituciones Penitenciarias establece la obligaci¨®n de obtener un visado para dispensar los f¨¢rmacos que prescriban los m¨¦dicos y que no formen parte del listado de medicamentos que Interior ha decidido financiar. Si el ministerio deniega la autorizaci¨®n, Prisiones sugiere que el preso se pague la medicina.
La ¨²ltima instrucci¨®n dirigida a los m¨¦dicos de las c¨¢rceles, que entr¨® en vigor en junio, sustituye a una de 2011 que ha sido parcialmente anulada por el Tribunal Supremo. Aquel texto regul¨® un programa de equivalentes terap¨¦uticos que permit¨ªa a los farmac¨¦uticos de las prisiones cambiar los medicamentos prescritos por otros de ¡°diferente composici¨®n¡± y ¡°diferente estructura qu¨ªmica original¡±, aunque de ¡°similar mecanismo de acci¨®n¡±. ¡°Ni la pol¨ªtica de racionalizaci¨®n del gasto p¨²blico ni la singularidad del contexto penitenciario son suficientes para que en este ¨¢mbito, y en virtud de una instrucci¨®n como la aqu¨ª controvertida, pueda permitirse la sustituci¨®n de los medicamentos prescritos por el m¨¦dico por unos t¨¦rminos menos estrictos que los fijados en la ley¡±, advirtieron los jueces.
Para cumplir con la sentencia, Interior ha aprobado una nueva instrucci¨®n que revoca los art¨ªculos que regulaban el programa de intercambio de f¨¢rmacos, pero introduce un sistema que, en la pr¨¢ctica, se basa de nuevo en cambiar unos medicamentos por otros para reducir costes. Instituciones Penitenciarias no ha respondido a la petici¨®n de este peri¨®dico para que valorara la nueva situaci¨®n.
La instrucci¨®n, como ya hac¨ªa la anterior, insta a los m¨¦dicos a recetar solo principios activos que est¨¦n recogidos en la Gu¨ªa Farmacoterap¨¦utica de Prisiones. Esta gu¨ªa recoge muchos de los principios activos m¨¢s usados para cada tipo de dolencia, pero no todos. Y, seg¨²n m¨¦dicos consultados, deja fuera decenas de f¨¢rmacos empleados habitualmente en la sanidad p¨²blica y que quedan fuera del alcance de los presos. As¨ª, se est¨¢ dando el caso de reclusos que llegan con una medicina recetada por su m¨¦dico pero en la c¨¢rcel no puede seguir el tratamiento porque ese f¨¢rmaco no lo financia Prisiones.
Seg¨²n el nuevo procedimiento instaurado por Interior, cuando un m¨¦dico (del centro penitenciario o de fuera) receta a un recluso un medicamento no incluido en la gu¨ªa, el farmac¨¦utico de la c¨¢rcel tiene la obligaci¨®n de recordarle al facultativo que debe atenerse al listado est¨¢ndar. Si el m¨¦dico insiste en que las medicinas de la gu¨ªa no sirven para ese recluso, la primera opci¨®n que da Interior es pedir un visado a la Subdirecci¨®n General de Coordinaci¨®n de Sanidad Penitenciaria, que tarda entre 48 y 72 horas en contestar. Si el centro directivo no autoriza la dispensaci¨®n, el m¨¦dico podr¨¢ proponer una alternativa contemplada en la gu¨ªa, el procedimiento que censur¨® el Supremo. ¡°En cualquier caso (...) el paciente podr¨¢ adquirir por su cuenta el medicamento prescrito, que tendr¨¢ consideraci¨®n de medicamento no financiable¡±, a?ade el escrito.
La instrucci¨®n sostiene que esta opci¨®n de compra por parte del enfermo es ¡°acorde a lo que se lleva a cabo en el Sistema Nacional de Salud¡±. Sin embargo, la situaci¨®n no es pareja porque la sanidad p¨²blica financia decenas de medicamentos que la gu¨ªa de Prisiones ha dejado fuera.
El Sindicato Profesional de Sanidad Penitenciaria ha presentado un recurso de alzada contra la circular de Interior. Los representantes de los m¨¦dicos denuncian que el texto vulnera el art¨ªculo 208 del reglamento penitenciario, que establece que ¡°a todos los internos, sin excepci¨®n, se les garantizar¨¢ una atenci¨®n m¨¦dico-sanitaria equivalente a la dispensada al conjunto de la poblaci¨®n¡±. ¡°Tendr¨¢n igualmente derecho a la prestaci¨®n farmac¨¦utica y a las prestaciones complementarias b¨¢sicas que se deriven de esta atenci¨®n¡±, a?ade la norma.
¡°A pesar de que se le prescribe un producto financiado por el sistema nacional de salud este le es denegado por la instituci¨®n penitenciaria¡±, se?ala Jos¨¦ ?ngel Veiras, secretario general del sindicato. El consejo General de Colegios Oficiales de M¨¦dicos, que llev¨® a los tribunales la instrucci¨®n que anul¨® el Supremo, tambi¨¦n consider¨® que la gu¨ªa aprobada por Interior y la obligaci¨®n que se impon¨ªa a los farmac¨¦uticos de cambiar el medicamento recetado mermaban la libertad de prescripci¨®n del m¨¦dico y la calidad de la asistencia al paciente preso.
M¨¦dicos consultados y el sindicato de sanidad penitenciaria advierten tambi¨¦n que la nueva circular de Interior invade la competencia exclusiva que tiene el Ministerio de Sanidad para regular qu¨¦ f¨¢rmacos precisan visado. Prisiones los exige ahora para f¨¢rmacos que Sanidad no somete a control.
El escrito enviado por Instituciones Penitenciarias a todas las c¨¢rceles justifica las restricciones a la dispensaci¨®n de f¨¢rmacos en una pol¨ªtica ¡°encaminada al uso racional de los medicamentos¡± que permita ahorrar costes ¡°sin menoscabo de la atenci¨®n debida a los pacientes¡±. Los datos revelan que la pol¨ªtica de ahorro ha dado frutos: el recorte del gasto farmac¨¦utico en las prisiones ha sido del 37,3% desde que entr¨® en vigor la gu¨ªa y el programa de equivalencias anulado por el Supremo. Frente a los 37,8 millones que se gast¨® Interior en la compra centralizada de medicinas en 2010, en 2014, ¨²ltimo a?o del que hay datos, el gasto baj¨® a 23,7 millones.
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