Rajoy informa al Rey de la ¨²ltima hora de la investidura

El Rey ha interrumpido su estancia en el palacio de Marivent, en Palma, para celebrar este mi¨¦rcoles un despacho ordinario con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en La Zarzuela. Es la primera vez que este tradicional encuentro veraniego se produce en Madrid debido al proceso de investidura y a la situaci¨®n de interinidad de Espa?a. El despacho, calificado de ordinario, se produce en un contexto extraordinario. Rajoy estar¨¢ en condiciones de reportar al Rey el resultado de su ronda con Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera para la investidura.

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El despacho del Rey con Rajoy, de cuyo horario y contenido nunca se informa, tiene lugar en un momento cargado de significado pol¨ªtico. Pese a tratarse de un encuentro ordinario (¡°el de cada semana¡±, seg¨²n fuentes de La Zarzuela), esta cita, en la que el presidente suele informar al jefe del Estado de los asuntos del Gobierno, llega despu¨¦s de que Rajoy haya mantenido un encuentro decisivo con Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera, los l¨ªderes de los partidos sobre los que quiere sustentar su investidura como pr¨®ximo presidente del Gobierno.

Aunque Rajoy llevar¨¢ en la cartera los ¨²ltimos acontecimientos sobre el pulso independentista del Parlamento de Catalu?a y la reacci¨®n del Tribunal Constitucional, este despacho se presenta como una prolongaci¨®n de la ronda de consultas que el Rey cerr¨® el pasado jueves con los representantes de los partidos. Entonces, el presidente en funciones acept¨® el ofrecimiento del jefe del Estado para intentar la investidura, pero dej¨® en el aire si finalmente se someter¨ªa al debate en el caso de no reunir apoyos para obtener el respaldo del Congreso de los Diputados.

Felipe VI, en esta cita, podr¨¢ tomar la temperatura del proceso de negociaci¨®n y conocer de primera mano si a Rajoy le queda alguna expectativa en estos dos partidos en los que ha basado su estrategia y considera cruciales para su continuidad como presidente del Gobierno.

El PSOE, insisti¨® ayer S¨¢nchez tras su encuentro con el l¨ªder del PP, mantiene su actitud contraria a apoyarle de ning¨²n modo, as¨ª como la recomendaci¨®n de que busque apoyos entre los partidos afines. Es decir, Ciudadanos, Partido Nacionalista Vasco y el redenominado Partit Dem¨°crata Catal¨¤. La posici¨®n de Ciudadanos tampoco est¨¢ previsto que se altere. El partido de Rivera votar¨¢ en contra de Rajoy en la primera sesi¨®n del debate de investidura y se abstendr¨¢ en la segunda, aunque pretende que los socialistas hagan lo mismo para facilitar as¨ª la formaci¨®n de Gobierno.

El bloqueo

En la reuni¨®n en La Zarzuela, el presidente en funciones podr¨¢ informar al jefe del Estado de manera pormenorizada del desarrollo de estos encuentros y de si existe alg¨²n resquicio para invertir las posiciones prefijadas de ambos partidos en las pr¨®ximas semanas. Incluso de si, ante la falta de los apoyos necesarios del PSOE y Ciudadanos para poder formar Gobierno, Rajoy decide intentar otras alianzas o, finalmente, acudir o no al debate de investidura para el que fue propuesto por el Rey.

Ni la Casa del Rey ni el Gobierno han querido informar de cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que despacharon el jefe del Estado y Rajoy, aunque este tipo de comunicaciones tambi¨¦n suelen producirse por tel¨¦fono. El art¨ªculo 62 de la Constituci¨®n solo refiere que al Rey corresponde ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petici¨®n del presidente del Gobierno.

El despacho veraniego, sin embargo, ha adquirido relevancia desde el a?o 1976, cuando Juan Carlos I lo puso en pr¨¢ctica, por celebrarse en un momento de desaceleraci¨®n informativa y por la vistosidad de las fotograf¨ªas en el entorno del palacio palmesano de Marivent. Fuentes de La Zarzuela apuntaban desde la pasada semana que el tradicional despacho pod¨ªa no tener lugar por primera vez en la residencia de verano de los Reyes. En la situaci¨®n de incertidumbre y en medio de las negociaciones, la imagen de Madrid resultaba m¨¢s apropiada tanto para el Rey como para Rajoy.

Los despachos del Rey con Rajoy decayeron tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015, cuando Espa?a inaugur¨® una nueva realidad electoral que todav¨ªa no ha encontrado su salida institucional. El hecho de que el Gobierno estuviera en funciones no interrump¨ªa estos encuentros, sin embargo, entre el Rey y Rajoy se produjo un alejamiento. El pasado mes de marzo, entre el fracaso de la investidura de S¨¢nchez y la convocatoria de una nueva ronda de consultas, el propio Rajoy revel¨® que no se hab¨ªa reunido con el Rey, para hablar de los atentados del aeropuerto de Bruselas pero que estaba ¡°perfectamente informado¡±.

En el fondo de esta relaci¨®n enrarecida lat¨ªa el enojo del PP por no haber conseguido que el Rey accediera a aplicar un atajo constitucional para convocar elecciones sin celebrar un debate de investidura para evitar que otro candidato pudiera optar despu¨¦s de que Rajoy rechazara el ofrecimiento del Rey.