Con las rev¨¢lidas no mejora la educaci¨®n
El secretario de Educaci¨®n del PSOE defiende la retirada del real decreto que formaliza las evaluaciones externas de ESO y Bachillerato
El 29 de julio, el Consejo de Ministros volvi¨® a dar una prueba m¨¢s de su nula disponibilidad al di¨¢logo en materia educativa. Contra la opini¨®n de la inmensa mayor¨ªa de la Comunidad Educativa y de las Comunidades Aut¨®nomas aprob¨® un Real Decreto para regular las rev¨¢lidas previstas en la LOMCE (Real Decreto 310/2016, de 29 de julio). Desoyendo a la mayor¨ªa parlamentaria que ha instado al Partido Popular a paralizar dicha Ley, el Gobierno de Rajoy sigue en la misma l¨ªnea que ha mantenido en sus a?os de Gobierno, neg¨¢ndose al acuerdo y al necesario e indispensable pacto educativo.
Durante toda la legislatura, el Gobierno se ha empe?ado en poner marcha atr¨¢s el reloj del tiempo, algo que ha logrado en educaci¨®n como? muestran las rev¨¢lidas. En los a?os setenta del siglo XX, con motivo de la elaboraci¨®n y aprobaci¨®n de la Ley auspiciada por el Ministro de entonces, Villar Palas¨ª y en pleno franquismo, se produjo un cambio interesante que suprim¨ªa las rev¨¢lidas en el Bachillerato y propiciaba la orientaci¨®n escolar. Con la LOMCE, la derecha ha hecho retroceder al sistema educativo espa?ol en esta materia 46 a?os. Se alinea con esta decisi¨®n con la reaccionaria posici¨®n que por aquellas fechas trataron de frenar estas medidas de la Ley Villar y que, en parte, terminaron por salirse con la suya algunos de los ministros que le sucedieron.
Resulta curioso que, en tiempos de un Gobierno en funciones, que se ha opuesto a ser controlado por el Parlamento creando un conflicto institucional sin precedentes en nuestra historia democr¨¢tica y fuera tambi¨¦n del calendario acad¨¦mico, apruebe y publique un Real Decreto de estas caracter¨ªsticas y tan alejado de las l¨ªneas modernas que sigue el debate educativo en los pa¨ªses m¨¢s avanzados de la Uni¨®n Europea. La mayor¨ªa de las comunidades han anunciado ya su oposici¨®n a la medidas y tratar¨¢n de paralizar semejante desaguisado.
Bueno es recordar las razones por las que este cambio educativo adem¨¢s de injustificado resulta indeseable. El alumnado sujeto a estas evaluaciones externas homog¨¦neas no habr¨¢ cursado programas homog¨¦neos, ya que la aplicaci¨®n de la LOMCE ha sido ca¨®tica. La ley m¨¢s centralizadora ha conseguido la aplicaci¨®n con m¨¢s diferencias de la historia.
El esfuerzo de cuatro a?os (ESO), o de dos a?os (Bachillerato), para alumnado que haya superado las materias, no habr¨¢ servido de nada si se suspende la prueba final. Sin embargo, no existen pruebas finales de Estado para casi ning¨²n estudio que habilite para el trabajo. Medicina, ingenier¨ªa, mec¨¢nica, qu¨ªmica¡ casi todos los t¨ªtulos se obtienen sin un examen com¨²n. ?Por qu¨¦ no el de ESO y Bachillerato? ?Para limitar el acceso a los estudios superiores?
El alumnado se ver¨¢ sometido a pruebas que duran cuatro o cinco d¨ªas. En ESO, cada prueba durar¨¢ una hora y se ir¨¢n sucediendo con descansos de 15 minutos. En Bachillerato, cada prueba durar¨¢ 90 minutos y se encadenar¨¢n con descansos de 20 minutos. Todo este trabajo se realizar¨¢ al finalizar el curso escolar, lo que puede suponer que haya sido en vano.
Aunque se ha anunciado un acuerdo con las universidades, el Real Decreto mantiene la capacidad de cada universidad para mantener pruebas propias y el uso discrecional de los resultados de las rev¨¢lidas para el acceso a los diferentes estudios. El acceso a la Universidad, por primera vez en muchos a?os, no se har¨¢ en condiciones de igualdad.
La actitud del PP legislando en funciones de forma apresurada demuestra su nula disposici¨®n al di¨¢logo, solo pretende realizar una pol¨ªtica de hechos consumados. Ante este hecho, los gobiernos socialistas van a solicitar la inmediata convocatoria de una Conferencia Sectorial y estudiar¨¢n el recurso al decreto Real Decreto 310/2016 de rev¨¢lidas en Bachillerato.
La educaci¨®n se enfrenta a dos grandes retos, la quiebra social y la necesidad de mejorar la capacidad de las personas de desarrollarse y aprender en un contexto de creaci¨®n exponencial de conocimiento y de datos. Las rev¨¢lidas operan en contra de las dos cosas. Son, en definitiva, un buen ejemplo del modo en que algunos cambios empeoran la realidad
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