La cesi¨®n de Iglesias al integrar a Podemos en la marea gallega da alas a sus otros aliados

Los aliados territoriales de Podemos han tomado nota de la cesi¨®n de Pablo Iglesias: en Galicia, para concurrir a las elecciones del 25-S, Podemos ha acabado integr¨¢ndose en el partido instrumental En Marea tras un pulso con sus socios gallegos. Es el primer caso en el que Podemos pierde ante sus aliados, y podr¨¢ ser esgrimido como precedente en el resto de territorios donde va en coalici¨®n. En Catalu?a, Ada Colau impulsa un nuevo partido en el que pretende que se disuelvan otras formaciones. Podemos dice que no revisar¨¢ su pol¨ªtica de pactos.

Por primera vez, Podemos ha visto c¨®mo le torc¨ªan el brazo sus aliados territoriales. Galicia ha sido el primer caso, pero en otras regiones, como Catalu?a, Podemos tendr¨¢ que afrontar un debate similar e incluso m¨¢s profundo. La coalici¨®n En Com¨² Podem (ECP) gan¨® las elecciones de diciembre de 2015 y las del 26-J con una coalici¨®n entre Podemos, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), Equo y Barcelona en Com¨², liderado por Colau. Los protagonistas de aquella confluencia coinciden ahora en la necesidad de crear un partido que vaya m¨¢s all¨¢ de la din¨¢mica electoral.

Xavier Dom¨¨nech, cabeza de lista en Barcelona de ECP, y Ernest Urtasun, portavoz de ICV y eurodiputado, afirman que en septiembre se pondr¨¢n manos a la obra para crear ese nuevo ¡°sujeto pol¨ªtico¡±, pero discrepan en qu¨¦ debe pasar con los partidos que entren en la nueva formaci¨®n.

Dom¨¨nech, muy cercano a Colau, defiende la integraci¨®n total con el tiempo: ¡°Inicialmente no se deben disolver las organizaciones, pero si se consolida este nuevo espacio pol¨ªtico habr¨ªa que valorarlo¡±, dice a EL PA?S. El diputado en el Congreso recuerda el caso del PSUC, el hist¨®rico partido de los comunistas catalanes, nacido en 1936 con la unificaci¨®n de cuatro formaciones que sumaban 3.000 militantes. ¡°Un a?o despu¨¦s, el PSUC ten¨ªa 50.000. Se trata de multiplicar, no de sumar¡±, opina Dom¨¨nech.

Iniciativa, otro de los aliados, no comparte la vocaci¨®n superadora. ¡°Las formaciones que participen en la creaci¨®n de ese proyecto no deber¨ªan disolverse¡±, sostiene Urtasun. El portavoz de ICV cree que lo ocurrido con En Marea y Podemos en Galicia ¡ªque llevaron el pulso hasta el ¨²ltimo d¨ªa de plazo¡ª tiene que servir de lecci¨®n para evitar ¡°las tensiones de las prisas electorales¡±.

Joan Giner, secretario de acci¨®n pol¨ªtica de Podemos en Catalu?a (Podem), tampoco aboga por la disoluci¨®n. ¡°En Com¨² Podem es una coalici¨®n y estamos bien as¨ª, pero la f¨®rmula que adoptemos para las elecciones es una cuesti¨®n t¨¦cnica que no le interesa a casi nadie¡±, afirma.

Pies de plomo de Colau

Conscientes de lo delicado del debate, en el entorno de Colau avanzan con pies de plomo. Gerardo Pisarello, su primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona (y uno de los impulsores de Barcelona en Com¨²), considera que esa experiencia surgida para las municipales de 2015 puede ser un modelo a seguir, pero tranquiliza al resto de formaciones: ¡°Hay que respetar las diferentes sensibilidades ideol¨®gicas y biogr¨¢ficas de cada uno; lo importante es consolidar ese espacio¡±.

La direcci¨®n nacional de Podemos defiende su decisi¨®n en el caso gallego como un ¡°s¨ªntoma de generosidad¡±, no de debilidad. ¡°Percibimos que si no ced¨ªamos no habr¨ªa un acuerdo, y pusimos por delante los intereses de Galicia¡±, defiende Pablo Echenique, secretario de Organizaci¨®n, que separa el caso gallego del resto. ¡°Es dif¨ªcil trasladar los debates de un territorio a otro. Yo entiendo esto como una particularidad de Galicia¡±. El partido no toma postura sobre la nueva formaci¨®n catalana: ¡°Todav¨ªa no se ha abierto ese debate en Podemos Catalu?a, que es donde se debe abrir¡±.

Echenique reconoce la ¡°complejidad organizativa¡± en la que se mueve la formaci¨®n. Pero no hay intenci¨®n, de momento, de revisar los pactos.