Rajoy olvida al PSOE y el PP presume de que el l¨ªder ya no est¨¢ solo

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Ciudadanos ve un discurso ¡°plano, antiguo y sin pasi¨®n¡±

El PP est¨¢ profundamente dividido en sus esperanzas sobre un ¨¦xito de la investidura de Mariano Rajoy. La mitad de los dirigentes consultados a¨²n creen que ser¨¢ posible, por un cambio en la oposici¨®n del PSOE, y la otra ve a ese partido y a su l¨ªder, Pedro S¨¢nchez, tan encastillado que no atisban opciones para una rebeli¨®n interna. Al menos por ahora. El discurso de tr¨¢mite de Rajoy tampoco levant¨® pasiones entre los suyos, que lo tildaron de previsible, y ensalzaron la virtud de que demostr¨® que sabe gobernar y pactar porque ya no est¨¢ solo.

¡°S¨®lido, brillante y coherente con los compromisos firmados con los electores y con los socios de investidura¡± fue c¨®mo calific¨® Rafael Hernando, el portavoz parlamentario del PP, el discurso efectuado por Rajoy en la primera sesi¨®n de su investidura. Fue la versi¨®n oficial del PP. A la salida, en los pasillos y en el patio, los diputados, senadores, miembros del Gobierno y del PP no mostraban ning¨²n entusiasmo. Todos coincid¨ªan en que su mejor logro fue que result¨® una intervenci¨®n ¡°previsible, muy Rajoy¡±. Es decir, que no sorprendi¨® ni para bien ni para mal, que cumpli¨® con el orden del d¨ªa, porque, entre otras razones, ¡°no quer¨ªa ni deb¨ªa pisar ning¨²n callo¡±, seg¨²n confesaron m¨¢s tarde miembros de su equipo.

En el entorno m¨¢s cercano del presidente en funciones se resalt¨® que la intenci¨®n final con esta investidura es demostrar que Rajoy sabe gobernar, por lo que dedic¨® gran parte de su alocuci¨®n a ofrecer datos y balances de las mejoras econ¨®micas de su gesti¨®n, y tambi¨¦n que sabe pactar y negociar cuando quiere. En suma, que no es cierta la acusaci¨®n de que el PP y Rajoy est¨¢n solos, tras finalizar su anterior mandato de mayor¨ªa absoluta sin apenas concesiones ni a sus rivales ni a sus actuales socios. Entre los colaboradores de Rajoy se subray¨® el tono conciliador y nada agresivo que el l¨ªder popular emple¨® no solo con los partidos con los que ha suscrito un acuerdo de investidura (Ciudadanos y Coalici¨®n Canaria) sino tambi¨¦n con el PSOE y el PNV. Si esa acci¨®n era premeditada pensando en alg¨²n tipo de colaboraci¨®n en el inmediato futuro con esos partidos de nada le sirvi¨®.

?A la espera del PNV

El PSOE corrobor¨® este martes en p¨²blico y en privado, a trav¨¦s de muchos dirigentes, que no piensa cambiar su rechazo a cualquier gobierno de Rajoy y el PP. El PNV tambi¨¦n reaccion¨® con dureza contra el programa desgranado por Rajoy, muy empecinado en su aspecto territorial y en no modificar su concepci¨®n del Estado y de la actual Constituci¨®n. Por ahora el PNV ni est¨¢ ni se le espera.

Rajoy apenas cit¨® expresamente al PSOE y a S¨¢nchez en su discurso. Mencion¨® una vez al Partido Socialista y otra a su l¨ªder. En La Moncloa y el PP quisieron matizar cuanto antes que ese olvido no significaba ninguna intenci¨®n de marginaci¨®n sino lo contrario. Y aseguraron que la repetici¨®n por parte del presidente popular de sus conocidas cinco ofertas gen¨¦ricas de pactos de Estado (empleo, educaci¨®n, antiterrorismo, reformas institucionales y Uni¨®n Europea) y otras dos sectoriales (pensiones y violencia de g¨¦nero) iban dirigidas sobre todo al PSOE.

Rajoy es pesimista sobre una hipot¨¦tica cesi¨®n de S¨¢nchez a dejarle gobernar, m¨¢s que miembros de su gabinete y de su partido, pero no quiere cerrar esa puerta. En el PP conf¨ªan no tanto en que los posibles malos resultados socialistas en las elecciones vascas y gallegas del 25-S ablanden algo ese rechazo como en que acabe estallando en alg¨²n ¨®rgano interno del PSOE el debate interno y afloren las voces que les transmiten en privado que hay que dejarles gobernar y evitar como sea unas terceras elecciones.