¡°No pasar¨¢n¡±
Es el l¨ªder socialista el que tiene la sart¨¦n por el mango en una legislatura colapsada
Contra lo que parec¨ªa, el secretario general del PSOE se ha convertido en el principal beneficiario del debate de investidura, tras lograr que el presidente en funciones haya acudido al matadero a sabiendas de que iba a ser degollado. En este momento, y a expensas de la suerte que arrojen las urnas gallegas y vascas del 25-S, este martes el l¨ªder socialista es quien tiene la sart¨¦n por el mango en una legislatura colapsada por el bloqueo electoral. Y esta situaci¨®n objetiva nos obliga a revisar nuestra percepci¨®n de la realidad, cambiando la imagen atribuida a nuestros primeros espadas.
Albert Rivera ha quedado como un veleidoso chico de los recados, un perrito faldero dispuesto a servir a quien le haga m¨¢s fiestas. Pablo Iglesias ha perdido su fachada de burlador general del reino, pues ahora ya no parece capaz de torear a nadie m¨¢s. La t¨¢ctica infalible de Rajoy, el que resiste vence, ha sufrido un revolc¨®n, convirti¨¦ndole por ahora en el gran perdedor. Pero quiz¨¢s el mayor cambio de imagen haya sido el del jefe de la oposici¨®n, que de ser tildado de "Bello S¨¢nchez" ha pasado a parecer ¡°Pedro El Cruel¡±: el hombre m¨¢s odiado y temido de Espa?a por su secuestro de la legislatura. Un peligroso villano, un tipo duro, un bad boy que tiene cogido por las pelotas a todo el mundo (a Rajoy, a los barones del PSOE y a los electores), que se niega a soltar su presa sin dejarse ablandar y sin tener tampoco alternativa cre¨ªble que ofertar. No negocia, no claudica y no se vende, mientras mantiene a ultranza el canto de guerra de una batalla ancestral: "?No pasar¨¢n!". Una causa perdida, una pasi¨®n in¨²til y un numantinismo suicida que s¨®lo parece destinado a cerrar filas exaltando el patriotismo de partido y la adhesi¨®n de sus electores. Como estrategia de marketing pol¨ªtico no est¨¢ del todo mal.
Ya lo dijo Maquiavelo en el cap¨ªtulo XVII de su obra cumbre: "De la crueldad y la clemencia y si es mejor ser amado que temido o ser temido que amado". Parece mejor ser amado, pero el amor depende de la libre voluntad de los ciudadanos. Mientras que el temor s¨®lo depende de la propia voluntad del pr¨ªncipe: de sus propias fuerzas, de su poder de intimidaci¨®n, de la certidumbre que genere sobre el cumplimiento de sus amenazas. Es el caso de Pedro El Cruel, cuya divisa es "Diguem No". Al comienzo nadie crey¨® que cumplir¨ªa su amenaza de negarse a investir a Rajoy, pero al final ha habido que rendirse a la evidencia. Su no ha sido no. ?C¨®mo lo ha logrado? Pues como hizo Ulises, at¨¢ndose al palo mayor del "No pasar¨¢n" para no dejarse seducir por los cantos de sirena de la abstenci¨®n, mientras taponaba los o¨ªdos de su mariner¨ªa con la vengativa cera del ajuste de cuentas contra el PP.
Una estrategia ret¨®rica que conduce ineluctablemente hacia la repetici¨®n electoral, donde espera refrendar en las urnas el fracaso definitivo del sorpasso podemista. Pero esta estratagema encierra la paradoja de que, en cierto sentido, el sorpasso ya ha triunfado, pues para impedirlo el PSOE ha debido quemar todas sus naves sin m¨¢s salida que asumir la agenda populista que le marca Podemos.
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