Euskadi ya no se mira en Catalu?a

En otros tiempos, la coincidencia de la Diada con el inicio de la campa?a del 25-S hubiera marcado el debate vasco. Pero Euskadi ya no se mira en Catalu?a. Solo Bildu la ha reivindicado como expresi¨®n de la v¨ªa unilateral a la independencia, que esgrime para remarcar perfil en su pugna con Podemos, defensor de un ambiguo derecho a decidir. Ni el lehendakari Urkullu ni el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se han referido a la Diada. Solo Joseba Egibar, a la vista de la gran manifestaci¨®n, ha interpelado al Gobierno del PP por su ausencia de di¨¢logo con Catalu?a, tras aclarar que Euskadi va por otro camino.

El Partido Popular y Ciudadanos insisten en encuadrar al PNV en la v¨ªa soberanista catalana, pero hace tiempo que se distanci¨® de ella. Excepto para EH Bildu, esta v¨ªa est¨¢ cegada en Euskadi. El momento culminante fue hace tres a?os, cuando el lehendakari Urkullu, en un encuentro con el president Artur Mas, trat¨® de convencerle de que abandonara la v¨ªa soberanista unilateral y unieran fuerzas para proponer al presidente Rajoy una reforma constitucional que reconociera la pluralidad del Estado. Fue tarde porque Mas estaba comprometido, con ERC, en la consulta soberanista.

Al comienzo, Urkullu se distanci¨® prudentemente. Tras la consulta informal de 2014 os¨® criticar al nacionalismo catal¨¢n por ceder la direcci¨®n del proceso a plataformas y no disponer del suficiente acuerdo en Catalu?a, culminado con la ca¨ªda de Mas por decisi¨®n de la CUP.

Esta ca¨ªda reafirm¨® al PNV en su decisi¨®n de huir de cualquier proceso soberanista unilateral. Ya lo hab¨ªan vivido con Ibarretxe y lo pagaron con la p¨¦rdida del Gobierno vasco. Adem¨¢s, en la Euskadi post-ETA cay¨® el independentismo por su vinculaci¨®n con la banda terrorista. El fracaso del refer¨¦ndum escoc¨¦s y la actitud de Europa ante los soberanismos locales hicieron el resto.

El PNV, un partido pragm¨¢tico y europe¨ªsta, ha aprendido la lecci¨®n y tendr¨¢ la vista puesta en la cohesi¨®n interna de la sociedad vasca en cualquier posible proceso de ampliaci¨®n del autogobierno. Solo EH Bildu propugna la independencia y no tiene ni la fuerza ni el clima pol¨ªtico favorable como para movilizar a la sociedad vasca por ella.

Pero que la independencia cotice a la baja no significa que haya desaparecido el debate sobre la revisi¨®n del modelo de Estado, que la situaci¨®n catalana apremia. En Euskadi, una vez descontado EH Bildu, hay tres propuestas: la reforma federal socialista; el nuevo Estatuto pactado con el Estado, del PNV; y la de Podemos, con su ambigua reclamaci¨®n del ¡°derecho a decidir¡±. Este debate es inevitable la pr¨®xima legislatura y requerir¨¢ un Gobierno central receptivo, hoy inexistente, que aborde la crisis catalana y evite otra en Euskadi.