Exteriores avisa de que el bloqueo pol¨ªtico hace de Espa?a un ¡°pato cojo¡± en la escena internacional
M¨¢s de 40 tratados y 18 directivas se acumulan pendientes de su aprobaci¨®n por las Cortes
El pasado d¨ªa 3, el presidente de EE.UU, Barack Obama, y su hom¨®logo chino, Xi Ping, anunciaban en v¨ªsperas de la cumbre del G-20 en Hangzhou (China) la ratificaci¨®n por sus dos pa¨ªses del Acuerdo de Par¨ªs sobre Cambio Clim¨¢tico. El texto que trata de frenar el calentamiento global entrar¨¢ en vigor cuando lo ratifiquen 55 pa¨ªses, causantes del 55% de las emisiones de efecto invernadero. Todas las fuerzas pol¨ªticas apoyan el acuerdo, pero es dif¨ªcil que Espa?a figure entre los pa¨ªses que har¨¢n posible su entrada en vigor, ya que el Gobierno a¨²n no lo ha remitido al Congreso. Ha pedido un informe a la Abogac¨ªa del Estado para saber si puede hacerlo, aun estando en funciones.
Este tratado es solo uno de los m¨¢s de 40 pendientes de ratificaci¨®n por las Cortes; entre otros, la participaci¨®n en el Banco Asi¨¢tico de Inversiones en Infraestructura (BAII), promovido por China como alternativa a los organismos financieros internacionales dominados por Washington; la pr¨®rroga de la Estaci¨®n de la NASA en Robledo de Chavela; el nuevo convenio de Seguridad Social con Estados Unidos o una serie de acuerdos a¨¦reos (India, M¨¦xico, Uzbekist¨¢n) o para evitar la doble imposici¨®n (M¨¦xico, Finlandia, Qatar).
Hay otros que no podr¨¢n aprobarse, ni siquiera con el visto bueno de la Abogac¨ªa del Estado, ya que su negociaci¨®n ha quedado interrumpida o no ha llegado a arrancar: la limpieza de las tierras contaminadas por el accidente nuclear de Palomares (Almer¨ªa), el establecimiento en Rota (C¨¢diz) de una base de helic¨®pteros antidroga del Departamento de Estado norteamericano o la cooperaci¨®n en materia de uso pac¨ªfico de la energ¨ªa nuclear con India.
¡°La continuidad del Gobierno en funciones [por espacio ya de nueve meses] tiene unas consecuencias cada vez m¨¢s graves en la proyecci¨®n internacional de Espa?a, derivadas del bloqueo institucional que presenta a nuestro pa¨ªs como un lame duck [pato cojo, en alusi¨®n a la p¨¦rdida de poder de los presidentes de EE.UU en su segundo mandato] permanente¡±, advierte un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n al que ha tenido acceso EL PA?S. ¡°La limitaci¨®n de la acci¨®n diplom¨¢tica, la p¨¦rdida del perfil y de la capacidad de influencia y el freno a la toma de decisiones tienen consecuencias negativas para nuestro prestigio internacional y costes materiales directos¡±, subraya el documento. ¡°Adem¨¢s, como potencia media, los espacios que Espa?a cede son r¨¢pidamente ocupados por otros pa¨ªses competidores¡±, advierte.
"El coste del no Gobierno"
El documento ¡ªtitulado ¡°El coste del no Gobierno¡±¡ª ilustra con numerosos ejemplos las oportunidades perdidas por no tener un Ejecutivo con plenas competencias. Por ejemplo, el aplazamiento o suspensi¨®n de viajes del Rey a Arabia Saud¨ª, Marruecos, Jap¨®n o Corea del Sur; y las visitas a Espa?a de jefes de Estado o Gobierno extranjeros como los de Argentina e Israel. Tampoco se han celebrado las peri¨®dicas cumbres de alto nivel con M¨¦xico, Turqu¨ªa, Marruecos y Argelia; o con socios europeos como Francia, Italia, Alemania y Portugal, ni se ha reunido la Comisi¨®n Internacional de los Pirineos, que aborda la cooperaci¨®n transfronteriza. ¡°El bloqueo institucional que impide saber si habr¨¢ una continuidad de Gobierno invita a nuestros socios a dejar las relaciones en suspenso¡±, concluye.
¡°Nos vemos progresivamente excluidos de aquellos centros de poder en los que se toman las grandes decisiones. Se suceden las reuniones de mandatarios europeos e internacionales a las que normalmente acudir¨ªan los miembros del Gobierno espa?ol que son directamente marginados por no poder asumir los compromisos que se han de tomar¡±, advierte el documento. Su condici¨®n de presidente en funciones explicar¨ªa, seg¨²n Exteriores, la ausencia de Rajoy en las dos cumbres celebradas por los l¨ªderes de Francia, Alemania e Italia, ¡°que han formado un n¨²cleo duro para guiar el futuro de la UE¡± tras el Brexit, ¡°con reuniones frecuentes a las que Espa?a deber¨ªa estar invitada¡±.
La marginaci¨®n no se da solo en los escalones m¨¢s altos de la acci¨®n diplom¨¢tica. Tambi¨¦n en los medios y bajos. La presencia en grupos informales en organizaciones internacionales se va restringiendo y ¡°los embajadores [espa?oles] ven como paulatinamente se les recibe con menor frecuencia en las Canciller¨ªas extranjeras. O a menor nivel¡± que hasta ahora. ¡°Esto afecta directamente a gestiones para asuntos de inter¨¦s nacional, como los concursos y licitaciones: los competidores [de las empresas espa?olas] apoyados por la diplomacia [de sus pa¨ªses] saca ventaja¡±. En Canad¨¢, firmas espa?olas compiten por un programa de infraestructuras de 60.000 millones de d¨®lares; en Australia, Navantia pugna por vender fragatas; y en Ir¨¢n, el acuerdo nuclear ha abierto una carrera entre las compa?¨ªas occidentales por tomar posiciones en un mercado hasta ahora vedado.
El informe no ofrece una estimaci¨®n econ¨®mica del ¡°coste del no Gobierno¡±, pero s¨ª advierte de que, adem¨¢s de perder oportunidades, Espa?a se expone a sufrir sanciones. La m¨¢s preocupante es la hasta ahora aplazada por el incumplimiento del objetivo de d¨¦ficit, pero hay m¨¢s: est¨¢n pendientes de transposici¨®n con rango de ley 18 directivas comunitarias (ser¨¢n a 36 a finales de a?o) que pueden dar lugar a fuertes multas si no se aprueban. Est¨¢ ya avanzado un procedimiento de infracci¨®n por no ejecutar una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de diciembre de 2014 relativa a los estibadores.
Los ejemplos son muy diversos: a¨²n no se han desembolsado los siete millones de ayuda a Siria prometidos en febrero pasado en Londres y el pr¨®ximo 5 de octubre se celebra una conferencia de donantes para Afganist¨¢n en la que Espa?a se ver¨¢ obligada a bajar su contribuci¨®n a cero, despu¨¦s de haber aportado casi 500 millones en los ¨²ltimos a?os. Duermen en un caj¨®n el segundo Plan Nacional de Derechos Humanos o el Plan Director de la Cooperaci¨®n (2017-2020).
¡°En pol¨ªtica internacional, las oportunidades que se pierden no se recuperan¡±, advierte un veterano diplom¨¢tico. Espa?a necesita aliados para conseguir la sede de alguno de los organismos de la UE que saldr¨¢n de Reino Unido, la Agencia Europea del Medicamento y la Autoridad Bancaria Europea; o para ganar uno de los dos asientos en el Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU, en disputa con Australia y Francia, pero ¡°?qui¨¦n va a aliarse con un Gobierno en funciones que no puede prometer nada?¡±, remacha.
Un juez para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
El magistrado Luis L¨®pez Guerra, juez espa?ol del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, concluye en 2016 su mandato de nueve a?os. Espa?a deber¨ªa haber iniciado ya los tr¨¢mites para proponer un sustituto a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, pero la Abogac¨ªa del Estado ha aconsejado posponerlos hasta que haya nuevo Gobierno. Su mandato puede prorrogarse impl¨ªcitamente, pero solo hasta 2017, cuando se jubila por cumplir 70 a?os. Es la fecha l¨ªmite.
Las limitaciones del Gobierno en funciones han impedido renovar a m¨¢s de 40 embajadores que han cumplido ya su plazo de permanencia. Seis de ellos (algunos tan importantes como los de Mosc¨² o Roma) siguen en el puesto pese a haberse jubilado y tres jefaturas diplom¨¢ticas est¨¢n vacantes: las de India (por dimisi¨®n), B¨¦lgica (cese) y Jamaica (fallecimiento). La jefatura de dichas representaciones diplom¨¢ticas la ha asumido el Encargado de Negocios. Pero no es lo mismo.
La excepci¨®n ha sido el nombramiento del nuevo director general de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID), el diplom¨¢tico Luis Tejada. El PSOE cree que el Gobierno se ha extralimitado en sus funciones y ha pedido que el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo comparezca en el Congreso. Exteriores aduce que el cargo no es pol¨ªtico sino de gesti¨®n y que el nombramiento, avalado por la Abogac¨ªa del Estado, no lo ha hecho el Gobierno sino el Consejo Rector de la Agencia, aunque sus miembros los nombre el Gobierno. La situaci¨®n, alega el Ministerio, se hab¨ªa vuelto insostenible: desde que en octubre pasado dimiti¨® Gonzalo Robles, para presentarse a las elecciones, la direcci¨®n de la AECID estaba vacante. Sus competencias las ejerc¨ªan por rotaci¨®n los cuatro directores de ¨¢rea, pero dos de ellos se han marchado a otros destinos, por lo que solo quedaban dos. Uno ha sido ascendido.
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