Adoptado a los 86 a?os
Decenas de mayores son visitados en sus residencias por ¡°nietos¡± sin lazos de sangre
Bernardo Cea camina apoyando sus 88 a?os en la empu?adura de un bast¨®n de madera con forma de cabeza de p¨¢jaro. El brazo libre lo coge Alberto Cabanes, un joven que conoci¨® en Andamac, una residencia de Ciudad Real en la que vive hace cuatro a?os. Coincidieron porque Cabanes?visitaba a su abuelo, que falleci¨® hace casi un a?o. La Navidad de 2013 Bernardo le pidi¨® a los Reyes Magos un nieto y Alberto cumpli¨® su deseo. Lo ¡°adopt¨®¡± y decidi¨® propagar su acci¨®n hasta convertirla en una fundaci¨®n: Adopta un Abuelo. Este a?o un centenar de mayores, en su mayor¨ªa sin familia directa, tendr¨¢n ¡°nietos¡± y nueve pa¨ªses est¨¢n interesados en imitar el modelo de voluntariado.
En el peque?o municipio de Torrenueva est¨¢ la casa de Bernardo. Nieto e hijo de carpintero, continu¨® con el oficio familiar y construy¨® una segunda planta con la ilusi¨®n de que un matrimonio joven la habitara y se ocupara de ¨¦l y su esposa. ¡°Estaba dispuesto a que durmieran gratis o pagarles un sueldo, pero nadie quiso¡±, lamenta. Hace seis a?os que enviud¨® y cambi¨® su vida ¡°por completo¡±. El octogenario, que no tuvo descendencia, decidi¨® entonces mudarse a la residencia, donde est¨¢ a gusto y se siente querido. Cuando llega Alberto a visitar sus tardes tranquilas, lo recibe con un abrazo. Al igual que los otros nueve mayores que tienen ¡°nietos¡± adoptivos. Cada mayor es acompa?ado una vez por semana durante nueve meses por?dos universitarios,?para no crear dependencia y para que el encuentro ocurra de todas formas aunque uno no pueda.
Ino Gallego tiene dos ¡°nietas¡±. En su madurez trabaj¨® para la Cruz Roja acompa?ando a mayores, y ahora es ¨¦l quien se deja visitar. Su esposa Trini Ruiz, que tambi¨¦n vive en la residencia, est¨¢ ansiosa por retomar los encuentros, que se han paralizado de mayo a septiembre. ¡°Ha pasado mucho tiempo, las echamos de menos¡±, comenta con cari?o de sus dos voluntarias que repetir¨¢n la experiencia este a?o. Cabanes?destaca que el programa beneficia a ambas partes porque los j¨®venes aprenden de las historias de los mayores y estos se sienten acompa?ados y revitalizados por los voluntarios.
Adopta un Abuelo se fund¨® en octubre de 2014. Cabanes?hizo un plan piloto para el que convoc¨® j¨®venes de todas partes de Espa?a. Decidi¨® llevar el programa a las ciudades donde m¨¢s inter¨¦s vio: Santander, Granada, Madrid y Ciudad Real. El objetivo este a?o es cerrar acuerdos con residencias de otras cinco ciudades y lograr que m¨¢s de 100 mayores sean visitados semanalmente por sus ¡°nietos¡±. El doble de la cifra actual. Las solicitudes de interesados en participar llegan casi a los mil, pero faltan residencias, que son el soporte econ¨®mico del proyecto. ¡°Hay algunas que me han dicho ¡®no queremos voluntarios aqu¨ª¡¯¡±, comenta Cabanes, que renunci¨® a la consultora KPMG y dej¨® su departamento en Madrid para mudarse a la casa de sus padres en Ciudad Real y poder dedicarse por completo a la fundaci¨®n.
Bernardo est¨¢ orgulloso de lo que ha logrado su ¡°nieto¡±. Le cuesta creer que ¨¦l haya sido el inspirador de una idea tan bonita. ¡°Yo, que no tengo estudios¡±, dice sorprendido. Cuando camina por los pasillos de la residencia, donde desfilan salones copados de mayores participando de los talleres de tejido, de lectura, de colorear, lo hace con una sonrisa. ?l no quiere realizar las actividades que se imparten. ?l solo quiere pasear con su nieto.
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