¡°Mam¨¢, ?nosotros somos del D¨¢esh?¡±
La islamofobia se ha convertido en el principal delito de odio en Espa?a, con m¨¢s de 500 casos registrados al a?o
Rashida Mohamed, malague?a de 38 a?os, nunca hab¨ªa tenido problemas con su identidad de espa?ola musulmana, pero, hace tres meses dej¨® de usar su hiyab y tiene miedo de salir a la calle. Su exmarido la denunci¨® por supuestamente adoctrinar a sus dos hijos en el islam radical y, aunque no existan pruebas contra ella, Rashida se enfrentar¨¢ a un juicio por la custodia de los menores en noviembre. Su exmarido confirma la denuncia, pero no ha querido hablar con EL PA?S. Desde entonces, Rashida y su familia sufren agresiones y amenazas. ¡°Un d¨ªa mi hijo de nueve a?os lleg¨® a casa y me pregunt¨®: ¡®Mam¨¢, ?nosotros somos del D¨¢esh?¡±, cuenta. El suyo es uno de los m¨¢s de 500 casos de islamofobia que se han registrado el ¨²ltimo a?o en Espa?a. Desde 2015, ese es el principal delito de odio en el pa¨ªs (corresponde a un 40% del total), seg¨²n el Ministerio de Interior.
La Plataforma Ciudadana Contra la Islamofobia denunci¨® el a?o pasado un aumento de 500% en el n¨²mero de ocurrencias de ese delito. Isabel Romero, vicepresidenta de la Plataforma, afirma que ese incremento se dio despu¨¦s del atentado al semanario sat¨ªrico franc¨¦s Charlie Hebdo, en enero del a?o pasado. ¡°En la sociedad se construye una relaci¨®n directa entre el islam y el terrorismo. Cada vez que hay un atentado, hay un crecimiento de los delitos de odio¡±, explica Romero. En lo que va de a?o, la Plataforma ha recibido el doble de denuncias respecto al mismo per¨ªodo de 2015.?
Son agresiones verbales, f¨ªsicas, vejaciones y amenazas, muchas veces cometidas en las redes sociales. Los delitos de cyberodio corresponden al 21% del total, seguidos por la violencia contra mujeres por su indumentaria. ¡°Las mujeres somos m¨¢s reconocibles por nuestras prendas y, por eso, nos convertimos en el objeto m¨¢s directo de insultos¡±, afirma Romero.?
Los ¨²ltimos casos m¨¢s conocidos han sido la agresi¨®n a una mujer embarazada que llevaba un niqab en Barcelona, el 5 de septiembre, y la prohibici¨®n por parte de un instituto de Valencia de que una alumna, Takwa Rejeb, que usa el hiyab, asistiera a las clases durante una semana. Los ultras acusados de dar una patada en el abdomen de la embarazada fueron detenidos y en seguida puestos en libertad. Y el pasado 19 de septiembre, el Gobierno valenciano oblig¨® al centro a readmitir a la estudiante musulmana.?
Rechazo a los musulmanes
A los nueve a?os, Yasmina Baach escuch¨® a su profesor decir delante de sus compa?eros de clase que los musulmanes no eran personas civilizadas y que deber¨ªan volver a su pa¨ªs. Ya a los 21 a?os, la joven madrile?a iba por la calle vestida con su hiyab cuando un hombre le grit¨® que era ¡°una puta para los terroristas¡±. Las agresiones no paran ah¨ª: Baach es constantemente acosada en las redes sociales: ¡°Me paso tu Cor¨¢n y tu raza por el culo. Te matar¨ªa con mucho gusto¡±, dec¨ªa uno de los tuits que denunci¨® a la Polic¨ªa. ¡°All¨¢ a donde vaya temo ser rechazada de alguna manera, desde miradas hostiles, cambios de asientos en los transportes p¨²blicos a agresiones¡±, cuenta la joven.
El 46% de la poblaci¨®n espa?ola tiene una opini¨®n desfavorable respecto a los inmigrantes musulmanes. La cifra sube hasta un 54% en el caso de quienes se declaran pol¨ªticamente de derechas o conservadores, seg¨²n un sondeo realizado el a?o pasado por el think tank estadounidense Pew Research Center. Para Karim Hauser, analista de geopol¨ªtica en la Casa ?rabe, el perfil de quienes realizan ese tipo de delito de odio va desde un enfermo mental, a gente que carece de informaci¨®n y que nunca ha tenido contacto directo con un musulm¨¢n, hasta personas de corte fascista. ¡°Es el mismo perfil de quien se burla del acento andaluz o insulta a un catal¨¢n, o que piensa que ¡®los guiris apestan¡±, explica Hauser.
En noviembre de 2015, representantes de los ayuntamientos de Madrid, Valencia, Barcelona, Vigo, Pamplona, Ferrol, Zaragoza, Oviedo y C¨¢diz se reunieron para firmar un manifiesto contra la Islamofobia. Tanto con Hauser como Romero afirman, sin embargo, que queda mucho qu¨¦ hacer en Espa?a. ¡°El pa¨ªs no tiene un foco rojo con ese tipo de delitos, como Francia o Reino Unido, que tienen a m¨¢s musulmanes. Hay que hacer campa?as institucionales para que nos vean como ciudadanos m¨¢s de una sociedad heterog¨¦nea y multicultural¡±, defiende Hauser. ¡°Hemos aprendido a diferenciar entre ser vasco y ser terrorista. Hay que hacer lo mismo con el islam¡±, dice Romero.
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