?Por qu¨¦ los deberes son imprescindibles?

Que levante la mano quien haya retenido todo lo que explicaba su profesor cada d¨ªa en su etapa escolar sin tener que estudiar nada en casa. Suponiendo que alguien la haya levantado, habr¨¢n sido solo unas pocas y escogidas personas. El aprendizaje va unido al estudio y este a los mal llamados deberes escolares. Porque de lo que hablamos no son de casos excepcionales de personas con una gran retentiva sino de c¨®mo deben ser las cosas para la generalidad de la poblaci¨®n, tanto para los ni?os a los que les cuesta mucho retener conocimientos como para los que les cuesta poco. El h¨¢bito de estudio en casa es algo que se debe aprender desde ni?o y que sirve para toda la vida. Para prepararse una oposici¨®n, una reuni¨®n o un discurso.

Aprender a estudiar implica saber separar el grano de la paja, saber hacer un buen esquema y aprender a distinguir, en definitiva, qu¨¦ es lo importante. Con el aprendizaje en la soledad de tu habitaci¨®n, de tus razonamientos, de tus pensamientos y de tus descubrimientos es como se amuebla tu cerebro con conocimientos que te van a valer para formarte un criterio para opinar, tomar decisiones o votar.

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?Y qu¨¦ tiene esto que ver con la ideolog¨ªa? Nada. ?Acaso los m¨¢s relevantes pensadores o cient¨ªficos de la historia eran y son de derechas? ?O son de izquierdas? Todos, con independencia de sus ideas pol¨ªticas, tuvieron a buen seguro ese rinc¨®n en el que amueblaron sus cerebros, realizaron sus experimentos y planearon sus tesis doctorales y sus discursos. Todos hicieron sus deberes. Otra cosa es el tiempo que les dedicaran. ?Cu¨¢nto? Pues el razonable. El que dicta la raz¨®n, seg¨²n la edad y la capacidad del ni?o. Pocos expertos se atreven a dar una referencia pero, entre las que existen, est¨¢ la de 10 minutos por curso. Es decir, 10 minutos diarios pintando y escribiendo las primeras palabras en 1? de primaria, a los 6 a?os; una hora, en 6? de primaria, y as¨ª sucesivamente. Aunque se trata solo de una referencia, sirve para saber que las tareas que triplican estos tiempos son excesivas y, muchas de ellas, probablemente innecesarias.

En educaci¨®n, debate que surge, debate que se politiza. Es un campo que se presta a ello por lo sensible que es la ense?anza de algunos contenidos, como la historia o los valores. Pero el aprendizaje del h¨¢bito de estudio y del valor del esfuerzo no tienen color pol¨ªtico. Adem¨¢s, luego, a la hora de llegar a un pacto educativo, se mezclan aspectos muy ideol¨®gicos con cuestiones de este tipo, complicando a¨²n m¨¢s acuerdos y consensos.?

Y, volviendo a los deberes, me quedo con dos datos de la encuesta de Metroscopia: el 53,4% ve positivo que los ni?os los hagan en casa, pero el 70,5% cree adecuado el tiempo que pasan en el colegio. En efecto, no parece razonable que pasen m¨¢s en ¨¦l pero tampoco que no estudien en casa. Ahora s¨ª, el tiempo justo y necesario. ?Cu¨¢nto? ?Qu¨¦ nota cree que hubiera sacado si hubiera estudiado de adolescente hora y media todos d¨ªas, justo despu¨¦s de merendar y antes de ponerse a jugar o a chatear? ?Sobresaliente? En muchos casos, es probable.

?Susana P¨¦rez de Pablos es periodista de EL PA?S, especializada en educaci¨®n, y autora de El papel de los padres en el ¨¦xito escolar de sus hijos (Catarata).