Antisistema
En su plan de erosionar al PSOE, Podemos juega la baza de desmantelar, para ganar votos, un fr¨¢gil Estado democr¨¢tico
En un art¨ªculo de M. A. Hidalgo en Letras Libres he le¨ªdo la siguiente definici¨®n del populismo: ¡°El populismo responde al uso de mensajes sencillos basados en hechos falsos o altamente simplificados en busca de una confrontaci¨®n con un tercero, y con el objetivo de aunar voluntades con las que alcanzar el poder¡±. En este ¨²til caj¨®n de sastre tienen cabida fen¨®menos pol¨ªticos diversos, de derecha y de izquierda, desde los promotores del Brexit Beppe Grillo, desde las nuevas derechas germanas a Podemos. Solo que sus fronteras resultan estrechas para dar cuenta de proyectos y formas de hacer pol¨ªtica que desbordan hoy los l¨ªmites del populismo, aunque le tomen prestada la voluntad de encabezar la movilizaci¨®n del sujeto que en tiempos de Ortega era llamado ¡°las masas¡± para alcanzar el poder.
Al observar las pol¨ªticas desarrolladas, desde distintos ¨¢ngulos, por Donald Trump en Estados Unidos, Nicol¨¢s Maduro en Venezuela o Vlad¨ªmir Putin en Rusia, por lo que toca a las relaciones internacionales, salta a la vista que en sus actuaciones una y otra vez sustituyen la competici¨®n democr¨¢tica por la agresi¨®n al otro, vulnerando sistem¨¢tica e intencionadamente las reglas de juego del sistema pol¨ªtico. Incluso cuando, como en Venezuela, las mismas hayan sido obra del chavismo.
Estamos as¨ª ante un asalto en orden disperso a la democracia y al Estado de derecho como en los a?os de entreguerras. Trump a¨²n no ha podido desplegar su brutalidad, pero Maduro y Putin, en sus respectivas esferas, est¨¢n haci¨¦ndolo sin reservas; incluso, en el caso del presidente ruso, cometiendo cr¨ªmenes contra la humanidad ¡ªbombardeo de Alepo¡ª por el simple motivo de exhibirse como primera potencia.
La indignidad acompa?a siempre a este tipo de pol¨ªticas agresivas. Tambi¨¦n a quienes las apoyan. Pablo Iglesias, insistente antes proponiendo contar con Putin en la soluci¨®n de Siria, y ahora callado como un muerto ante las acciones criminales del ruso. De hecho, su evoluci¨®n ¡ªdesde el fracaso de su intento de dominar desde dentro el Gobierno¡ª se desliza cada vez m¨¢s hacia el marasmo antisist¨¦mico, donde lo ¨²nico claro es su intento de erosionar/captar al PSOE, aunado con la voluntad de jugar a fondo la baza de desmantelar, por ganar votos, un fr¨¢gil Estado democr¨¢tico. Como en Trump o en Maduro, nunca hay argumentos, solo consignas cien veces repetidas ¡ªel ¡°derecho a decidir¡±¡ª y provocaciones, como la del 12 de Octubre, capitaneando una carga de sus mesnadas contra los s¨ªmbolos constitucionales. Solo faltaba la invocaci¨®n al esp¨ªritu de la Guerra Civil, el regreso a las trincheras, cuando Iglesias bien sabe que en las suyas (que son las m¨ªas) no solo hab¨ªa heroicos luchadores, sino tambi¨¦n criminales. ?Volvemos al 36?
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