Las cicatrices invisibles del c¨¢ncer de mama
Despu¨¦s del tratamiento, las pacientes conviven con el miedo y la ansiedad ante una posible reca¨ªda
La pesadilla de Mariam Ch¨¢vez med¨ªa tres cent¨ªmetros y crec¨ªa en su pecho izquierdo. Ella ten¨ªa 28 a?os cuando le diagnosticaron el c¨¢ncer de mama, estudiaba ginecolog¨ªa y no hab¨ªa precedentes de la enfermedad en su familia. ¡°Era como estar en una pel¨ªcula. No cre¨ªa que me estaba pasando a m¨ª¡±, recuerda, hoy con 43 a?os. Dos meses despu¨¦s del diagn¨®stico, le quitaron parte de la mama y empez¨® un tratamiento que result¨® en la remisi¨®n del tumor. Pero en cada revisi¨®n m¨¦dica, ella revive la pesadilla.
¡°Siempre hay miedo por lo que te van a decir. En una de las primeras revisiones me dijeron que no podr¨ªa tener hijos por la quimioterapia. Escuchar aquello fue mucho peor que cuando me contaron que ten¨ªa c¨¢ncer¡±, cuenta Ch¨¢vez, que al final pudo tener tres hijos biol¨®gicos despu¨¦s del tratamiento.
Ese miedo est¨¢ fundado en el riesgo de reca¨ªdas, que suelen darse entre los dos y cinco a?os despu¨¦s del primer diagnostico. A los dos a?os, la probabilidad de reincidencia es de?18%. Pasados los cinco a?os, esa tasa llega a un 30%, seg¨²n datos del Grupo Espa?ol de Investigaci¨®n en C¨¢ncer de Mama (Geicam).
La treinta?era Ane Dom¨ªnguez, que fue diagnosticada a los 27 a?os con un tumor raro en la mama derecha, es una de las mujeres que entran en las estad¨ªsticas. Ella se enfrent¨® a dos cirug¨ªas y empez¨® a asistir a revisiones cada seis meses. En una de ellas, detectaron otro bulto. ¡°Sal¨ª de la consulta y me ech¨¦ a llorar. Lo pas¨¦ peor por mi madre que por m¨ª. Me dio mucho apuro cont¨¢rselo, porque sab¨ªa que sufrir¨ªa m¨¢s que yo¡±, dice Dom¨ªnguez, quien tuvo que someterse a una mastectom¨ªa. La joven sigue yendo a las revisiones y los m¨¦dicos ya le han dicho que hay posibilidad de que la enfermedad vuelva.
Noelia Palacio, psic¨®loga oncol¨®gica, explica que es com¨²n que el miedo a la reincidencia provoque picos de ansiedad antes de cada control cl¨ªnico. Para mitigar esa sensaci¨®n es importante mantener una buena comunicaci¨®n con el equipo m¨¦dico. "Las pacientes deben preguntar cualquier duda a los onc¨®logos y enfermeros. Eso les ayuda a reaccionar bien ante el miedo", afirma la psic¨®loga, quien se?ala que, en esos momentos, internet puede ser el peor enemigo. "All¨ª pueden encontrar cosas muy alarmistas, que solo van a aumentar la ansiedad", explica Palacio.
26.500 mujeres son diagnosticadas cada a?o en Espa?a, seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer (AECC).?Para las que son madres, la angustia es a¨²n m¨¢s grande. "Yo ten¨ªa dos hijos peque?os y me aterrorizaba la idea de morir y dejarlos solos. El cambio f¨ªsico no me afect¨®, pero s¨ª la incertidumbre sobre si el c¨¢ncer volver¨ªa", cuenta Marta Sarabia, de 43 a?os, que se enfrent¨® a un tumor en 2010. Despu¨¦s de la mastectom¨ªa, Sarabia busc¨® ayuda psicol¨®gica.
"El apoyo emocional y ps¨ªquico es fundamental en el proceso de curaci¨®n", defiende Patrizia Bressanello, psic¨®loga de la AECC. Bressanello explica que el asesoramiento emocional ayuda a las mujeres a hacer frente a los diferentes momentos de la enfermedad y permite identificar si la paciente puede desarrollar un trastorno m¨¢s grave, como una depresi¨®n ¡ªaunque menos del 50% llega a ese punto, seg¨²n la AECC¡ª.
Normalizar el dolor
Pese a todas las recomendaciones, los expertos oncol¨®gicos se?alan que es normal sentir miedo y ansiedad. Por eso creen que los mensajes de positividad ¡ª como?"Hay que estar animada" o "S¨¦ fuerte"¡ª a veces hacen m¨¢s da?o que bien. "La corriente del pensamiento positivo es muy perversa. Genera una gran responsabilidad y muchas mujeres se sienten culpables por sentirse mal", explica Noelia Palacio. La clave, defiende la psic¨®loga, es centrarse en el "aqu¨ª y ahora" e intentar no anticipar el futuro. "Hay que normalizar el dolor, el miedo y las incertidumbres", concluye Palacio.
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