¡°Hay que aprovechar un Gobierno d¨¦bil para impulsar una agenda reformista¡±

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Cuando el PSOE se ve en dificultades y siente la necesidad de explicarse mejor cara al exterior, siempre acaba por echar mano de Ram¨®n J¨¢uregui (San Sebasti¨¢n, 1948). La comisi¨®n gestora le ha nombrado presidente y portavoz de los socialistas en el Parlamento europeo. Estos d¨ªas, sin embargo, los destinatarios de su mensaje son en primer t¨¦rmino los militantes y los votantes de su partido.

Pregunta. ?Y ahora c¨®mo se explica a una militancia exacerbada las bondades de la abstenci¨®n?

Respuesta. Remando aguas arriba, eso es evidente. Pero trasladando a la vez unos argumentos pol¨ªticos contundentes. Primero, por responsabilidad democr¨¢tica. Si no eres capaz de presentar un Gobierno alternativo al partido ganador, debes aceptar que construya su mayor¨ªa y pueda gobernar. Segundo, por sentido de pa¨ªs. El PSOE debe mantener su ADN hist¨®rico de compromiso con los grandes problemas de Espa?a. Tercero, por un sentimiento de utilidad en la oposici¨®n, que podemos y debemos hacer porque tenemos a un Gobierno en minor¨ªa. Y por ¨²ltimo, por un sentido de futuro para el partido. Quien niegue que un partido tome decisiones al margen de sus intereses es un c¨ªnico o un ignorante. Al PSOE no le interesa que haya elecciones ahora.

P. ?Se puede ser ¨²til diciendo no a todo lo que venga del Gobierno?

R. No contemplo para nada que el PSOE vaya a ser un l¨ªder de la oposici¨®n total. Pienso en un PSOE capaz de pactar. Tambi¨¦n con el Gobierno. Creo que las decisiones que Espa?a necesita tomar reclaman el acuerdo con el Gobierno. Pensiones, reforma fiscal, el reto de la secesi¨®n en Catalu?a, una reforma constitucional... A Espa?a le corresponde hacer lo que Rajoy no hizo en cinco a?os. Hay que aprovechar la debilidad de ese Gobierno para establecer una agenda reformista.

P. ?Y todo eso con Podemos segando la hierba bajo sus pies?

R. Podemos tendr¨¢ que elegir qu¨¦ quiere ser de mayor. Ah¨ª tiene su debate, pero cuanto m¨¢s se vuelquen en la calle, m¨¢s espacio queda para el centro-izquierda que representa el PSOE. Nosotros estamos llamados a ejercer de gran pivote de la pol¨ªtica espa?ola.

P. ?Se estaba ¡°podemizando¡± el PSOE, como dice Javier Fern¨¢ndez?

Quien niegue que un partido tome decisiones al margen de sus intereses es un c¨ªnico o un ignorante. Al PSOE no le interesa que haya elecciones ahora

R. Ha habido una radicalidad artificiosa, t¨¢ctica. Hay muchos que confunden la radicalidad con la fortaleza. Una izquierda m¨¢s radical no es una izquierda m¨¢s numerosa, no es una izquierda m¨¢s fuerte. El PSOE ha aspirado siempre a una mayor¨ªa social que pueda ganar a la derecha y eso implica aceptar que en Espa?a hay un centro sociol¨®gico muy grande. Perder el centro es perder la capacidad de ser alternativa.

P. Algunas decisiones no tienen vuelta atr¨¢s, como la elecci¨®n directa por los militantes del secretario general. Pero algunos dirigentes no parecen c¨®modos con esa llamada constante a que se consulte a las bases.

R. La democracia representativa tiene que recuperar su papel. Nos eligen para que decidamos. Cuando se habla de hacer consultas, no s¨¦ por qu¨¦ se atribuye a los militantes el monopolio de la decisi¨®n socialista. Si alguien pudiera tenerla ser¨ªan los votantes. Debemos serenar este debate. Hay una tentaci¨®n asamblearia muy peligrosa para la pol¨ªtica. Las consultas recogen respuestas binarias a problemas complejos.

P. ?Deben romperse relaciones con el PSC si no acata lo que decida el comit¨¦ federal?

R. No me parece correcta su posici¨®n de indisciplina previa, pero tampoco creo que sea el momento de cuestionar nuestro marco de relaci¨®n pol¨ªtica y org¨¢nica. El PSOE y el PSC siguen teniendo por delante un reto fundamental: solucionar el problema de Catalu?a.

P. ?Qu¨¦ debe hacer el PSOE para recuperar la mayor¨ªa?

R. Dirigirnos a la modernidad espa?ola. A una sociedad con una moralidad c¨ªvica distinta, que descubre la impostura pero reconoce los liderazgos.