?Fractura irreversible o una historia que se repite?

Dice un veterano socialista que los militantes act¨²an desde la emoci¨®n y los cuadros dirigentes desde la defensa de sus propios intereses, pero que unos y otros carecen del olfato pol¨ªtico que tienen los votantes, capaces de intuir mucho antes que ellos hacia d¨®nde se dirige el esp¨ªritu de los tiempos.

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Aunque a primera vista el resultado de la votaci¨®n del comit¨¦ federal de este domingo refleje una grave fractura en el seno del PSOE (60% a favor de la abstenci¨®n, 40% partidario del no a Rajoy, aproximadamente), no se aleja mucho de lo que ocurri¨® en otros momentos hist¨®ricos en los que el partido vivi¨® periodos de divisi¨®n. M¨¢s all¨¢ de la grandilocuencia o el pragmatismo con que las partes enfrentadas presentan el dilema (¡°una mera decisi¨®n t¨¢ctica¡±, dicen los partidarios de la abstenci¨®n; ¡°una cuesti¨®n de principios¡±, responden los del no a ultranza), lo ocurrido es un nuevo episodio de la eterna pulsi¨®n entre militantes y dirigentes, entre ¡°las bases¡± y ¡°el aparato¡±. Ese era el trasfondo de la pugna entre Josep Borrell y Joaqu¨ªn Almunia (55%-45%); as¨ª se present¨® la lucha entre Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Jos¨¦ Bono (41,6%-40,7%); del mismo modo se vio la rivalidad entre Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Carme Chac¨®n (51,1%-48,8%).

?D¨®nde est¨¢ ahora la diferencia? En el modo irresponsable con que se han calentado los ¨¢nimos de la militancia y en el modo miedoso con que se ha permitido que se alimentara ese clima de tensi¨®n.

En los peores momentos de la cruenta guerra desatada entre ¡°guerristas¡± y ¡°renovadores¡±, cuando se preguntaba a los militantes si eran de Felipe o de Guerra, la respuesta era ¡°yo de los dos¡±.

El congreso extraordinario que se celebr¨® en 1979, tras la dimisi¨®n de Felipe Gonz¨¢lez unos meses antes, aprob¨® la decisi¨®n m¨¢s traum¨¢tica que ha adoptado este partido en su historia: la renuncia al marxismo y el abrazo a la socialdemocracia. La nueva ejecutiva federal obtuvo un apoyo del 86% de los delegados.

?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando el PSOE celebre el congreso que tiene pendiente? Es obligado por los estatutos que su secretario general sea elegido mediante primarias. Cualquier candidato que se haga con la bandera de una militancia que hoy se siente, de un modo amplio, ninguneada, partir¨¢ desde una posici¨®n de ventaja.

Solo hay una alternativa, que hoy est¨¢ a¨²n por dibujar. Que aparezca un candidato capaz de entender, proyectar y hacer suyos los problemas y anhelos de un centroizquierda que sigue siendo mayor¨ªa sociol¨®gica en Espa?a. Y que arrastre tras de si a los militantes.