Espa?a necesita respuestas a las nuevas preguntas
La actual situaci¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social exige transformar las estructuras y las leyes en Espa?a y adecuarlas a las nuevas demandas de los ciudadanos
¡°Cuando ten¨ªamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas¡±, dec¨ªa el escritor uruguayo Mario Benedetti. Una forma muy gr¨¢fica para explicar lo que est¨¢ pasando en Espa?a. Las instituciones, las leyes, las estructuras y los usos y costumbres que se desarrollaron en nuestro pa¨ªs desde la restauraci¨®n de la democracia no han evolucionado al ritmo de los nuevos problemas de una sociedad insatisfecha y que reclama profundas reformas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales.
Adem¨¢s, la manera de afrontar la dur¨ªsima crisis global, iniciada en 2008, no solo ha aumentado la desigualdad, sino que ha abierto la brecha entre los partidos y unos ciudadanos que cada vez se sienten m¨¢s alejados de las instituciones. Los pol¨ªticos han de buscar soluciones ante los nuevos retos que tienen ante s¨ª: ofrecer certezas a personas decepcionadas, indignadas y que exigen respuestas a sus problemas reales. Paro, corrupci¨®n, gesti¨®n pol¨ªtica, futuro de las pensiones, Estado del bienestar, desigualdad, justicia... son los m¨¢s importantes.
EL PA?S inicia hoy una serie sobre las principales reformas que necesita Espa?a. La formaci¨®n de un nuevo Gobierno, tras m¨¢s de 300 d¨ªas de interinidad, devuelve la normalidad institucional a nuestro pa¨ªs y abre la posibilidad de pactar nuevas pol¨ªticas para hacer frente a los problemas reales de los espa?oles. Un Parlamento tan fraccionado puede facilitar el di¨¢logo y evitar el inmovilismo propio de las mayor¨ªas absolutas.
La evoluci¨®n de los resultados en las ¨²ltimas elecciones en Espa?a (europeas, auton¨®micas, municipales y generales) muestra el desgaste de los dos grandes partidos pol¨ªticos (PP y PSOE), que se han turnado en el poder desde 1982, y el nacimiento de otras dos fuerzas (Podemos y Ciudadanos) que pretenden ocupar su espacio con nuevas ofertas y pol¨ªticas reformistas. Aunque ni los partidos viejos son tan viejos ni los nuevos son tan nuevos. La realidad ha demostrado que los acuerdos son posibles, como ha sucedido en multitud de Ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas.
Junto al declive del bipartidismo, se ha producido un movimiento intenso de desafecci¨®n hacia la clase pol¨ªtica y hacia las instituciones. Los espa?oles reclaman cambios pol¨ªticos profundos y urgentes. Est¨¢ en crisis hasta la propia democracia representativa, con el riesgo de que siga aumentando la n¨®mina de ciudadanos que se sienten fuera del sistema y que quieren acabar con lo que denominan ¡°el r¨¦gimen del 78¡±, impulsados por algunas fuerzas pol¨ªticas que hacen el doble juego de estar dentro y fuera del sistema.
Este mismo s¨¢bado, la Coordinadora 25S, surgida de la protesta del 25 de septiembre de 2012, ha convocado una manifestaci¨®n en la que destacan lemas como ¡°frente a un Congreso vac¨ªo de democracia oponemos nuestras plazas llenas de lucha¡±. Est¨¢ previsto que participen varios dirigentes de Unidos Podemos.
Al margen de este ambiente de enfrentamiento, hay una serie de reformas pol¨ªticas que se deben acometer de forma urgente; especialmente las referidas a la regeneraci¨®n. La corrupci¨®n y la falta de transparencia han sido dos de las causas fundamentales de esa desafecci¨®n. Los espa?oles demandan limpiar la clase pol¨ªtica y cambiar algunas de las reglas del juego que han funcionado hasta ahora. Entre ellas, la ley electoral, sobre la que la mayor¨ªa de los partidos pol¨ªticos est¨¢n dispuestos a negociar, sobre la base de aumentar la proporcionalidad.
Separaci¨®n de poderes
Todo ello sin olvidar las reformas necesarias ante el reto dinamizador del Estado: la justicia, los ¨®rganos jurisdiccionales y la Administraci¨®n p¨²blica, en busca de una m¨¢s clara separaci¨®n de poderes y una mayor eficacia del Estado, las comunidades aut¨®nomas y los Ayuntamientos. Esa es una asignatura pendiente, junto a la financiaci¨®n auton¨®mica, cuyas negociaciones no han conseguido dar con la soluci¨®n a un problema que se arrastra desde hace a?os.
Otra reforma ineludible es la de negociar un nuevo marco pol¨ªtico y econ¨®mico espec¨ªfico para Catalu?a. El movimiento secesionista catal¨¢n requiere, adem¨¢s de la defensa de la legalidad, una respuesta pol¨ªtica que ha brillado por su ausencia en los ¨²ltimos a?os. Urge iniciar un di¨¢logo entre todas las fuerzas pol¨ªticas para rehacer las relaciones de Catalu?a con el conjunto de Espa?a.
Las pol¨ªticas de exteriores, seguridad y defensa requieren tambi¨¦n un cambio de rumbo. Espa?a ha perdido peso e influencia tanto en los ¨®rganos de gobierno de la Uni¨®n Europea como en sus relaciones con Estados Unidos y los principales pa¨ªses iberoamericanos. Es el momento de definir nuestra posici¨®n estrat¨¦gica y buscar una mayor influencia internacional.
En el entorno econ¨®mico y social, las reformas son especialmente urgentes. La primera, sin duda, la de las pensiones. Los cambios demogr¨¢ficos, el aumento del n¨²mero de desempleados y el propio sistema de reparto han puesto en peligro la financiaci¨®n de las pensiones. Es urgente la convocatoria del Pacto de Toledo para buscar soluciones a uno de los problemas que preocupan a m¨¢s espa?oles.
La reforma fiscal es otra de las prioridades a muy corto plazo. Hay que replantear la pol¨ªtica de ingresos y gastos dentro del marco legal de la UE y garantizar el Estado del bienestar en Espa?a; uno de los principales logros de la democracia. Habr¨ªa que plantear tambi¨¦n nuevas pol¨ªticas para luchar contra la desigualdad en todos sus aspectos y un nuevo enfoque en la pol¨ªtica migratoria.
La pol¨ªtica social y las relaciones laborales merecen tambi¨¦n un planteamiento que se adapte al nuevo entorno econ¨®mico y del empleo. Las dos reformas laborales aprobadas en los ¨²ltimos a?os no han solucionado los graves problemas de desempleo que tiene nuestro pa¨ªs, probablemente porque se han centrado en los modelos de contrataci¨®n.
Todo ello sin olvidar dos reformas imprescindibles para Espa?a: la modernizaci¨®n del modelo productivo y la del sistema educativo. Esos son dos pactos de Estado que deber¨ªan plantearse cuanto antes, intentando una conversaci¨®n lo menos ideologizada posible, teniendo en cuenta que son b¨¢sicos para el futuro de Espa?a y de sus ciudadanos.
Y, finalmente, los pol¨ªticos deber¨ªan debatir, de una vez por todas, la reforma de la Constituci¨®n. Muchas de las reformas planteadas pueden requerir cambios en una Ley Fundamental que, con 38 a?os de vida, necesita modificaciones para adaptarse a los nuevos tiempos. Ser¨ªa oportuno crear una subcomisi¨®n parlamentaria para analizar la reforma de la Constituci¨®n. Cuanto antes, mejor.
Prioridades para una legislatura distinta
1.- Reforma de las pensiones. Garantizar un sistema sostenible acorde a la nueva situaci¨®n.
2.- Pacto por la educaci¨®n. Propuestas para un gran acuerdo que recoja el modelo al que deber¨ªamos aspirar.
3.- Reforma fiscal. Replanteamiento de ingresos y gastos en el marco de la UE y que garantice el Estado del bienestar.
4.- Pol¨ªtica social y marco de relaciones laborales. Soluciones en el nuevo entorno laboral.
5.- Regeneraci¨®n pol¨ªtica. C¨®mo afrontar la crisis institucional, luchar contra la corrupci¨®n y reformar la ley electoral.
6.- Pol¨ªticas de igualdad. C¨®mo enfrentarse a la desigualdad y c¨®mo plantear una nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n.
7.- Modernizaci¨®n del modelo productivo y digitalizaci¨®n de la econom¨ªa. Hacia una nueva pol¨ªtica industrial y tecnol¨®gica sostenible en un mundo digital, que fomente la I+D+I.
8.- Pol¨ªtica exterior y Defensa. Definici¨®n de la posici¨®n estrat¨¦gica y de seguridad de Espa?a en el mundo.
9.- Nuevo papel del Estado. Cambios necesarios ante el reto dinamizador del Estado.
10. Reforma de la justicia y de los ¨®rganos jurisdiccionales.
11. Nuevo marco pol¨ªtico y econ¨®mico para Catalu?a. Propuestas para rehacer las relaciones de Catalu?a con el conjunto de Espa?a.
12. Reforma de la Constituci¨®n.
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