Torres-Dulce reivindica el ¡°patriotismo del jurista¡± en defensa de los derechos humanos
El ex fiscal general recibe el XXII Premio Pelayo para juristas de reconocido prestigio
Eduardo Torres-Dulce Lifante (Madrid, 1950), fiscal general del Estado entre febrero de 2012 y noviembre de 2014, ha reivindicado este jueves el ¡°patriotismo del jurista sin m¨¢s se?or que las leyes, sin m¨¢s servicio que la libertad de sus ciudadanos¡±. En su discurso de aceptaci¨®n del XXII Premio Pelayo a juristas de reconocido prestigio, uno de los galardones m¨¢s reputados que la sociedad civil otorga a gentes del mundo del Derecho, Torres-Dulce, que ahora ejerce la abogac¨ªa en el despacho Garrigues, reclam¨® ¡°alzar la voz¡± para defender ¡°cueste lo que cueste¡± el ¡°bagaje de esperanza que son los derechos humanos fundamentales¡±.
El ex fiscal general, con 40 a?os de servicio en el ministerio p¨²blico, donde alcanz¨® los puestos de fiscal de Sala del Tribunal Supremo y el Constitucional, reclam¨® a los hombres de leyes que dejen de ser ¡°autoprisioneros en la comodidad de una torre de marfil¡± en la que la justicia se ejerce ¡°en abstracto¡±. Citando al jurista norteamericano Oliver Wendell Holmes, Torres-Dulce record¨® que la ley ¡°refleja las necesidades sentidas de la ¨¦poca¡±, y que han de ser estas necesidades y no ninguna teor¨ªa, lo que determine el ordenamiento jur¨ªdico.
Tener los pies en la tierra y la vista puesta en las personas, no significa, seg¨²n el galardonado, que los juristas no ejerzan su oficio ¡°con horizontes de utop¨ªa¡±. ¡°Estoy convencido de que el valor constitucional de Justicia no puede sino aspirar socialmente a ese ideal sublime por mucho por mucho que en el d¨ªa a d¨ªa sea engullido por la avalancha de burocracia o de defectuosidad en el ejercicio de resolver conflictos¡±, ha manifestado Torres-Dulce, que adem¨¢s de su labor como fiscal ha ejercido la docencia y ha publicado diversos libros sobre su gran pasi¨®n, el cine.
En el cierre de su alocuci¨®n, el ex fiscal general ha reclamado a los juristas un debate en ¡°clima de libertad¡±, un debate, que, dijo, ¡°cada d¨ªa se torna m¨¢s y m¨¢s lejano, oscurecido por el ruido y la furia, bien del pensamiento ¨²nico, bien de esa moderna forma de censura que ha tomado la forma de lo pol¨ªticamente correcto¡±.
El premio, que otorga el Foro Jur¨ªdico de la mutua aseguradora Pelayo, bajo la Presidencia de Honor del rey Felipe VI, est¨¢ dotado con 30.000 euros libres de impuestos y tiene como presidente del jurado a Landelino Lavilla, consejero permanente de Estado. Lavilla destac¨® en su discurso ¡°el rigor y la brillantez fordiana¡± de Torres-Dulce en los plenos del Consejo de Estado.
En el jurado se sientan, entre otros, Carlos Carnicer, presidente em¨¦rito del Consejo General de la Abogac¨ªa; Mar¨ªa Emilia Casas, presidenta em¨¦rita del Tribunal Constitucional y Juan Luis Cebri¨¢n, presidente del Grupo PRISA, editor de EL PA?S. Jos¨¦ Boada, presidente de Pelayo, hizo hincapi¨¦ en su discurso de apertura del acto en la necesidad de ¡°mantenernos firmes en nuestras convicciones humanistas¡± en un momento en el que ¡°asistimos perplejos a un cambio de ciclo en la gobernanza global¡±.
La laudatio de Torres-Dulce correspondi¨® al galardonado del a?o anterior, Fernando Ledesma. El ministro de Justicia del primer Gobierno del PSOE destac¨® la personalidad del premiado como ¡°jurista ¨ªntegro e integrador (¡) consciente de la fuerza condicionadora de la realidad circundante, ilustrado, culto, propenso a escuchar las voces de los m¨¢s d¨¦biles (¡) y dispuesto a renunciar a un condici¨®n de poder si as¨ª se lo dicta la conciencia¡±.
Ledesma record¨® c¨®mo en su discurso de toma de posesi¨®n como fiscal general, Torres-Dulce evoc¨® a Pedro Rodr¨ªguez de Campomanes, ministro de Hacienda con Carlos III y uno de los impulsores de las reformas sociales, econ¨®micas y culturales que modernizaron la Espa?a del siglo XVIII. ¡°Citar a un ilustrado no es neutral (¡) signific¨® la creaci¨®n de un mundo de valores morales, sociales y pol¨ªticos que remiten a la existencia de derechos en virtud de la condici¨®n humana¡±, record¨® Ledesma, presidente de la Secci¨®n Cuarta del Consejo de Estado.
Al acto asistieron, entre otros, el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, que presidi¨® el acto. Lesmes destac¨® la ¡°formaci¨®n human¨ªstica¡± de Torres-Dulce y record¨® c¨®mo fueron ¡°c¨®mplices en la batalla que hubo que dar en defensa de la autonom¨ªa del Ministerio Fiscal¡±. En la mesa presidencial figuraban, entre otros, la defensora del pueblo, Soledad Becerril; el presidente del Consejo de Estado, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa y el presidente del Tribunal de Cuentas, Ram¨®n ?lvarez de Miranda, as¨ª como destacados miembros de la c¨²pula judicial y fiscal, entre los que destacaba Consuelo Madrigal, recientemente relevada como fiscal general del Estado, que acudi¨® a t¨ªtulo personal.
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