La preocupaci¨®n ciudadana por la corrupci¨®n se dispara durante el Gobierno de Rajoy
Los registros del CIS rompen r¨¦cords, pero a los votantes del PP les preocupa m¨¢s el paro
Desde que Mariano Rajoy sustituy¨® a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como presidente del gobierno, en 2011, la preocupaci¨®n ciudadana por la corrupci¨®n se ha multiplicado, alcanzando niveles de r¨¦cord y consolid¨¢ndose como el segundo problema de los espa?oles tras el paro, seg¨²n el CIS. Los a?os del presidente del PP en La Moncloa han sido los de los casos G¨¹rtel, P¨²nica, B¨¢rcenas o Taula. Los del procesamiento judicial de este partido como presunto part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo de una de esas tramas. Y los de sus sucesivas victorias en dos elecciones generales. Los expertos explican la paradoja con datos: a los votantes del PP les importa menos la corrupci¨®n que al resto, seg¨²n el CIS.
Jueves 17 de noviembre. Felipe VI se dirige a los diputados y senadores que se han reunido en el Congreso para la apertura solemne de la legislatura. El Monarca se?ala los retos a los que se enfrenta Espa?a. Y subraya: ¡°La corrupci¨®n, que ha indignado a la opini¨®n p¨²blica en todo nuestro pa¨ªs y que debe seguir siendo combatida con firmeza, tiene que llegar a ser un triste recuerdo de una lacra que hemos de vencer y superar¡±. Los parlamentarios aplauden. Saben que no hay nada casual en esa referencia. El 37,6% de los encuestados por el CIS se?alaba a la corrupci¨®n y al fraude como uno de los tres grandes problemas de Espa?a en octubre de 2016. El r¨¦cord hist¨®rico del 63,8% se alcanz¨® cuando el primer gobierno de Rajoy ya hab¨ªa superado el ecuador de su mandato, en noviembre de 2014. Un salto estad¨ªstico espectacular frente al 5,4% que se refer¨ªa a este problema en el ¨²ltimo mes de gobierno de Zapatero.
¡°Ese incremento se ha producido en gran medida por dos cosas¡±, razona Fernando Jim¨¦nez S¨¢nchez, profesor de ciencia pol¨ªtica y de la administraci¨®n de la Universidad de Murcia y miembro del grupo de expertos en lucha contra la corrupci¨®n del Consejo de Europa (GRECO). ¡°Primero, por la visibilidad mayor de la corrupci¨®n ante las oleadas casi incesantes de esc¨¢ndalos recogidas en los medios y las noticias de seguimiento de estos casos conforme avanzaban las investigaciones policiales o se celebraban los juicios¡±, enumera. ¡°Y segundo y m¨¢s importante, por el contexto de crisis. La gente aqu¨ª y en todos lados tiende a ser m¨¢s severa con estos comportamientos en tiempos de dureza y ajustes que en tiempos de bonanza¡±.
La Espa?a de las tramas de la G¨¹rtel y de la P¨²nica es tambi¨¦n la Espa?a que ha vivido tasas de paro del 25% y una prima de riesgo disparada. La Espa?a de los casos B¨¢rcenas y Taula es tambi¨¦n la Espa?a de los contratos temporales en la que los sueldos han perdido m¨¢s de un 10% de su poder adquisitivo. La de los desahucios y la pobreza energ¨¦tica. La de los comedores sociales repletos y los r¨¦cords de familias sin un solo miembro con trabajo. Los electores, dicen los expertos, han priorizado resolver la econom¨ªa antes que la corrupci¨®n.
¡°Los ciudadanos vienen identificando la corrupci¨®n con la clase pol¨ªtica en general, independientemente de un partido u otro¡±, opina Jes¨²s Lizcano, portavoz de Transparencia Internacional en Espa?a. ¡°Piensan que todos son iguales, por lo que no ejercen un voto realmente discriminatorio en las urnas en base a esa variable¡±, prosigue. ¡°En muchos casos basan su decisi¨®n electoral en alguna otra variable: ideol¨®gica, social, econ¨®mica...¡±.
Los votantes del Partido Popular
¡°Y los votantes del PP votan en clave econ¨®mica, la corrupci¨®n no entra en sus c¨¢lculos¡±, especifica Juan Jes¨²s Gonz¨¢lez, profesor de sociolog¨ªa en la UNED y consejero editorial del CIS, quien adem¨¢s alerta sobre ¡°la tolerancia hacia la corrupci¨®n como rasgo de la cultura pol¨ªtica espa?ola¡±.
Los votantes del PP se?alan constantemente a los encuestadores que la corrupci¨®n les importa menos que a los de los otros partidos a la hora de decidir su voto. En el ¨²ltimo bar¨®metro, el 28,2% de los votantes del PP colocaban a la corrupci¨®n como uno de los tres principales problemas de Espa?a, frente al 44,9% de Podemos, el 41,1% de los de Ciudadanos y el 39,6% de los del PSOE. Esa tendencia se repite en todos los momentos cr¨ªticos de la serie. Frente al 50% de los votantes de Albert Rivera y el 46,8% de los de Pablo Iglesias que se pronunciaban en el hito r¨¦cord de octubre de 2014, solo el 38,7% de los electores de Mariano Rajoy compart¨ªan esa visi¨®n (por el 37,3% de los socialistas). El patr¨®n se repiti¨® antes de las elecciones generales del 20-D y del 26-J, mientras el candidato del PP repet¨ªa que hab¨ªa puesto en marcha numerosas medidas para combatir la corrupci¨®n y sus rivales le atacaban por lo contrario.
¡°Se han dado algunos pasitos adelante, pero excesivamente modestos dado el alcance del problema. Con lo que se ha hecho es imposible recobrar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones pol¨ªticas¡±, valora Jim¨¦nez S¨¢nchez sobre la obra legislativa del PP. ¡°Recomendar¨ªa tomar muchas medidas entorno a dos ejes principales¡±, arranca. ¡°Primero, acabar con la sensaci¨®n de impunidad que rodea a la corrupci¨®n, lo que significa reforzar los mecanismos de control, los checks and balances del sistema pol¨ªtico¡±, explica. ¡°Y lo segundo es reducir las oportunidades para la corrupci¨®n, mejorando la calidad y reduciendo la cantidad de la regulaci¨®n, de las normas, de las leyes; despolitizando y profesionalizando los escalones superiores de las administraciones p¨²blicas; ampliando de verdad la transparencia del sector p¨²blico y la evaluaci¨®n del impacto real de las pol¨ªticas p¨²blicas; y protegiendo en serio a los denunciantes de corrupci¨®n¡±.
Los ciudadanos culpan a los pol¨ªticos del problema. El 80% de los espa?oles cree que el Gobierno est¨¢ haciendo un mal trabajo en la lucha contra la corrupci¨®n, seg¨²n el bar¨®metro global de Transparencia Internacional. Ning¨²n otro pa¨ªs de la UE registra ¨ªndices tan altos de reprobaci¨®n ciudadana a la actitud del Ejecutivo. Y el 55% cree que la mayor parte de los miembros del Consejo de Ministros est¨¢n implicados en estas actividades ilegales. Los dos datos dificultaron que el PP encontrara aliados para formar gobierno. Finalmente, Ciudadanos se abri¨® a negociar un pacto. Puso una condici¨®n previa: que Rajoy firmara un acuerdo anticorrupci¨®n de seis puntos. ?Suficiente? ¡°No entran al fondo del problema¡±, dice S¨¢nchez Jim¨¦nez.
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