Un modelo de referencia

Fuera de Euskadi est¨¢ muy extendida la descalificaci¨®n al modelo de Gobierno PNV-PSE como muestra de ¡°cesi¨®n socialista a los nacionalistas¡± porque en su primer ensayo, en 1987, no result¨® lehendakari Txiki Benegas, ganador en esca?os, sino el peneuvista Jos¨¦ Antonio Ardanza. Ram¨®n J¨¢uregui, en Memoria de Euskadi replica a los descalificadores: No hab¨ªa opci¨®n. El PSE gan¨® las elecciones ¡ªen esca?os, no en votos¡ª por la escisi¨®n del PNV. El PSE negoci¨® con los escindidos (EA) y Euskadiko Ezkerra, que exig¨ªan la presidencia para Carlos Garaikoetxea (EA). Tras tres meses de negociaciones, el PSE las rompi¨® y decidi¨® pactar con el PNV, al presentar menos exigencias program¨¢ticas, pero manteniendo la del lehendakari. La alternativa del PSE era convocar nuevas elecciones, una irresponsabilidad en la Euskadi de 1987.

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PNV y PSE cierran un ¡°acuerdo pol¨ªtico¡± para un gobierno de coalici¨®n en Euskadi

Euskadi: gobernabilidad y oportunidad

La cesi¨®n de la Lehendakaritza es para demasiados un s¨ªmbolo de subordinaci¨®n al nacionalismo. Pero ocultan los logros decisivos de aquel Gobierno, que se extendi¨® tres mandatos (1987-98). Incorpor¨® activamente al PNV a la lucha antiterrorista con el Pacto de Ajuria Enea y empez¨® la derrota pol¨ªtica de ETA al superar la soledad del Estado en su combate al terrorismo.

Ante el viejo enfrentamiento entre nacionalistas y no nacionalistas, el Gobierno PNV-PSE reconoci¨® la pluralidad de la sociedad vasca, hizo pedagog¨ªa y ejercit¨® la cultura del pacto, la mutua cesi¨®n en terrenos muy delicados, como el educativo y el ling¨¹¨ªstico. Con ello sustituy¨® la confrontaci¨®n por un modelo de convivencia.

Tras la reconversi¨®n sider¨²rgica, con un paro del 25%, promovi¨® grandes planes de inversiones y la reindustrializaci¨®n tecnol¨®gica. Baj¨® el paro y, por ello, Euskadi ha sido la comunidad menos afectada por la ¨²ltima recesi¨®n. El Gobierno PNV-PSE fue tambi¨¦n pionero en programas sociales contra la pobreza y renta m¨ªnima de reinserci¨®n. En contraste, cuando en 1998, Juan Jos¨¦ Ibarretxe form¨® Gobiernos monocolores nacionalistas, con el soberanismo como bandera, regres¨® la confrontaci¨®n. Todo ello est¨¢ en la memoria de los vascos y por eso prefieren la coalici¨®n PNV-PSE, seg¨²n todas las encuestas.

Aunque los tiempos han cambiado, la coalici¨®n transversal sigue siendo el mejor modelo. Un pacto de Gobierno PNV-Bildu situar¨ªa el soberanismo en el centro y arriesgar¨ªa el regreso a la confrontaci¨®n. Al contrario, las prioridades del Gobierno PNV-PSE son econ¨®mico-sociales. Esta legislatura, Euskadi afrontar¨¢ la renovaci¨®n de su autogobierno. Lo har¨¢ con mejores garant¨ªas si el PNV y el PSE van de la mano. Incluso puede ser un modelo de referencia para encauzar el reto catal¨¢n.

A falta de conocer la letra peque?a del pacto, el PP y otros tendr¨¢n que asumir que as¨ª como Euskadi ¡ªo Catalu?a¡ª son internamente plurales, tambi¨¦n lo es Espa?a. Lo tuvieron claro Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, as¨ª como Ernest Lluch, asesinado por ETA hoy hace 16 a?os. S¨®lo mentes abiertas pueden encauzar en una v¨ªa integradora la renovaci¨®n estatutaria vasca y el grave reto catal¨¢n.