Los partidos buscan v¨ªas para reformar la ¡®ley mordaza¡¯
El Gobierno ya ha visto en dos ocasiones que la normativa es capaz de unir en su contra a la mayor¨ªa de la oposici¨®n
El recurso contra varios aspectos de la Ley de seguridad ciudadana presentado por el PSOE ante el Tribunal Constitucional en 2015 puede servir ahora a los partidos de la oposici¨®n como punto de partida para negociar la reforma de la llamada ley mordaza. Las formaciones de izquierdas y nacionalistas aprobaron el martes una moci¨®n instando al Gobierno a derogar la norma, pero ahora afrontan la tarea de consensuar y aprobar un texto que la sustituya. Ciudadanos tambi¨¦n quiere revisar los puntos recurridos y recuerda que su pacto con el PP recoge esa medida.
Aunque a¨²n no hay contactos formales entre los partidos, Podemos acepta que los puntos recurridos por el PSOE est¨¢n en el n¨²cleo del problema. ERC, por su parte, se muestra abierta a valorar ¡°cualquier iniciativa¡± que cambie el texto en vigor. IU, CiU, PNV y los partidos del Grupo Mixto apoyaron en su d¨ªa con su firma o p¨²blicamente el recurso socialista. E incluso Ciudadanos ¡ªque se abstuvo en la votaci¨®n del martes porque se opone a derogar cualquier ley para evitar un vac¨ªo legal¡ª est¨¢ de acuerdo en revisar esos aspectos recurridos y apremiar¨¢ al PP a que lo haga para cumplir el punto 150 del pacto de investidura que une a ambos partidos.
¡°Se promover¨¢ una revisi¨®n de la Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de la Seguridad Ciudadana para mejorar diferentes aspectos de su regulaci¨®n¡±, reza el acuerdo.
Cambiar la ley requiere de mayor¨ªa absoluta. Para llegar a sumar los 176 votos requeridos, hay distintas opciones. Que los partidos que impulsaron la moci¨®n del martes firmen un nuevo texto; que Ciudadanos pacte una reforma con el PSOE y el PP aprovechando que ambos se abrieron a cambiar el texto legal en los acuerdos que firmaron con Albert Rivera en febrero y agosto, respectivamente; que el PP y el PSOE firmen un pacto bilateral; o que se produzca una improbable suma entre PSOE, Podemos y Ciudadanos.
El Gobierno de Rajoy ya ha visto en dos ocasiones que la ley mordaza es capaz de unir en su contra a la mayor¨ªa de la oposici¨®n, aunque a¨²n tiene herramientas para frenar una reforma en la que no se cuente con su participaci¨®n. La moci¨®n aprobada el martes es, en s¨ª misma, un acto simb¨®lico que no obliga a nada al Ejecutivo.
¡°Es necesario continuar profundizando en las reformas y es absolutamente imprescindible que nadie plantee ahora la derogaci¨®n de reformas que han funcionado¡±, advirti¨® este mi¨¦rcoles el presidente. El acuerdo de Rajoy con Rivera puede inclinar al partido del Gobierno hacia el cambio en esta ley, aunque el pacto de investidura no recoge ning¨²n calendario de ejecuci¨®n en este aspecto y adem¨¢s la redacci¨®n de ese punto es poco concreta. Por eso hasta los dos socios necesitar¨ªan una referencia para hablar. Ciudadanos se?ala como objetivo prioritario cambiar ¡°los preceptos recurridos que siembran dudas sobre la constitucionalidad de la ley y su car¨¢cter democr¨¢tico por la posible extralimitaci¨®n de facultades de las fuerzas de seguridad¡±.
Puntos pol¨¦micos
?Y qu¨¦ es lo que recurri¨® el PSOE? Que la norma vulnera una docena de art¨ªculos de la Constituci¨®n.
La reclamaci¨®n impugna los siguientes art¨ªculos: 20.2 (registros personales); 36.2 y 37.1 (castigan como perturbaci¨®n grave de la seguridad los incidentes en manifestaciones frente a las sedes del Congreso de los Diputados, el Senado y las asambleas legislativas); 36.23 (considera falta grave el uso no autorizado de im¨¢genes o datos de la Polic¨ªa); 37.7 (por afectar al derecho de reuni¨®n) y la disposici¨®n que legaliza por primera vez las llamadas ¡°devoluciones en caliente¡± en la valla de Ceuta y Melilla.
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