Una vida nueva para el h¨¦roe del basurero
Espa?a suma casi 53.000 adopciones internacionales en los ¨²ltimos 20 a?os
Por razones gen¨¦ticas, a Daniel nunca se le han desarrollado las falanges de las manos. Sus padres le abandonaron con unas horas de vida en un basurero de la ciudad de Chonquin, en el suroeste de China. Por esto, en el orfanato donde vivi¨® hasta los 12 a?os, le pusieron en el nombre de Hexiong, que significa literalmente ¡°el h¨¦roe del basurero¡±. Daniel es uno de los casi casi 53.000 ni?os que han sido adoptados por familias espa?olas en los ¨²ltimos 20 a?os, cuando se dio luz verde a la creaci¨®n de entidades acreditadas en las comunidades aut¨®nomas para mediar los tr¨¢mites de adopci¨®n internacional. Espa?a se hace mayor en este recorrido con unas cifras en descenso.
Seg¨²n un estudio de la Universidad de Newcastle, publicado en julio de 2016 por la Conferencia de La Haya de Derecho Privado, Espa?a se sit¨²a solo por detr¨¢s de Estados Unidos e Italia en el n¨²mero de adopciones internacionales. Sin embargo, en los ¨²ltimos diez a?os las adopciones han ido menguando en la mayor¨ªa de los 24 pa¨ªses recogidos en el estudio y en Espa?a se ha desplomado de las 5.541 de 2004 a las 824 de 2014. ¡°Estuvimos en lista de espera cinco a?os¡±, cuenta la madre de Daniel, Ana Go?i, ¡°luego nos hablaron de la posibilidad de adoptar a un ni?o con necesidades particulares y en tres meses est¨¢bamos en China¡±.
Daniel cuenta que cuando lleg¨® Mendigorr¨ªa, el peque?o pueblo cerca de Pamplona donde vive la familia Go?i, se pregunt¨® d¨®nde le hab¨ªan llevado, al no estar acostumbrado a tantos espacios verdes. En el orfanato le hab¨ªan escolarizado tres a?os. Ahora, que tiene 16, ha quemado las etapas aprobando un curso tras el otro y estudia? Primero de Bachillerato. ¡°Los problemas que se pueden tener en la adolescencia con hijos adoptados no son distintos de los que se tienen con hijos biol¨®gicos¡±, explica Olvido Mac¨ªas, periodista, madre adoptiva y autora del libro Vidas Unidas que recoge la historia de Daniel y de otras 21 familias. ¡°De los alrededor de 11.000 ni?os adoptados en la Comunidad de Madrid, solo 50 han vuelto a ser institucionalizados¡± a?ade.
Enrique Alisenda, padre soltero de Cristian, cuenta sin embargo que para ¨¦l recorrido tras la adopci¨®n ha sido m¨¢s dif¨ªcil. ¡°Los brotes de rabia de mi hijo son frecuentes y hemos tenido muchos problemas a ra¨ªz de eso¡±. Cristian tiene 15 a?os y fue adoptado con nueve en una 'casa cuna' de Salamanca, M¨¦xico. Aliseda confiesa haber decidido adoptar tras una serie de relaciones fallidas. ¡°Siempre quise tener un familia y, en un determinado momento, me di cuenta de que ten¨ªa que hacerlo solo¡±, cuenta. Este ge¨®logo de 44 a?os confiesa que quiz¨¢s hab¨ªa subestimado las dificultades de cargar solo con el peso de la educaci¨®n de su hijo: ¡°Me desaf¨ªa, me lleva al extremo para estar seguro de que no le voy a abandonar. Le cuesta entender que esto no va a pasar. Nunca", afirma.
Aliseda tuvo un embarazo ¡°burocr¨¢tico¡±,? como los define Mac¨ªas en su libro, bastante r¨¢pido, seg¨²n relata. Tras el periodo de evaluaci¨®n de idoneidad llevado al cabo por la Comunidad de Madrid, tuvo que esperar tres a?os. Seg¨²n explica Blanca Rudilla, fundadora de la Asociaci¨®n para el Cuidado de la Infancia (ACI) ¡ªque fue de las primeras entidades acreditadas para facilitar la adopci¨®n internacional en 1997¡ª el tiempo de espera para recibir en adopci¨®n un ni?o oscila entre los cuatro y seis a?os. Este tiempo, sin embargo, puede alargarse si por ejemplo se trata de un padre soltero, ya que no todos los pa¨ªses no los aceptan como familia de acogida; o pueden, seg¨²n relata Rudilla, reducirse a unos meses si la familia se ofrece a adoptar a un ni?o algo mayor o con necesidades particulares.
Rudilla afirma que, seg¨²n su experiencia, el descenso del n¨²mero de adopciones es generalizado y est¨¢ relacionado principalmente con la progresiva mejora de las condiciones de vida de los pa¨ªses de origen. ¡°Por suerte¡±, a?ade, ¡°son cada d¨ªa menos los ni?os abandonados en pa¨ªses como China¡±. A lo largo de 2015 han llegado a Espa?a menores de 28 pa¨ªses, seg¨²n el Ministerio de Sanidad. Los organismos acreditados para la intermediaci¨®n son 39. Adem¨¢s de haber ratificado, en 1995, el convenio internacional para la protecci¨®n del menor, Espa?a ha firmado hasta la fecha cuatro convenios bilaterales con Bolivia, Filipinas, Vietnam y Federaci¨®n de Rusia. ¡°Hasta que Espa?a no abra nuevos convenios, las listas de espera para los beb¨¦s seguir¨¢n siendo muy largas¡±, a?ade Rudilla al confesar que la ¨²ltima reforma de la ley de la infancia de julio de 2015 podr¨ªa dificultar este proceso, ya que centraliza una competencia que hasta ahora hab¨ªan tenido las comunidades.
Con doce a?os, Daniel sab¨ªa que para ¨¦l se hac¨ªa cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil encontrar una familia. ¡°Mi marido me propuso adoptar", confiesa Go?i, ¡°al principio, no estaba muy segura, porque ya ten¨ªamos dos hijas biol¨®gicas¡±. Al llegar a Espa?a, Daniel fue operado a una de las manos, pero ¨¦l no quiso operarse la otra. ¡°Dice que puede hacer todo¡±, afirma su madre. En el orfanato, seg¨²n cuenta Mac¨ªas en su libro, Daniel se encargaba del cuidado de otros siete ni?os. ¡°Parece que las dificultades, la pobreza, no le han afectado¡±, concluye Go?i. Mientras que para Cristian, la huella del abandono, seg¨²n explica su padre, ha dejado consecuencias dif¨ªciles de erradicar: ¡°En fin, estamos aqu¨ª, nos necesitamos y lucharemos juntos¡±, concluye. Es el hilo rojo. As¨ª llaman las familias adoptivas al v¨ªnculo que une a padres e hijos.
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