?Acu¨¦rdense de mi hija!
La madre de Nicole Valenzuela, una de las ni?as que cantaron el Gordo, pide ayuda para que la ni?a cumpla su sue?o de ser periodista
Oportunidades as¨ª no suelen repetirse dos veces en la vida. La primera, aunque repartiera un inmenso chorro de suerte, no pas¨® de ser un minutillo de gloria para Nicole Valenzuela, de 11 a?os. Pero este a?o no puede ocurrir igual. Dos veces ha cantado la ni?a el gordo junto a Lorena Stefan, su pareja talism¨¢n en la estirpe del colegio San Ildefonso.
En esta edici¨®n ha vuelto a pasar. "Hay una conexi¨®n especial entre ellas, por eso las ponen juntas", suelta la madre de Nicole, Elisabeth, tirando de misterio y energ¨ªa sobrenatural. Pero r¨¢pidamente regresa a la realidad y pide sin tapujos por esa boca: "Ya que tengo la oportunidad, no quiero que se me pase. El a?o anterior nadie se acord¨® de ella, pero si ahora pudieran darle una propina o algo lo agradecer¨ªa porque, la verdad es que la ni?a tiene alguna necesidad".
Para empezar, una discapacidad leve que le produce cierto retraso en el colegio. "Debe ir al logopeda", afirma su madre, llegada de Ecuador hace 16 a?os. Pero Nicole sustituye cualquier dificultad a base de codo, empe?o, tes¨®n y, en el caso de la loter¨ªa, bastante fortuna. "Es una ni?a muy responsable, muy trabajadora y sue?a, de mayor, con ser periodista. Yo me he empe?ado en que consiga lo que se ha propuesto".
Puede que de esto ¨²ltimo se le quitaran las ganas ante el acoso y la matraca de c¨¢maras y micr¨®fonos que la asaltaron en cuanto apareci¨® por el stand del photocall hacia las 12.30 de la ma?ana. Con sus gafas azules y sus tablas en el arte de la loter¨ªa, volvi¨® a cantar el n¨²mero y confirm¨® ante los presentes su premonici¨®n. "Sab¨ªa que ¨ªbamos a repartir algo", dijo.
El Gordo no fue lo ¨²nico que ella y Lorena sacaron ayudados por Nerea Pareja y Daniel Rodr¨ªguez. Junto al 66513, cayeron en sus respectivas tandas cuatro premios m¨¢s, incluido el segundo (04536). Eso no es racha: es iluminaci¨®n divina. Quiz¨¢s no viniera esta por parte de Chuchi II, el papa postizo de Novales (Cantabria), que quiso bendecir los bombos disfrazado de pont¨ªfice en el teatro Real. Ni instalado en el ardid de su descaro con un gui?o a Roma, en mitad del Celtiberia show que es el espect¨¢culo del sorteo, logr¨® nada para su asociaci¨®n: lim¨®n solidario.
Tampoco hubo suerte para Katia Rivera, paname?a residente en Madrid, que con el 00000 a cuestas ¨C"un n¨²mero muy solicitado", seg¨²n ella-, se qued¨® con ganas despu¨¦s de haber logrado su d¨¦cimo en Serviapuestas.es. ?Por qu¨¦ ese empe?o en jugar al cero? "Porque es un n¨²mero que representa el comienzo de todo y si me toca, s¨¦ que puedo emprender una nueva vida".
"Es una ni?a muy responsable, muy trabajadora y sue?a, de mayor, con ser periodista. Yo me he empe?ado en que consiga lo que se ha propuesto"
Raz¨®n no le falta. Ilusi¨®n tampoco. Pero la suerte suele cruzarse a quienes la toman entre laberintos de cifras variadas. Aunque hace dos a?os, su fidelidad a ese mismo n¨²mero le acarreara a Katia Rivera 100 euros. Eso o m¨¢s esperaba Enrique Bilshes, de Cebreros (?vila), un habitual de la sala. M¨¢s porque, por lo menos aspira a igualar los 140 euros que se ha gastado en siete n¨²meros. "Este a?o ha sido mucho, si se entera mi mujer me mata".
No es que se haya desmelenado Bilshes. Es que ha seguido la corriente. La de un movimiento que este a?o ha subido y ha hecho confiar a los espa?oles algo m¨¢s en la fortuna. Ya son tres los a?os en que se nota el incremento. Este ha supuesto ventas por valor de 2.672 millones de euros, un 3,45 m¨¢s que en el sorteo navide?o de 2015 y casi un 13% m¨¢s si agarramos la tendencia desde 2014.
"Por eso hemos incrementado las series, cinco m¨¢s que el a?o pasado. Son 165 esta vez", anuncia m¨¢s bien satisfecha Inmaculada Garc¨ªa Mart¨ªnez, presidenta de Loter¨ªas y Apuestas del Estado. No son las 195 que en ¨¦pocas de gloria lleg¨® a alcanzar el sorteo, pero han despegado respecto a las 160 en que las dej¨® la crisis.
De dicha cifra, se reparten esta vez en premios 2.310 millones. El resto queda en las arcas del Estado. Nada llevar¨¢ ella ni su familia. Todos los Garc¨ªa y los Mart¨ªnez de su tronco tienen prohibido jugar por ley. ¡°A m¨ª no me importa tanto, pero a mi padre s¨ª. Ha estado gastando toda la vida dinero al mismo n¨²mero. Es una cifra a la que mi familia lleva apostando 100 a?os. No queremos ni saber si en este tiempo le ha tocado algo¡±.
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