C¨¢diz acaba con los personajes ¡°machistas¡± del Carnaval

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El carnaval de C¨¢diz se r¨ªe de todo en la gran pantalla

La cuesti¨®n del acento neutro

Hace 15 a?os, Susana Ginesta fue ninfa del Carnaval de C¨¢diz. Hoy, tiene claro lo que le dir¨ªa a su yo del 2001: "Que buscara el referente de mujer guerrera, no de princesa". Ginesta, autora de agrupaciones del Carnaval y jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones en 2013, es una de las firmantes del manifiesto redactado por la iniciativa social Por un carnaval igualitario?que este viernes se ha debatido en el pleno del Ayuntamiento de C¨¢diz.

El debate ciudadano comenz¨® hace d¨ªas para suprimir una suerte de prueba de belleza y habilidades al considerar que refuerza "estereotipos y roles machistas relacionados con el car¨¢cter pasivo, este?tico y figurativo" de la mujer.

Fue el pasado 19 de diciembre cuando la iniciativa popular lanz¨® un manifiesto de nueve puntos en el que dejan claro que la elecci¨®n de las ninfas "se trata de un concurso solo para mujeres, con un componente discriminatorio". En estos d¨ªas, el movimiento ciudadano ha sumado 2.198 apoyos en su web?que se suman a los 25 expertos y personalidades del Carnaval y las m¨¢s de 30 asociaciones que firman el manifiesto. En el documento, piden que se acabe con esta figura femenina cuyo principal fin es el "de amenizar la fiesta, tener presencia protocolaria en los actos oficiales y representar a la mujer gaditana".

Adem¨¢s, consideran que dicho concurso es una "herencia franquista". Lo cierto es que el referente m¨¢s antiguo a este concurso femenino se encuentra en 1954, cuando se instaura la Reina de las Fiestas T¨ªpicas y sus Damas. En unos a?os en los que el Carnaval estaba prohibido, esta figura se convirti¨® "en un agasajo para recibir a las autoridades, desde Franco y sus ministros y militares destacados, o en representaci¨®n femenina de la flor y nata de las familias gaditanas de clase alta", como rememora el manifiesto. Son los a?os en los que Tita Cervera, hoy baronesa Thyssen, fue nombrada reina de las Fiestas de 1962. Un cargo, en su modalidad infantil, que tambi¨¦n ostent¨® un a?o despu¨¦s Carmen Mart¨ªnez Bordi¨², nieta del dictador.

"Herencia franquista"

En 1980, con el primer Ayuntamiento elegido democr¨¢ticamente y el restablecimiento del Carnaval en su fecha (que se produjo en 1977), el entonces concejal de Fiestas, Jos¨¦ Mena, renombra a la reina y sus damas como diosa y ninfa. La figura se convierte en "una selecci¨®n menos elitista, pero con los mismos escasos cometidos en la fiesta, salvo hacer de hermosa figuraci¨®n? en cabalgatas y otros actos sociales, siempre como actrices secundarias", seg¨²n el mismo manifiesto. De hecho, el propio Mena hoy es uno de los firmantes del documento que considera que "es necesario avanzar, y eliminar sin miedo la figura de la ninfa".

"Es una figura obsoleta, una reminiscencia anacr¨®nica que no ha sido capaz de evolucionar. Est¨¢ restringida a mujeres de una determinada edad, con caracter¨ªsticas f¨ªsicas determinadas y que le deja un papel limitado", reconoce Susana Ginesta. De hecho, el manifiesto tambi¨¦n pone el dedo en la llaga en los criterios para la elecci¨®n de las seleccionadas como ninfa y diosa, que tacha de "arbitrarios". "Esta ausencia de criterios objetivos en la elecci¨®n ha generado la impresi¨®n de que se trataba de una mezcla extra?a entre concurso de belleza, de gracia, de dotes para el baile por tanguillos, saber estar y urbanidad o una especie de cuestionario b¨¢sico sobre cultura general y gaditana. Esta indeterminaci¨®n competitiva ha generado en algunas casos estereotipos, complejos y frustraciones entre nuestras ni?as y mujeres m¨¢s j¨®venes", contin¨²a el documento en referencia a un concurso que tiene modalidades adulta e infantil.

Ginesta reconoce que hace 15 a?os se present¨® a ninfa debido precisamente "a la falta de referentes femeninos de ese momento". Cree que la realidad hoy es bien distinta, si bien recalca que es necesario seguir avanzando en la igualdad en la fiesta: "El Carnaval, como todos los aspectos de la sociedad, es machista. Si seguimos estanc¨¢ndonos en figuras como las ninfas no vamos a avanzar".

En la misma l¨ªnea, el manifiesto cree que este concurso femenino vulnera el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n Espa?ola que proclama la igualdad de toda la ciudadan¨ªa. Entiende que "los poderes p¨²blicos tienen la obligaci¨®n de actuar diligentemente para hacer desaparecer las bases simb¨®licas y materiales de la discriminaci¨®n de la mujer". De hecho, desde que public¨® el manifiesto, la iniciativa ha puesto en marcha una campa?a en redes sociales con la que busca que ¡°las ni?as quieran ser protagonistas y participantes activas de la fiesta¡±.

Un debate de m¨¢s de un a?o

El punto relativo al fin del concurso femenino se ha debatido al final del pleno de este viernes, aunque el alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Kichi ya hab¨ªa mostrado su apoyo. Ya el a?o pasado, el equipo de gobierno (conformado por Por C¨¢diz S¨ª Se Puede y Ganar C¨¢diz en Com¨²n) intent¨® suprimirlo o modificarlo para convertirlo en un concurso tanto para mujeres como para hombres. Lo llevaron a la Junta Ejecutiva de Fiestas del Patronato del Concurso de Agrupaciones del Carnaval de C¨¢diz y Fiestas del Carnaval (integrado por Ayuntamiento y otras entidades) y, aunque en una primera votaci¨®n sali¨® adelante, finalmente, se rechaz¨® su cambio o supresi¨®n.

No es la ¨²nica oposici¨®n que se ha encontrado la eliminaci¨®n de esta figura. Este mismo a?o, y como respuesta a la iniciativa Por un carnaval igualitario, la asociaci¨®n de ninfas La Piconera ha iniciado?una recogida de firmas en change.org para reclamar que se siga manteniendo. Con 385 firmantes, creen que se debe seguir celebrando "por su generaci¨®n de empleo, porque es un concurso demandado, porque no denigra a la mujer, porque desde la libertad participan de la fiesta grande de la ciudad".

El fin de la elecci¨®n de las ninfas y la diosa, que se realiza en los primeros d¨ªas de la fiesta en un acto p¨²blico en la plaza de San Antonio, supondr¨ªa a las arcas municipales un ahorro de 35.700 euros. Dicho importe (que en a?os anteriores lleg¨® a alcanzar los 51.371,87 euros) se destinan a la organizaci¨®n de la gala de proclamaci¨®n, el pago de parte de los disfraces y de los trajes de piconera (vestido t¨ªpico de C¨¢diz) o dietas.