La Audiencia Nacional, 40 a?os de ¡°respuesta serena¡± contra el terrorismo

El 5 de enero de 1977, mientras los espa?oles ultimaban sus compras de Reyes, el Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) publicaba dos normas fundamentales. La primera fue la Ley de Reforma Pol¨ªtica, que permiti¨® el cambio que desemboc¨® en la Constituci¨®n de 1978. La segunda, el Real Decreto Ley 1/1977, creaba la Audiencia Nacional. El tribunal que ha investigado y juzgado los asuntos m¨¢s complejos de la historia reciente cumple 40 a?os con el terrorismo ¨Cantes el de ETA, ahora el yihadista- como principal eje de su actividad.

¡°Hay una fotograf¨ªa que creo que resume muy bien la actitud que ha tenido esta casa frente al terrorismo: es de junio de 1996 y en ella se ve al entonces presidente de la Secci¨®n Segunda de lo Penal, Antonio Jim¨¦nez-Alfaro, justo despu¨¦s de que un libro bomba enviado por ETA le explotara en su despacho y le amputara tres dedos. En la imagen, se ve a Jim¨¦nez-Alfaro de pie en la puerta de la Audiencia, manchado por su propia sangre, con la mano herida envuelta en una toalla y un cigarrillo en la izquierda. La foto impresiona por la serenidad: ese es el esp¨ªritu de la Audiencia Nacional en la lucha contra el terrorismo¡±, explica Jos¨¦ Ram¨®n Navarro, presidente del tribunal.

La Audiencia Nacional, tachada de tribunal de excepci¨®n, especialmente por la izquierda abertzale, no es, recuerda Navarro, un sucesor del franquista Tribunal de Orden P¨²blico (TOP), disuelto por otra norma del mismo BOE y cuyas causas fueron repartidas por los juzgados ordinarios de Madrid. Se concibi¨® como un ¨®rgano judicial con jurisdicci¨®n en toda Espa?a para responder de forma centralizada y especializada a una serie de delitos de especial complejidad, como la falsificaci¨®n de monedas, los delitos econ¨®micos graves, el narcotr¨¢fico organizado y las causas de justicia universal. La competencia de la Audiencia sobre el terrorismo, el gran problema de Espa?a hasta que ETA dej¨® de asesinar en 2011, se incorpor¨® en una disposici¨®n distinta del mismo BOE del 5 de enero de 1977.

La lucha contra ETA, y ahora contra el terrorismo islamista, ha marcado la existencia del tribunal. ¡°Creo que la mayor satisfacci¨®n en esta casa ha sido que el trabajo de a?os y a?os, constante, de aplicaci¨®n de la ley ha servido, en uni¨®n de otros muchos factores, para derrotar a ETA. Solo con la aplicaci¨®n de la ley, sin atajos ni recovecos, y sin m¨¢s norte que la ley penal cumplida estrictamente¡±, afirma el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza. Este tambi¨¦n destaca de la trayectoria del tribunal el ¡°haber llevado a t¨¦rmino¡± el proceso por los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid ¡°pese a todos los obst¨¢culos¡±.

En la actual sede de la calle G¨¦nova, pr¨¢cticamente okupada por su primer presidente, Rafael Mendiz¨¢bal, en 1978, cuando las instituciones democr¨¢ticas reci¨¦n creadas pugnaban por hacerse con los mejores edificios, solo una habitaci¨®n tiene nombre propio. Se trata de la Sala de Juntas Carmen Tagle, en la que se re¨²nen los fiscales de la Audiencia Nacional. La fiscal Tagle, adscrita al Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5, entonces dirigido por Baltasar Garz¨®n, fue asesinada a tiros por los etarras Henri Parot y Jacques Esnal el 12 de septiembre de 1989. Ten¨ªa 44 a?os y no llevaba escolta.

¡°Carmen y yo ¨¦ramos compa?eros de promoci¨®n. Asistir a su entierro ha sido seguramente el momento m¨¢s doloroso que he vivido aqu¨ª¡±, rememora el fiscal jefe Zaragoza. El presidente Navarro recuerda tambi¨¦n el atentado contra su antecesor Fernando de Mateo Lage, que perdi¨® una mano en febrero de 1990 al explotar un libro bomba que se llev¨® desde el despacho a su domicilio.

Los ¨¦xitos contra el terrorismo y el narcotr¨¢fico, con la operaci¨®n N¨¦cora, uno de los golpes m¨¢s duros contra las bandas gallegas, se han intercalado con grandes casos de corrupci¨®n, de gran impacto medi¨¢tico y muchas veces embarazosos para los sucesivos Gobiernos. Causas como G¨¹rtel, P¨²nica o el caso Banesto, los fondos reservados o el caso GAL, sobre el terrorismo de Estado contra ETA, han marcado la actualidad pol¨ªtica durante a?os.

Una de las materias de la Audiencia Nacional que m¨¢s dolores de cabeza han supuesto para el poder Ejecutivo es la llamada jurisdicci¨®n universal, la capacidad de los jueces espa?oles para investigar delitos cometidos fuera del territorio nacional. Una de las m¨¢s sonadas fue la orden de detenci¨®n dictada por el juez Baltasar Garz¨®n en octubre de 1998 contra el exdictador chileno Augusto Pinochet. Las causas abiertas contra gobernantes de Israel y China por delitos de lesa humanidad, o contra los soldados de Estados Unidos que mataron al c¨¢mara de Telecinco Jos¨¦ Couso en la guerra de Irak en 2003, provocaron que el Gobierno fuera laminando la extensi¨®n de la justicia universal hasta reducirla a la m¨ªnima expresi¨®n.

Las competencias de la Audiencia Nacional en materia penal son las mismas desde 1985 y est¨¢n recogidas en la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial. El fiscal Zaragoza habla de la necesidad de ¡°actualizar¡± estas atribuciones con un listado acorde a las actuales necesidades de pol¨ªtica criminal. Zaragoza pone el acento especialmente en la trata de seres humanos y en las redes de explotaci¨®n sexual y laboral y las organizaciones de blanqueo de capitales con proyecci¨®n internacional.

La Audiencia abarca tambi¨¦n las jurisdicciones contencioso-administrativas, menos conocida pero que tiene el doble de magistrados que lo Penal; y la social, con tres magistrados. La primera entiende de las demandas contra la actuaci¨®n de los altos organismos del Estado; y la segunda, de cuestiones laborales. Esta jurisdicci¨®n, presidida por el magistrado Ricardo Bodas, ha tenido que lidiar con asuntos derivados de la reforma laboral como el ERE de Coca-Cola, entre otros. ¡°Es una labor callada, que no abre telediarios, pero enorme¡±, afirma Navarro.

En cualquier caso, el terrorismo, sobre todo del yihadista, que supone una cuarta parte de las diligencias previas abiertas por los juzgados centrales de instrucci¨®n, seguir¨¢ ocupando la mayor parte de la actividad de la Audiencia, cuyo modelo est¨¢ siendo imitado por muchos pa¨ªses. ¡°Si desapareciera habr¨ªa que reinventarla¡±, sostiene su presidente.