¡°La claridad de los textos es un deber para el jurista¡±
El acad¨¦mico y catedr¨¢tico de Derecho Administrativo ha coordinado el 'Libro de estilo de la Justicia'
Cada d¨ªa, los ciudadanos no versados en Derecho ¡ªy no pocos con conocimientos m¨¢s o menos profundos de leyes¡ª se enfrentan a textos jur¨ªdicos y legales farragosos, oscuros o directamente ininteligibles. F¨®rmulas arcaicas, latinismos lanzados para lucimiento del escritor, p¨¢rrafos que ocupan una p¨¢gina entera sin solo un punto, formas verbales obsoletas y otros rasgos estil¨ªsticos indeseables asaltan a quienes se enfrentan con las comunicaciones de la Justicia y la Administraci¨®n.
¡°Hay sentencias maravillosamente bien escritas, que se entienden muy bien porque el magistrado tiene gusto por escribir bien, y otras en las que las palabras est¨¢n tiradas contra el ordenador, sin preocupaci¨®n por la congruencia¡±, constata Santiago Mu?oz Machado, secretario de la Real Academia Espa?ola (RAE) y director del Libro de estilo de la Justicia. Este manual, editado en colaboraci¨®n con el Consejo General del Poder Judicial y redactado por el tambi¨¦n acad¨¦mico Salvador Guti¨¦rrez, catedr¨¢tico de Ling¨¹¨ªstica, es la ¨²ltima pica en la lucha por la transparencia del espa?ol legal.
La batalla por un lenguaje jur¨ªdico claro abarca 25 siglos. El Derecho Romano ya fij¨® el principio de que "las leyes deben ser comprensibles por todos" (Leges intellegi ab omnibus debent). Esta estela latina fue continuada, entre otros, por Alfonso X El Sabio en sus Partidas, por Montesquieu en El Esp¨ªritu de las Leyes (1747) y, m¨¢s recientemente, por los programas de calidad legislativa de la Uni¨®n Europea. Sin embargo, el espa?ol legal sigue aquejado de hermetismo.
"Prescripci¨®n, enfiteusis, interdicto"
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, presentar¨¢ este mi¨¦rcoles el Libro de estilo de la Justicia junto con el presidente de la Real Academia, Dar¨ªo Villanueva. En el pr¨®logo de la obra, Lesmes afirma: "El rigor conceptual impedir¨¢ que puedan desaparecer del lenguaje jur¨ªdico t¨¦rminos tales como prescripci¨®n, enfiteusis o interdicto, pero esa tecnificaci¨®n del l¨¦xico no debe estar re?ida con la claridad".
Lesmes coincide con Mu?oz Machado en que "el desarrollo y la generalizaci¨®n del uso de la inform¨¢tica quiz¨¢ haya propiciado tambi¨¦n algunas disfunciones directamente relacionadas con el tratamiento automatizado de textos". Seg¨²n el presidente del Supremo, la "utilizaci¨®n irreflexiva" de bases de datos de legislaci¨®n y jurisprudencia "genera tambi¨¦n composiciones desmesuradas y desordenadas, dif¨ªciles de leer y asimilar".
Mu?oz Machado, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Complutense, atiende a EL P?IS en la biblioteca de la Academia, ante la mesa en la que trabaja habitualmente. ¡°Es dif¨ªcil concentrar la cr¨ªtica al lenguaje jur¨ªdico en elementos espec¨ªficos¡±, afirma. Y sostiene que en el mundo del derecho, tanto el te¨®rico como el aplicado en leyes y sentencias, ¡°se ha asumido la claridad como un deber y tambi¨¦n como un derecho que tienen los ciudadanos¡±.
Los jueces ahora se miran cada vez m¨¢s al ombligo y recuerdan continuamente la jurisprudencia
El coordinador del Libro de Estilo considera que los defectos de claridad de los textos jur¨ªdicos ¡°se deben casi siempre al arrastre que tienen expresiones y conceptos hist¨®ricos que ahora deber¨ªan ser superados y sustituirse por expresiones m¨¢s corrientes¡±. Mu?oz Machado aboga por ¡°prescindir de ese lenguaje arcaico que no entiende la mayor¨ªa de ciudadanos¡±.
Este esfuerzo por modernizar el lenguaje, afirma el acad¨¦mico, no implica desterrar ciertas expresiones, como algunos latinismos (habeas corpus, in dubio pro reo¡), que el hablante formado ha incorporado a su acervo ling¨¹¨ªstico. Suprimirlas, entiende el Mu?oz Machado, podr¨ªa acarrear un divorcio de las fuentes del derecho y de las fuentes del idioma. ¡°El derecho es un lenguaje t¨¦cnico y no puede prescindir de su tecnicidad. Tiene ese tipo de expresiones que no hay que vulgarizar. Adem¨¢s, cada una de esas expresiones latinas en muchos casos representa instituciones que para explicar en castellano necesitar¨ªan muchas p¨¢ginas. No pretendemos la exclusi¨®n de los latinismos: forman parte de la tradici¨®n y la tecnolog¨ªa jur¨ªdica, y son muy ¨²tiles y las sigue utilizando habitualmente la jurisprudencia. No se puede imponer a los tribunales ni a los juristas formas del lenguaje que les son externas o que excluyen algo que han usado siempre¡±, recalca.
El Libro de Estilo, que presentar¨¢ este mi¨¦rcoles el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, junto al director de la RAE, Dar¨ªo Villanueva, complementa al Diccionario Jur¨ªdico del Espa?ol, presentado en abril de 2016 y que cuenta ya tres ediciones. Este tesauro avanza en su edici¨®n panhisp¨¢nica y digital. Mu?oz Machado, que tambi¨¦n coordina esta obra, mantiene contactos estos d¨ªas con los tribunales supremos y con la academias de la lengua de los pa¨ªses de habla espa?ola para dar forma a la obra.
Se est¨¢ abusando del copiar y pegar que permiten las computadoras y las bases de datos
Preguntado por si los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina reproducen en sus textos jur¨ªdico-legales los mismos vicios que Espa?a, afirma: ¡°S¨ª, ellos han aprendido derecho de nosotros, las fuentes jur¨ªdicas que manejan tienen una ra¨ªz hispana, de aqu¨ª que la diversidad que hasta ahora se ha producido en el lenguaje jur¨ªdico panhisp¨¢nico no sea much¨ªsima. Pero s¨ª se observa una tendencia a la dispersi¨®n, cosa que perjudica tambi¨¦n a la unidad de la lengua espa?ola, que no se puede fragmentar por ninguna parte y el derecho es uno de los puntales que hay que cuidar¡±.
Algunos tribunales espa?oles est¨¢n avanzando en normas de estilo internas. As¨ª, por ejemplo, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo ha impuesto a los abogados que presentan escritos un l¨ªmite gen¨¦rico de 25 folios. Mu?oz Machado ve bien la idea siempre que se aplique con flexibilidad. ¡°Me parece una buena decisi¨®n, porque es verdad que actualmente se est¨¢ abusando mucho del copiar y pegar que permiten las computadoras y las bases de datos. Para los letrados y los propios jueces es muy c¨®modo pero los escritos se hacen muy pesados, pr¨¢cticamente ilegibles¡±, asegura.
El acad¨¦mico, de hecho, aboga por extender estas limitaciones a las sentencias de los tribunales. ¡°Los jueces ahora se miran cada vez m¨¢s al ombligo y recuerdan continuamente la jurisprudencia en la que se van a basar, no innovan nada, sino que repiten y recuerdan lo que han escrito en ocasiones anteriores, y eso lo hace hasta el aburrimiento el Tribunal Constitucional, que recuerda una y otra vez lo que viene diciendo¡±, afirma.
La comunicaci¨®n es un proceso en dos direcciones, entre el emisor que lanza el mensaje y el receptor que trata de descifrarlo. Mu?oz Machado no ve con malos ojos que los ciudadanos reciban en la educaci¨®n secundaria nociones sobre la Constituci¨®n y las normas fundamentales.?"Estudiando un poco de constituci¨®n probablemente se entender¨ªa el lenguaje jur¨ªdico en general, pero no es el lenguaje del derecho un lenguaje demasiado complejo. Es un lenguaje t¨¦cnico, pero la parte t¨¦cnica del lenguaje del derecho es menor, usa un vocabulario bastante com¨²n. Bien escrito o bien expresado lo tendr¨ªa que entender todo el mundo", se?ala.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.