Cinco balas para cerrar una negociaci¨®n
Unos audios in¨¦ditos revelan los esfuerzos de un matrimonio de Oviedo para rescatar a su hijo raptado y posteriormente asesinado en Colombia
La secuencia se desarrolla el 7 de junio de 2013. Enrique Mu?iz y Lourdes Brioso leen un mensaje que les ense?a en un m¨®vil un amigo de su hijo Sergio. ¡°Me han retenido y me piden un mill¨®n, que si no me matan¡±. El remitente, Sergio Mu?iz Brioso, natural de Oviedo de 28 a?os, hab¨ªa aterrizado en Cali (Colombia) tres d¨ªas antes. Quer¨ªa pasar un mes con dos amigos colombianos. Pero las cosas se torcieron. El grupo sali¨® la ma?ana del segundo d¨ªa de la habitaci¨®n 201 del hotel San Marcos, donde se hospedaba. Y nunca regres¨®. Los j¨®venes se toparon con la banda paramilitar Los Rastrojos.
EL PA?S ha tenido acceso a las ¨²ltimas im¨¢genes de Mu?iz con vida y a grabaciones telef¨®nicas que revelan los tit¨¢nicos esfuerzos de su familia para desatascar el secuestro. La negociaci¨®n del rescate del espa?ol arranc¨® con un mill¨®n de euros, despu¨¦s baj¨® a 500.000 y m¨¢s tarde a 200.000. El cruce de mensajes salt¨® por los aires dos meses y medio despu¨¦s. El cuerpo del joven apareci¨® entonces acribillado. El cad¨¢ver ten¨ªa cinco tiros cuando fue encontrado por los agentes en un monte de Corinto, Cauca, a dos horas en coche de Cali. La polic¨ªa colombiana baraj¨® inicialmente que el secuestro del asturiano se orden¨® desde Oviedo en el contexto de un ajuste de cuentas entre traficantes de droga. Y el fiscal colombiano Elox Gabriel Prada se?al¨® en septiembre de 2014 a los miembros de las FARC como "coautores" del asesinato.?
Uno de los primeros contactos telef¨®nicos que estableci¨® Lourdes Brioso, madre de Sergio, fue con un empresario venezolano llamado Juan. Este hombre se present¨® como un antiguo reh¨¦n de Los Rastrojos que hab¨ªa coincidido durante un mes con el asturiano en la choza de los paramilitares.
La Polic¨ªa Nacional espa?ola rest¨® credibilidad a este testimonio al entender que pod¨ªa tratarse de un estafador. La familia de Sergio Mu?iz, sin embargo, aval¨® su relato tras consultar con agentes colombianos, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n.
Juan inform¨® a los padres de Sergio Mu?iz de que su hijo y sus dos amigos colombianos hab¨ªan ca¨ªdo en las garras del sexto frente de las FARC y sugiri¨® al matrimonio negociar su liberaci¨®n a trav¨¦s de un interlocutor en Cuba en el marco del proceso de paz del Gobierno de Colombia con la guerrilla.
Juan. El presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, apoya a la guerrilla. Mi mam¨¢ fue a la Canciller¨ªa y habl¨® con Maduro. Y ¨¦l contact¨® con La Habana, donde se gestiona el proceso de paz del Gobierno de Colombia con la guerrilla [¡].
El empresario reconoce en otra llamada que su familia abon¨® un rescate.
Juan. Yo hice tres pagos porque era bastante dinero. Los secuestradores dijeron que, tras mi liberaci¨®n, se comunicar¨ªan con ustedes.
Lourdes Brioso. Nada, Juan. No sabemos nada. Nada de nada. Si no, te lo dir¨ªa. Pero estoy muy mal. Estamos muy, muy¡
Los Rastrojos nunca se comunicaron directamente con la familia asturiana. Sin embargo, s¨ª dejaron a Sergio Mu?iz llamar a sus padres al menos en tres ocasiones, seg¨²n un informe de la Polic¨ªa Nacional.
La madre contact¨® a finales de julio de 2013 con los investigadores colombianos. Gaula, la unidad de ¨¦lite especializada en casos de secuestros y extorsiones, asumi¨® el caso.
Lourdes Brioso. Hola, buenas tardes, ?sargento Mauricio? Soy Lourdes, la madre de Sergio, el espa?ol retenido en Colombia.
Sargento Mauricio. Do?a Lourdes, ?c¨®mo est¨¢? Buenos d¨ªas. ?C¨®mo le va? Le habla Mauricio.
L. B. Pues mire, ?c¨®mo voy a estar? Estoy loca, desesperada, no tenemos noticias de ¨¦l. Hace ya casi dos meses¡
S. M. Bueno. Yo estoy en Cauca, donde est¨¢ su hijo secuestrado [¡]. Le puedo decir que el tiempo de cautiverio es un poco prolongado y que a ninguna de las personas retenidas hasta ahora le han quitado la vida o le han hecho algo. Ellos no se quedan con nadie. Buscan una remuneraci¨®n econ¨®mica bastante alta.
L. B. Pero es que hace mes y medio que no tenemos noticias de ¨¦l...
S. M. Tranquila es su modo de presionar.
Sergio Mu?iz muri¨® acribillado tres semanas despu¨¦s de esta conversaci¨®n. Su padre quiso saber qu¨¦ hab¨ªa pasado. ?Qu¨¦ fall¨® en la negociaci¨®n?
Enrique Mu?iz. ?Por qu¨¦ no nos dieron un ultim¨¢tum?
Investigador colombiano. Eso es lo raro. Ellos tomaron esa decisi¨®n. Es el modus operandi de los secuestradores¡
El Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de la Audiencia Nacional investiga desde 2014 el caso Mu?iz. Este tribunal, el m¨¢s relevante de Espa?a al indagar casos de crimen organizado, narcotr¨¢fico y terrorismo internacional, envi¨® el 12 de marzo de ese a?o una comisi¨®n rogatoria (petici¨®n de auxilio judicial) a Colombia para conocer las pesquisas. Todav¨ªa no hay respuesta a esta solicitud, seg¨²n los abogados de la familia, Francisco Miranda y Judith G¨®mez, del despacho Vox Legis.
¡°Lo que sabemos sobre la muerte de Sergio es gracias a Juan. Tememos que este empresario venezolano no declare ante los investigadores de Colombia¡±, explica G¨®mez.
Los agentes colombianos intentaron sin ¨¦xito descifrar con un programa inform¨¢tico la matr¨ªcula del coche que transport¨® en su ¨²ltimo viaje a Mu?iz y a sus dos amigos colombianos, cuyos cuerpos no han aparecido, seg¨²n la defensa de la familia del asturiano. Adem¨¢s, una semana despu¨¦s del asesinato de Mu?iz, la unidad antisecuestros Gaula indag¨® un testimonio an¨®nimo que aport¨® los n¨²meros de tel¨¦fono de los cinco presuntos captores del ovetense: Picachu, Mono, Andr¨¦s y Geovanny. Este ¨²ltimo, a qui¨¦n la polic¨ªa identific¨® como Gustavo E. R., fue arrestado por fabricaci¨®n y tr¨¢fico de armas en Cali mientras el espa?ol permanec¨ªa retenido, seg¨²n un informe fechado el 30 de agosto de 2013 al que ha tenido acceso este peri¨®dico.
Los documentos policiales colombianos revelan tambi¨¦n que la banda Los Rastrojos conceb¨ªa el secuestro como una industria. Una semana despu¨¦s del asesinato del asturiano, el grupo paramilitar ya planeaba hacerse con otro reh¨¦n para compensar el dinero que no ingres¨® con el espa?ol.
La familia batalla ahora contra la burocracia para conseguir el reconocimiento de Sergio Mu?iz como v¨ªctima del terrorismo. Un estado que solventar¨ªa el limbo legal que impide a estos padres acceder a las ayudas por aquel hijo acribillado a tiros en un monte de Colombia.
investigacion@elpais.es
¡°Esto es una locura, hijo¡±
El tercer contacto directo de Sergio Mu?iz con su familia se produjo once d¨ªas despu¨¦s del rapto. El joven llam¨® a las 11.23 horas del 18 de junio de 2013 a su madre, Lourdes Brioso, seg¨²n un informe de la Polic¨ªa Nacional.
Lourdes Brioso. Sergio, cari?o, ?qu¨¦ tal est¨¢s? Esto es una locura, hijo. El otro d¨ªa cu¨¢ndo me llamaste y me dijiste un mill¨®n de euros... Sabes que tengo l¨ªo con pesetas y euros... Cuando se lo dije a tu padre, casi se vuelve loco. Empez¨® a gritar porque es much¨ªsimo. Sabes que no tenemos ese dinero. Estoy en tratamiento y esto no puede seguir as¨ª¡
Sergio Mu?iz. Lo s¨¦ mam¨¢. Estoy comiendo. No me maltratan. Quieren el dinero. Se trata de recolectar la mayor cantidad posible. Habla con Jos¨¦, Joaqu¨ªn, el banco, Carlos¡ A ver c¨®mo pod¨¦is recaudar la mayor cantidad posible. Tu tranquila. Necesito que est¨¦s tranquila.
L. B. Pero Sergio, no tenemos nada. Sabes que ellos no tienen nada, que casi no tienen para ellos. ?C¨®mo nos va a dejar dinero Joaqu¨ªn si est¨¢ vendiendo su casa? El banco no nos quiere dar nada. No tenemos nada.
S. M. Mira, mam¨¢. Tranquil¨ªzate, por favor. Vuelve a hablar con Pelusa y que ¨¦l hable con Juan y Miguel, que son empresarios y pueden aportar 200.000 euros. Es importante.
L. B. ?Y alguien m¨¢s?... Esto es una locura. Escucho de fondo a alguien. ?D¨¦jame que hable con quien te tiene retenido! Tu vida vale m¨¢s. P¨®nmelo y le explico que no podemos con esto. Que voy yo a por ti, que tu vida vale mucho. Pero d¨¦jale que le explique nuestra situaci¨®n¡
S. M. No mam¨¢, no puedo.
L. B. Dime, ?d¨®nde est¨¢s?, ?me lo puedes decir?
S. M. No. No puedo. Estoy comiendo. No me maltratan. Ellos solo quieren dinero. Un beso muy grande, que te quiero mucho. En tres o cuatro d¨ªas te vuelvo a llamar.
Una tercera persona cuelga el tel¨¦fono.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.