¡®Telepaliza con b¨²lgaros¡¯ para el cobro de morosos
Una banda de recuperaci¨®n de deudas investigada por extorsi¨®n presum¨ªa de tener 8.500 clientes con 450 millones pendientes de pago
Se presentaban como el ¡°sindicato del cobro¡± y su m¨¦todo de trabajo se llamaba ¡°telepaliza con b¨²lgaros¡±. El madrile?o Jes¨²s G., alias el Grande, dirigi¨® una red dedicada presuntamente a la recuperaci¨®n de deudas mediante violencia y extorsi¨®n. Su grupo ten¨ªa en n¨®mina al coronel ultra de la Guardia Civil Rodolfo Sanz S¨¢nchez, Rudolf, que se encargaba de proporcionar a la organizaci¨®n direcciones, matr¨ªculas y datos mercantiles para localizar a los morosos.
El mando militar obten¨ªa supuestamente la informaci¨®n de las bases de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los deudores perezosos perseguidos por el Grande ¨Cun empresario de la noche con antecedentes por homicidio, estafa y amenazas- recib¨ªan por sorpresa la visita de ¡°los chicos¡±, que es como la banda denominaba a su corpulento equipo de cobradores. El Grande lleg¨® a alardear de que gestionaba 8.500 expedientes (morosos) por valor de 450 millones de euros.
EL PA?S ha tenido acceso a decenas de pinchazos telef¨®nicos que revelan los manejos de esta red de 16 miembros que, presuntamente, cometi¨® los delitos de extorsi¨®n, pertenencia a organizaci¨®n criminal, revelaci¨®n de informaci¨®n privilegiada y cohecho.
Un coronel de la Guardia Civil facilitaba la localizaci¨®n de las v¨ªctimas?
El coronel Sanz, que supuestamente cobraba de la trama entre 500 y 1.000 euros al mes por filtrar datos confidenciales, pidi¨® informaci¨®n a Interpol para localizar a morosos. Rudolf contaba para sus pesquisas con la ayuda de otros miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. ¡°La red ten¨ªa una gran capacidad para corromper a funcionarios¡±, recoge un informe de la unidad de asuntos internos de la Guardia Civil. Los miembros de la banda, seg¨²n este documento, presum¨ªan de tener contactos en la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, la Brigada Provincial y la Polic¨ªa Judicial. El coronel Sanz, seg¨²n las pesquisas, usaba estas fuentes para enriquecer los informes que enviaba a la red a trav¨¦s de locutorios para no dejar rastro.
Pedro Larumbe
Uno de los clientes del grupo fue el Premio Nacional de Gastronom¨ªa Pedro Larumbe. El restaurador encarg¨® en enero de 2015 a la organizaci¨®n el cobro de 68.000 euros. En una conversaci¨®n telef¨®nica con un empleado de la red, el cocinero describe as¨ª a su moroso: ¡°Mide 1,90. Grandote y fuerte. Se peina para atr¨¢s con gomina¡±. El cobrador le explica despu¨¦s los pasos a seguir: ¡°Vamos a hacerle una espera¡ le dimos dos toquecitos a la mujer para que pague lo que debe¡±.
El cocinero Pedro Larumbe encarg¨® a la red el cobro de una deuda de 68.000 euros
Larumbe reconoce a este peri¨®dico que recurri¨® al Grande, que era cliente de su restaurante, tras intentar cobrar sin ¨¦xito en los tribunales. ¡°El juez me dio la raz¨®n. Pero el moroso se declar¨® insolvente y me qued¨¦ a dos velas¡±. El cocinero insiste en que desconoc¨ªa los supuestos m¨¦todos expeditivos de la organizaci¨®n y de que no lleg¨® a pagar al capo de la trama porque ¡°no solucion¨® el problema¡±. ¡°Creo que ni siquiera contactaron f¨ªsicamente con el deudor¡±, zanja.
Un abogado Benalm¨¢dena (M¨¢laga) fue uno de los principales clientes de la red. El letrado plane¨® confiar al equipo del Grande el cobro de seis millones de euros. Para ello, autoriz¨® a la presunta corporaci¨®n criminal a ¡°tomar las medidas que haya que tomar¡±. Una expresi¨®n cargada de amenazas veladas, ya que los acreedores que tocaban a la puerta de la trama hab¨ªan agotado la v¨ªa judicial, seg¨²n los investigadores.
Entre los 454 nombres, 65 sociedades y 249 veh¨ªculos que el coronel Sanz consult¨® en las bases de datos de la Guardia Civil entre febrero de 2014 y abril de 2015, figuraban supuestos morosos que a?os antes hab¨ªan denunciado extorsiones, amenazas y agresiones. El empresario Alberto A. G, por ejemplo, inform¨® en diciembre de 2011 al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP) de que dos desconocidos se presentaron en su casa y preguntaron a su esposa por su tel¨¦fono, horarios y movimientos. Despu¨¦s, le llamaron al m¨®vil para amenazarle con agredir a su familia si no pagaba. Otra invectiva recibi¨® Isabel F. M. por la deuda de 1.800 euros contra¨ªda por su antiguo bar con una empresa de mariscos. ¡°Si no pagas, te espero fuera del local y te parto las piernas¡±, le dijeron, seg¨²n la denuncia.
Cuando la red recurr¨ªa a expresiones como ¡°me voy a presentar con un b¨²lgaro¡±, no jugaba de farol. Los investigadores de la unidad de servicios internos de la Guardia Civil apuntan a que el equipo de cobradores del Grande estaba formado por un ciudadano de nacionalidad b¨²lgara con antecedentes por tr¨¢fico de drogas, amenazas y extorsi¨®n.
¡°Si no pagas, te rompo las piernas", denunci¨® una v¨ªctima en una comisar¨ªa
La organizaci¨®n contaba para los casos que precisaban m¨¢s violencia con la ayuda del responsable de seguridad de una discoteca de Madrid.
El Juzgado n¨²mero dos de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) mantiene imputados al coronel Sanz, a Jes¨²s G., el Grande, y a los otros 14 miembros de la red por los presuntos delitos de tr¨¢fico de armas, extorsi¨®n, pertenencia a organizaci¨®n criminal, cohecho y revelaci¨®n de secretos. El mando de la Guardia Civil, que fue arrestado en mayo de 2015 y ha pasado m¨¢s de nueve meses en prisi¨®n, se encuentra en libertad y suspendido de sus funciones en el Cuerpo a la espera del desenlace de la investigaci¨®n judicial.
El coronel, entretanto, sigue cobrando el sueldo base que le corresponde por su categor¨ªa de funcionario A de la Administraci¨®n, tal y como recoge la normativa de la instituci¨®n, seg¨²n fuentes oficiales del instituto armado.
investigacion@elpais.es
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