Rotos solo por fuera
Alicia Cuesta, con par¨¢lisis cerebral, publica un libro autobiogr¨¢fico ilustrado por ?lex Gonz¨¢lez, un joven con discapacidad intelectual
A primera vista Alicia Cuesta no es de las chicas que se asocia al pa¨ªs de las maravillas. Postrada en una silla de ruedas y con evidentes problemas de movilidad y de comunicaci¨®n, se define a s¨ª misma como una joven ¡°rota solo por fuera¡±. Se qued¨® sin ox¨ªgeno en el parto y la par¨¢lisis cerebral le complica la vida y las relaciones con el resto de los seres humanos. Sin embargo, sus ansias de comunicar han acabado por romper muchas de las barreras visibles e invisibles con las que se enfrentan ella y miles de personas como ella. Un d¨ªa de hace cinco a?os revent¨®: ¡°Quiero escribir un libro con las cosas importantes de mi vida¡±, verbaliz¨® a sus terapeutas con mucha dificultad, pero enorme convicci¨®n.
Alejandro Gonz¨¢lez es una persona con discapacidad intelectual vinculada al autismo. A ¨¦l lo de juntar letras le va menos, pero la conexi¨®n con los problemas de Alicia Cuesta a trav¨¦s de las dificultades comunes para expresarse, y su capacidad para sintetizar historias en trazos y texturas, le han convertido en el coloreador necesario para ilustrar el libro. Alicia vio por casualidad un dibujo de Alejandro en un calendario y lo eligi¨®. ¡°Nos uni¨® el dibujo¡±, dice el joven, que cada d¨ªa hace una vi?eta con una noticia que le sorprende, o con un suceso que le llama la atenci¨®n. El libro fue un compromiso extra. ¡°Estamos rotos por fuera, pero no por dentro¡±, aclara con sentido del humor Alicia Cuesta, para explicar el resultado de su dif¨ªcil trabajo.
Cinco a?os despu¨¦s, el resultado es un libro de 116 p¨¢ginas, Yo soy Alicia y esta es mi vida, editado por la Diputaci¨®n Foral de ?lava, que no ser¨¢ un best seller, pero s¨ª una gran lecci¨®n de superaci¨®n. Desde la primera l¨ªnea Alicia reclama a la sociedad que mida a las personas con diversidad funcional por sus aptitudes, no por sus incapacidades, y razona que m¨¢s all¨¢ de la ayuda que necesita cada uno de ellos, tienen derecho a disfrutar de una vida independiente. ¡°Todas las personas de este mundo somos dependientes las unas de las otras¡±, escribe al final, a modo de conclusi¨®n. ¡°Unos para ir con la silla, otros para comer, otros para realizar las compras y otros para ser felices¡±.
La primera edici¨®n, de 300 ejemplares, se ha distribuido por las bibliotecas p¨²blicas de ?lava, y se puede descargar en la p¨¢gina web de Bienestar Social de la Diputaci¨®n. Alicia repasa en el texto los recuerdos de su infancia para entender c¨®mo es ahora de adulta. Los dibujos reflejan las vivencias de la joven con mimo y un gran esfuerzo por parte de Alejandro Gonz¨¢lez.
El libro remueve por dentro a quien se atreve a driblar la pereza y la incomodidad que supone, a priori, adentrarse en unas vidas a las que tendemos a encapsular en centros especializados y a dar pocas oportunidades desde que nacen. ¡°Pese a las dificultades, Alicia y Alejandro aprendieron a comunicarse, a trabajar en equipo, a contrastar, y eso impresiona mucho¡±, explica el director del Centro de Autonom¨ªa Personal (CAP) de la Diputaci¨®n Foral de ?lava, Aurelio Alzola.
Profesores y terapeutas creen que la experiencia es exportable como una manera de mejorar sus habilidades sociales. Alicia es usuaria del CAP y Alejandro del centro ocupacional Helios, ambos del Instituto Foral de Bienestar Social. La joven escribi¨® letra a letra con un puntero en un ordenador adaptado a su cadencia y con un rat¨®n especial cada uno de los pasajes de su historia. Los mi¨¦rcoles por la tarde a lo largo de cinco inviernos, ella y su compa?ero se intercambiaban textos, dibujos e impresiones.
Uno de los dibujos preferidos del autor es el de los abuelos de Alicia. ¡°Mi abuelo Emeterio me acunaba mientras yo, desagradecida de m¨ª, no paraba de llorar. Me viene a la cabeza el instinto de las personas mayores, qu¨¦ sabidur¨ªa. ?l no era m¨¦dico pero intu¨ªa que yo no estaba bien. Mi madre no le cre¨ªa y mi abuelo se muri¨® sin saber qu¨¦ me pasaba¡±. A primera vista Alicia Cuesta no es de las chicas que se asocia al pa¨ªs de las maravillas. Como dicen sus amigos, d¨¢ndole la vuelta a la frase: ¡°Alicia las hace¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.