Nubarrones sobre tu cabeza, hombres del tiempo y el ¡®efecto mariposa¡¯
El meteor¨®logo Daniel Santos abordar¨¢ cada semana de una forma amena y did¨¢ctica un tema relacionado con el tiempo y los fen¨®menos atmosf¨¦ricos
Es dif¨ªcil saber c¨®mo empezar a escribir en un blog. Lo primero, tal vez, es contar algo de uno mismo. En mi caso, llevo m¨¢s de 20 a?os dedicando mi tiempo al tiempo (meteorol¨®gico). Profesionalmente, y pasionalmente, soy uno de esos raros espec¨ªmenes que sobreviven haciendo ciencia, en mi caso, tratando de mejorar las predicciones meteorol¨®gicas.
Mientras que para muchos el tiempo son esos cinco minutos tras las noticias, o esos soles que salen en una app en el Smartphone, para m¨ª y mis colegas, es una forma de salvar vidas, facilitar el transporte, la generaci¨®n de energ¨ªa, dar oportunidades de diversi¨®n a la gente haciendo actividades en la naturaleza y cientos de cosas m¨¢s que ir¨¦ contando por aqu¨ª.
Las previsiones meteorol¨®gicas tienen ahora la misma precisi¨®n a cuatro d¨ªas vista que hace 40 a?os a un d¨ªa
Aunque no lo parezca, los sistemas de avisos por situaciones meteorol¨®gicas adversas salvan vidas. Los aviones, los barcos e incluso los trenes de alta velocidad, usan predicciones meteorol¨®gicas. Las el¨¦ctricas tienen en cuenta las predicciones de viento y de radiaci¨®n solar en la producci¨®n de energ¨ªa limpia. Todos los amantes, entre los que me encuentro, de actividades en la naturaleza somos ¨¢vidos consumidores de informaci¨®n meteorol¨®gica sobre vientos, oleaje o nieve. As¨ª pues, en este blog voy a revindicar el papel del ¡°los del tiempo¡± como parte importante, aunque desconocida en muchos aspectos, de la vida cotidiana.
Cuando alguien descubre a lo que me dedico casi siempre surgen las mismas preguntas y reproches. Como es el primer post no voy a dejar con la duda en el aire, y voy a responder a uno de los cl¨¢sicos ?Por qu¨¦ fall¨¢is tanto en las predicciones?
A sabiendas de que este momento llega, tarde o temprano, tengo preparada mi estrategia. Primero echar balones fuera: ¡°Si los economistas acertaran una d¨¦cima parte de lo que acertamos los meteor¨®logos, otro gallo nos cantar¨ªa¡±.
En los ¨²ltimos 40 a?os las mejoras en la predicci¨®n meteorol¨®gica gracias a la visi¨®n global de la atm¨®sfera que facilitan los sat¨¦lites y a los c¨¢lculos con modelos en grandes superordenadores ha permitido una mejora de la predicci¨®n en un d¨ªa cada 10 a?os. Es decir, ahora se tiene la misma precisi¨®n a cuatro d¨ªas vista que hace 40 a?os a un d¨ªa.
Aun as¨ª, tenemos una importante limitaci¨®n que nos impide mejorar. En 1972, Eduard N. Lorenz, realiz¨® una presentaci¨®n durante una conferencia que titul¨® con una pregunta que ven¨ªa a decir ¡°?El aleteo de las alas de una mariposa podr¨ªan dar lugar a un tornado en Texas?¡±. Tal y como modelizamos por ordenador la atm¨®sfera y sus procesos, peque?as diferencias, como el batir de alas de una mariposa, pueden llevar a predicciones muy diferentes, dando lugar a un tornado en Texas, o no. Desde entonces, gracias a la pregunta de Lorenz, se acu?¨® el t¨¦rmino ¡°efecto mariposa¡±, y es una de las mejores im¨¢genes que existen para explicar el concepto de caos. El comportamiento ca¨®tico limita la calidad de las predicciones, y solamente mejorando la precisi¨®n de las observaciones, teniendo en cuenta cada vez m¨¢s efectos f¨ªsicos y generando simulaciones por ordenador ligeramente distintas podemos intentar capturar esa incertidumbre escondida en el caos.
As¨ª pues, cuando los del tiempo fallemos echadle culpa a las mariposas y sus aleteos.
Bienvenidos todos, vamos a dedicar un poco de tiempo al tiempo.
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