El Rey busca fortalecer su imagen con una amplia agenda en el exterior
Felipe VI cumple 1.000 d¨ªas en el trono con el horizonte despejado para completar sus funciones
Recuperar el prestigio que tuvo la Corona en Espa?a. Fue el imperativo que forz¨® la abdicaci¨®n de Juan Carlos I en medio de los esc¨¢ndalos de N¨®os y Botsuana, que, con el combustible de la crisis, carbonizaron el cr¨¦dito logrado al salvar la democracia del 23-F. La proclamaci¨®n de Felipe VI el 19 de junio de 2014, este martes se cumplen 1.000 d¨ªas, detuvo la hemorragia. Pero con el cambio din¨¢stico no era suficiente. Se requer¨ªan muchos esfuerzos internos y externos. Los primeros se dan por cumplidos; los segundos pueden llegar a partir de ahora.
La Zarzuela traz¨® un plan para restablecer la reputaci¨®n de la Corona en dos planos. El ¨¢mbito interno era crucial: hab¨ªa que transformar la instituci¨®n para que nada pudiera propiciar los excesos que hab¨ªan llevado a la Corona al borde del abismo.
La ¡°Monarqu¨ªa renovada en un tiempo nuevo¡±, como la defini¨® el Rey en su discurso de proclamaci¨®n, fue tomando expresi¨®n en medidas concretas. Lleg¨® la transparencia, con una auditor¨ªa externa de las cuentas de la Casa del Rey. Con la publicaci¨®n de las retribuciones de los altos cargos. Con la adaptaci¨®n de los contratos a los principios que rigen la contrataci¨®n p¨²blica de concurrencia, transparencia, igualdad y no discriminaci¨®n. Con la publicaci¨®n de los regalos recibidos. Incluso el Rey recort¨® un 20% su asignaci¨®n como jefe del Estado.
Llegaron los cortafuegos. Se prohibi¨® a los miembros de la Familia Real aceptar regalos que comprometan la dignidad de sus funciones y recibir pr¨¦stamos sin inter¨¦s o servicios en condiciones ventajosas. Se estableci¨® un c¨®digo de conducta para que trabajadores y altos cargos de La Zarzuela actuaran con austeridad, ejemplaridad y honradez, como se hab¨ªa impuesto el Rey a s¨ª mismo y su familia.
Con la proclamaci¨®n de Felipe VI, la Familia Real quedaba reducida al Rey, la Reina, la princesa Leonor y la infanta Sof¨ªa. Sin embargo, la infanta Cristina, salpicada por los negocios irregulares de su marido, I?aki Urdangarin, segu¨ªa siendo hermana del Rey y duquesa de Palma, t¨ªtulo que le concedi¨® su padre, Juan Carlos I, en 1997. La medida sanitaria que se aplicar¨ªa llegado el caso ser¨ªa la revocaci¨®n del t¨ªtulo, como ocurri¨® en junio de 2015.
Este ajuste interno, sumado a un incremento de la cercan¨ªa de los Reyes con el pueblo, ten¨ªa que completarse con el otro plano de la estrategia. La proyecci¨®n internacional del Rey como principal activo en la representaci¨®n del Estado en un mundo cada vez m¨¢s interconectado y con mayores intereses espa?oles en el extranjero. Pero la situaci¨®n de bloqueo e interinidad que sufri¨® Espa?a durante 10 meses y el proceso judicial de la infanta Cristina lo complicaron. Los viajes se aplazaron y N¨®os sigui¨® proyectando su espectro sobre la Corona, haciendo supurar la herida cada vez que el proceso pon¨ªa su punto de mira sobre la Infanta .
Sin embargo, el Rey ha llegado a la primavera de 2017 con el horizonte despejado. Aunque sin una gran fortaleza parlamentaria, el desbloqueo ha estabilizado la situaci¨®n pol¨ªtica, y la justicia ha cerrado N¨®os con la exculpaci¨®n de la Infanta de la comisi¨®n de dos delitos fiscales como cooperadora de su marido (si bien considera que se benefici¨® de ellos). Los acontecimientos han dejado la situaci¨®n en el escenario deseado por La Zarzuela, que ha reactivado su estrategia para la recuperaci¨®n del prestigio de la Corona en el ¨¢mbito internacional.
La agenda del Rey se llena de citas en el extranjero para los pr¨®ximos meses que habr¨¢n de resaltar su papel como m¨¢s alto representante del Estado en las relaciones internacionales, en las que ya ha silueteado su protagonismo con intervenciones en Naciones Unidas o el Parlamento Europeo y con profundos mensajes sobre la crisis humanitaria de los refugiados.
La reciente recepci¨®n en Espa?a al presidente argentino Mauricio Macri, apenas unos d¨ªas despu¨¦s de la sentencia y con un nuevo formato de representaci¨®n, inici¨® esta nueva etapa. El Rey ha marcado perfil en ella como defensor del multilateralismo frente a la ola de proteccionismo desatada con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, del que espera que mantenga para Espa?a el mismo trato que tuvo con su antecesor, Barak Obama.
Ese mismo mensaje a favor del libre comercio ser¨¢ el que el Rey lleve en la primera semana de abril a la tercera econom¨ªa mundial, Jap¨®n, cuyo primer ministro, Shinzo Abe, se perfila como el principal aliado de Trump en Asia. El v¨ªnculo bilateral entre Espa?a y Jap¨®n se remonta a 1613, cuando la Embajada Keicho se convirti¨® en la primera delegaci¨®n diplom¨¢tica de car¨¢cter oficial enviada por Jap¨®n para entrevistarse con Felipe III.
La Zarzuela no ha cerrado el m¨¢s importante de los viajes de Estado que proyecta para 2017 en su agenda hasta que se produjera el fallo del caso N¨®os. Se trata de la visita a Reino Unido, previsto para los d¨ªas 6, 7 y 8 de junio y que se produce en un momento muy delicado pol¨ªticamente. En esa perspectiva, el viaje confiere un relieve especial a la figura del Rey. Como defensor de la idea de la Uni¨®n Europea y como representante de un pa¨ªs que puede verse afectado en el turismo y las exportaciones de forma negativa por el Brexit.
Durante su desplazamiento a Londres, Felipe VI mantendr¨¢ un encuentro con la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, en el que aflorar¨¢n las inquietudes de los 300.000 ciudadanos brit¨¢nicos que est¨¢n empadronados en Espa?a y los m¨¢s de 150.000 espa?oles que residen en el Reino Unido.
La Zarzuela espera que la labor desempe?ada por el Rey en estos y otros viajes todav¨ªa por confirmar reforzar¨¢ la figura del jefe del Estado en la escena internacional, lo que repercutir¨¢ de modo positivo sobre la instituci¨®n que representa contribuyendo a recobrar el prestigio de la Corona tanto en Espa?a como en el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.