El misterio de los 13 esqueletos de ni?os que aparecieron en una playa gallega
Un laboratorio de Miami ha puesto fecha a varios cuerpos hallados en un arenal de Pontevedra

En el mismo lugar al que van algunas mujeres a finales de agosto en busca de nueve olas m¨¢gicas de agua salada, dispuestas a sumergirse en el mar en un rito ancestral (con la fe de llegar a ser madres contra viento y marea), la arena de la playa ocult¨® hasta octubre los esqueletos de 13 beb¨¦s. Ni?os de tiempos de los romanos que no llegaron a crecer. El cementerio infantil se aprieta en un lado, pero la necr¨®polis es mucho m¨¢s grande y se extiende tierra adentro hasta donde ya han construido chal¨¦s.
Dice Rafael Rodr¨ªguez, el director del equipo de arque¨®logos que los descubri¨®, que en la playa de A Lanzada (Sanxenxo, Pontevedra) "est¨¢ enterrado medio libro de la historia de Galicia", desde la Edad de Bronce hasta m¨¢s all¨¢ de las invasiones vikingas y sarracenas. Es un tomo deslavazado, de hojas sueltas y desordenadas. Tan revueltas como la otra media enciclopedia que se encuentra en superficie, unos metros tierra adentro de este enclave que llaman "castro" pero es mucho m¨¢s.
Los cap¨ªtulos de historia contempor¨¢nea est¨¢n representados sobre el suelo firme por el furor urban¨ªstico que empez¨® en 1976, y por la crisis del ladrillo que lo trunc¨® dejando a medias chal¨¦s y hoteles. En el coraz¨®n del enclave antiguo, donde se acumulan en el subsuelo y entremezcladas las hojas del primer "medio libro", los arque¨®logos trabajan desde 2010 intentando recomponer un rompecabezas que los mantiene en vilo y se desmiente y se complica cada d¨ªa de excavaci¨®n.
A finales de enero concluy¨® el trabajo de campo hasta el verano que viene. Y ahora toca buscar explicaciones en el despacho, paralelismos con otros yacimientos del mundo que arrojen algo de luz. Persegu¨ªan los restos de un monasterio, Santa Mar¨ªa Lanceata, citado en textos medievales pero que todav¨ªa no ha aparecido. Y lo que se encontraron fue un "aut¨¦ntico centro comercial", un lugar que seg¨²n Rodr¨ªguez revela que los gallegos "no se conformaban con subsistir, sino que manten¨ªan unos contactos bestiales con todo el mundo conocido" mucho antes de la llegada de los romanos.
A Lanzada es el mundo al rev¨¦s. Vestigios muy anteriores a Cristo aparecen superpuestos a otros de tiempos de los romanos, trufados con lo medieval y con delirante basura del presente, como la parab¨®lica y la cartera presuntamente robada a un ba?ista que emergieron tambi¨¦n del yacimiento.
Hace muchas d¨¦cadas que se sabe que aqu¨ª, desde la l¨ªnea de la costa donde se levanta una ermita y hasta lo que hoy ocupan los cimientos de los chal¨¦s, al otro lado de la carretera, hay muertos sepultados. Desde mediados del siglo XX se han recuperado en distintas campa?as un centenar de cuerpos humanos de ¨¦poca romana, precristianos y cristianos. Muchos soterrados con su ajuar y otros torturados y maniatados con cuerdas de esparto que, gracias a las condiciones de la arena, se conservaron anudadas durante milenios.
Adem¨¢s, hay cientos de huesos de animales, los restos de la alimentaci¨®n y la actividad de aquellos hombres. Seg¨²n Rodr¨ªguez, jefe de arqueolog¨ªa de la Diputaci¨®n de Pontevedra, el organismo responsable de las prospecciones, A Lanzada ha dado lugar a "una de las mejores colecciones de fauna de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica". Hay desde perros y gallinas hasta lobos, jabal¨ªes, restos de cet¨¢ceos e incluso un alca gigante "que apareci¨® en el contexto del siglo II antes de Cristo".
A principios de verano, a una decena de metros de la antena abandonada emergi¨® el esqueleto de un perro al que a¨²n nadie ha puesto fecha. Luego, justo debajo, lo que parece un secadero de pescado que dar¨ªa servicio a una factor¨ªa de salaz¨®n y salsas datada entre los siglos III y II de la era precristiana. A la siniestra, seg¨²n se mira al mar, un conchero, vertedero o escombrera de la edad de Hierro. Y bajo este c¨²mulo de desperdicios amontonados por los habitantes de un castro (de hace m¨¢s de dos milenios) en septiembre sali¨® a la luz Cornelia. Los investigadores la bautizaron as¨ª porque ese era el nombre que "m¨¢s romano sonaba" entre los m¨¢rtires que se festejaban el d¨ªa del hallazgo.
A la derecha, a unos 10 metros de distancia, aparecieron despu¨¦s los 13 beb¨¦s. Todos menores de un a?o. Por el estrato en el que se toparon a Cornelia, inferior al de los cr¨ªos, los expertos pensaron que ella era m¨¢s antigua. Para asegurarse, enviaron esquirlas de sus huesos, junto con muestras de los beb¨¦s, al laboratorio Beta Analytics de Miami. Los resultados confirmaron que los ni?os y ni?as hab¨ªan vivido su corta vida entre los siglos I y II despu¨¦s de Cristo, pero revelaron que Cornelia no era de tiempos de los romanos. Otra vez, A Lanzada parec¨ªa desmentirse y complicarse.
Esta mujer solo llevaba durmiendo su sue?o eterno bajo la duna desde el siglo V, cuando Gallaecia se convert¨ªa en reino suevo y los gallegos empezaban a sumarse a una religi¨®n a¨²n nueva, el Cristianismo. Su esqueleto, bien conservado, cuenta la historia de una mujer que hab¨ªa trabajado mucho y que muri¨® retorcida de dolor tras un largo sufrimiento. Bastantes d¨ªas despu¨¦s de su hallazgo, a su lado aparecieron otros dos adultos que respiraron la brisa del mar en la misma ¨¦poca. Los tres estaban enterrados con una orientaci¨®n diferente del resto de los esqueletos exhumados en A Lanzada, sin ajuar y en cajas de madera que dejaron su impronta tatuada como una fotocopia en la arena. Entre los huesos, sobreviv¨ªan algunos clavos de hierro de los f¨¦retros.
A esta enorme y abigarrada huella de vida y muerte que es el yacimiento de A Lanzada, los arque¨®logos la apodan "El Corte Ingl¨¦s" por la variedad y la intensa actividad comercial que revela. Hay vestigios desde el siglo VIII antes de Cristo y han aparecido de momento unas 15.000 piezas arqueol¨®gicas, entre ellas cer¨¢mica que demuestra que "los gallegos estaban en el mundo y manten¨ªan, al menos en A Lanzada, relaciones comerciales con el Mediterr¨¢neo antes de la llegada de los romanos": "aqu¨ª hay ¨¢nforas de la B¨¦tica, de la Pen¨ªnsula It¨¢lica, de Rodas, africanas, chipriotas", explica el director de los trabajos. "Yo no paro de imaginar c¨®mo vivir¨ªan... de pensar que esta gente vio pasar por el mar, justo aqu¨ª delante, los barcos de C¨¦sar".
Una antrop¨®loga de la Universidad de Santiago se encarga de estudiar ahora todos estos huesos, en especial los de los ni?os, para tratar de saber "c¨®mo vivieron, qu¨¦ comieron, de qu¨¦ murieron". No hay en Galicia filones de historia como este. La tierra ¨¢cida destruye los cuerpos, pero la arena los conserva. Mientras, los arque¨®logos intentan explicar por qu¨¦ la medieval Cornelia apareci¨® enterrada bajo un conchero de la Edad de Hierro y despejar el misterio del cementerio de beb¨¦s.
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