Defensa busca c¨®mo hacer frente a los drones del ISIS en Irak

Las tropas espa?olas desplegadas en Irak, al igual que las restantes fuerzas de la coalici¨®n que combate al Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s), se enfrentan a un nuevo peligro: los ataques con drones o peque?as aeronaves no tripuladas. El Ministerio de Defensa se toma muy en serio esta amenaza y ya ha puesto en marcha un plan urgente para adquirir un escudo electr¨®nico con el que proteger de estos ataques a la base de Besmayah, que alberga al grueso del contingente espa?ol, integrado por 450 militares y guardias civiles.

El descubrimiento de un taller de construcci¨®n de drones durante la operaci¨®n de reconquista de la ciudad de Mosul ha encendido todas las alarmas al permitir hacerse una idea del nivel de desarrollo del nuevo armamento que el ISIS ha incorporado a su arsenal. Montones de piezas, fragmentos de alas y transmisores de radio, junto a facturas y partes militares dando cuenta de su empleo.

Inicialmente, el ISIS utilizaba estos aparatos no tripulados, que se pueden adquirir en el mercado por unos 1.000 d¨®lares o fabricarse artesanalmente, para misiones de vigilancia sobre las posiciones del Ej¨¦rcito iraqu¨ª. Pero una peque?a modificaci¨®n les ha permitido dotarlos de artefactos explosivos, como granadas de 40 mil¨ªmetros, y convertirlos en peque?as bombas volantes. Desde oto?o pasado se han registrado varios ataques de este tipo y, aunque de momento con poca efectividad, uno de ellos caus¨® dos bajas entre los peshmergas kurdos. El ISIS, que no pierde ocasi¨®n de hacer propaganda, ha difundido un v¨ªdeo de un drone dejando caer un artefacto sobre un grupo de soldados iraqu¨ªes, que salvaron la vida por segundos.

Hasta ahora, las fuerzas de la coalici¨®n no se enfrentaban a una amenaza a¨¦rea, ya que el ISIS carece de aviones o helic¨®pteros, pero la aparici¨®n de los drones ha cambiado radicalmente el panorama. Su reducido tama?o hace que sean dif¨ªciles de detectar y, m¨¢s a¨²n, de interceptar. Sobre todo, si atacan en enjambre; es decir, lanzando muchos de ellos a la vez para saturar las defensas.

El Ministerio de Defensa espa?ol se ha tomado muy en serio una amenaza que, hasta hace poco, parec¨ªa m¨¢s propia de un remake en ciencia ficci¨®n de Los P¨¢jaros de Hitchcock que de un teatro de operaciones real. Y ha puesto en marcha un plan urgente para dotar de un escudo anti-drones a la base de Besmayah, donde est¨¢ desplegado el grueso de los 450 soldados y guardias civiles espa?oles. No se trata, seg¨²n las fuentes consultadas, de derribar los drones sino de neutralizarlos. Para conseguir este objetivo, el sistema ¡ªdel que hay varias versiones de fabricaci¨®n estadounidense o israel¨ª¡ª cuenta con un radar que detecta la llegada del drone a pocos kil¨®metros de distancia y un equipo de guerra electr¨®nica que intercepta la se?al; tanto si est¨¢ guiado por radio control como si vuela programado con ayuda de un GPS. Esta defensa electr¨®nica complementa a la f¨ªsica, con torres de vigilancia blindadas y bloques de hormig¨®n (T walls) de casi cuatro metros y refugios antia¨¦reos.

El objetivo es que el sistema se implante aprovechando las obras de ampliaci¨®n que la unidad de Ingenieros est¨¢ realizando en la base Gran Capit¨¢n, que duplicar¨¢ su tama?o hasta los 90.000 metros cuadrados para albergar a los 125 militares y 25 guardias civiles que se han sumado al contingente espa?ol, hasta ahora de 300 efectivos. Aunque bajo mando espa?ol, en la base Besmayah, a 60 kil¨®metros de Bagdad, hay tambi¨¦n militares portugueses, brit¨¢nicos o estadounidenses. En sus instalaciones se han instruido m¨¢s de 6.000 soldados iraqu¨ªes, muchos de los cuales participan ahora en la toma de Mosul.

El riesgo de los drones no se limita a su empleo como bombarderos. Algunos de ellos caen sin que su carga explote y se convierten en minas, por lo que los soldados ya han sido advertidos de que no se acerquen a sus restos. El peor escenario, hasta ahora no materializado, es que los drones pudieran ser equipados con armas qu¨ªmicas ¡ªel ISIS captur¨® algunas en los arsenales de El Asad y las ha utilizado en Siria¡ª lo que posiblemente no tendr¨ªa gran incidencia b¨¦lica pero s¨ª psicol¨®gica, al obligar a las tropas de la coalici¨®n a equiparse, y entrenarse, con protecci¨®n frente a este tipo de agresivos.

M¨¢s all¨¢ del campo de batalla iraqu¨ª, los expertos temen que los terroristas del ISIS puedan llegar a utilizar las capacidades adquiridas en Irak para lanzar atentados con drones en los pa¨ªses occidentales. Pero esa ser¨ªa otra guerra. O la misma.