El desarme de ETA no es como el del IRA o las FARC
El procedimiento, sin contrapartidas, se basa en la propuesta del Gobierno vasco de diciembre de 2014
¡°El proceso de desarme de ETA es at¨ªpico. No sigue el patr¨®n de los referentes m¨¢s conocidos y recientes como el del IRA en Irlanda del Norte o el de las FARC en Colombia. Su diferencia fundamental estriba en que estos procesos fueron fruto de una negociaci¨®n y acuerdo de paz. No es este el caso del desarme de ETA¡±, se?alan expertos en estos procesos de entrega de armas.
¡°El desarme de ETA, a diferencia de los del IRA o de las FARC, no ha sido negociado con los Gobiernos espa?ol y franc¨¦s, como pretend¨ªa la banda armada, y carecer¨¢ de contrapartidas. Ser¨¢ unilateral¡±, confirman fuentes del Ejecutivo vasco. ETA se ha comprometido a entregar las armas, cuyos dep¨®sitos est¨¢n en Francia, a la justicia gala a trav¨¦s de intermediarios como el Comit¨¦ Internacional de Verificaci¨®n y representantes de la sociedad vasco-francesa.
Por el contrario, en el caso del IRA, el Gobierno irland¨¦s, los partidos y la organizaci¨®n armada pactaron crear una comisi¨®n de desarme. Una representaci¨®n internacional lo verific¨® en presencia de sendos enviados de las partes enfrentadas, un cura cat¨®lico y otro protestante. Por su parte, el desarme de las FARC est¨¢ calificado como ¡°conflicto armado interno¡±, sometido al derecho internacional humanitario, y la entrega de armas se est¨¢ haciendo ante un equipo de la ONU. Sin embargo, el desarme de ETA no se ubica como proceso final de un conflicto armado interno.
El modo de entrega de las armas es otro rasgo diferencial del desarme de la banda terrorista vasca. ¡°Al entregar el armamento a la justicia francesa, ETA se compromete con la legalidad a no destruir las armas que los jueces analizar¨¢n para descubrir posibles delitos cometidos con ellas. Las armas del IRA y las FARC fueron destruidas¡±, se?alan las mismas fuentes. El procedimiento de entrega del armamento de ETA le aproxima al proceso de desarme seguido por el Ej¨¦rcito Revolucionario Bret¨®n (ARB), se?alan los expertos. El ARB fue un peque?o grupo nacionalista radical que realiz¨® algunos atentados con explosivos en Francia y cuya acci¨®n m¨¢s conocida fue el robo de ocho toneladas de explosivos en colaboraci¨®n con ETA en Plevin en 1998. El ARB se desarm¨® en 2000, entregando a la justicia los explosivos robados que controlaba y el escaso armamento del que dispon¨ªa.
Una tercera diferencia radica en la administraci¨®n de las entregas. ¡°El desarme de ETA ser¨¢ completo, definitivo y a trav¨¦s de un ¨²nico acto¡±, asegura el Gobierno vasco. ¡°No fue as¨ª el del IRA, que realiz¨® una entrega en cuatro plazos de tiempo. Ni ser¨¢ el de las FARC, que ha realizado recientemente su primera entrega¡±, aseguran las fuentes consultadas. Aunque se desconoce el n¨²mero de armas de ETA ¡ªse especula entre 200 y 300 unidades entre fusiles, subfusiles y pistolas, adem¨¢s de material explosivo¡ª, resulta evidente que el armamento del que dispon¨ªa el grupo terrorista irland¨¦s y la guerrilla colombiana es muy superior.
ETA, cuando declar¨® el cese definitivo del terrorismo en octubre de 2011, pretendi¨® realizar un proceso de desarme similar al del IRA y las FARC. Trataba de materializarlo a trav¨¦s de un sellado de su armamento y su inutilizaci¨®n, supervisado por verificadores internacionales enviados oficialmente por los Gobiernos espa?ol y franc¨¦s. La banda terrorista vasca rechazaba una entrega de armas y que estas pudieran ser analizadas para sortear el riesgo de que la justicia abriera nuevas causas. Asimismo, pretend¨ªa un desarme a plazos para difuminar la imagen de derrota y ofrecer una escenograf¨ªa bilateral con los Gobiernos espa?ol y franc¨¦s. Por ello, tras el cese definitivo del terrorismo, mantuvo una delegaci¨®n en Noruega para negociar las condiciones del desarme. Ambos Gobiernos se negaron y en febrero de 2013 el Ejecutivo del PP logr¨® la expulsi¨®n de la delegaci¨®n etarra del pa¨ªs n¨®rdico. Pese a ello, ETA mantuvo su posici¨®n. Tampoco la cambi¨® cuando en diciembre de 2014, ante la persistencia del bloqueo, el Gobierno vasco le ofreci¨® la creaci¨®n de un ¡°comit¨¦ para el desarme¡± con representantes de las instituciones vascas, la sociedad y el Comit¨¦ Internacional de Verificaci¨®n. El Ejecutivo vasco se compromet¨ªa, a su vez, a avalar la legalidad del desarme ante el Gobierno del PP.
Esta propuesta del Gobierno de I?igo Urkullu es b¨¢sicamente la que, finalmente, ha asumido ETA. Para ello han tenido que pasar m¨¢s de dos a?os en los que la banda ha interiorizado la imposibilidad de un desarme bilateral con los Ejecutivos espa?ol y galo e, incluso, el riesgo de que la sucesiva incautaci¨®n de dep¨®sitos por la polic¨ªa francesa dejara el desarme reducido a la m¨ªnima expresi¨®n. Sobre la base de la propuesta del Gobierno vasco, ETA ha otorgado mayor protagonismo a los intermediarios de la sociedad vasco-francesa como receptores de la geolocalizaci¨®n de su armamento. Pero ha asumido de dicha propuesta el papel de los verificadores internacionales; la presencia de las instituciones vascas y navarras; y la legalidad del proceso de desarme al ser la justicia francesa la destinataria del armamento.
A su vez, el Gobierno de Rajoy est¨¢ dejando hacer. Al realizarse el desarme en territorio franc¨¦s no le acarrea ning¨²n coste y cumple su exigencia b¨¢sica: que ETA entregue la geolocalizaci¨®n de sus arsenales y que la justicia sea su destinataria. En la no beligerancia de Rajoy cuenta, tambi¨¦n, la p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta. Necesitado del PNV, ha establecido una buena relaci¨®n con el lehendakari Urkullu, convertido en garante del proceso y comprometido a informarle de su marcha.
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