Tres propuestas de legislar la muerte digna han llegado al Congreso

El Congreso de los Diputados ha debatido esta legislatura tres propuestas sobre muerte digna, un t¨¦rmino lo suficientemente amplio como para acoger las de Ciudadanos y PSOE ¡ªbasadas en regular y extender los cuidados paliativos¡ª y Unidos Podemos, que se refer¨ªa exclusivamente a eutanasia y suicidio asistido.

Todas parten de una ley, la de autonom¨ªa del paciente de 2002, en la que se establecen como bases la obligaci¨®n de atender a la voluntad del paciente para aceptar o rechazar tratamientos y a que esta intenci¨®n quede reflejada en el testamento vital. De hecho, hasta 2007 esa fue la ¨²nica norma. Entonces, con el caso de Inmaculada Echevarr¨ªa ¡ªla mujer que tuvo que luchar seis meses hasta que le quitaron un respirador¡ª, se vio que la interpretaci¨®n de la ley no era tan clara. Andaluc¨ªa, que era la competente, elabor¨® su ley de cuidados paliativos (llamada muerte digna), que luego han seguido Pa¨ªs Vasco, Asturias, Galicia, Canarias, Baleares, Navarra, Arag¨®n y Madrid.

Pero todas estas normas, por su rango auton¨®mico, no pod¨ªan exceder lo regulado en la estatal de 2002. Por tanto, pod¨ªan poner negro sobre blanco los derechos a cuidados paliativos, pero no ir m¨¢s all¨¢ ni entrar en temas como el suicidio asistido (castigado en el art¨ªculo 143 del C¨®digo Penal) o la eutanasia (equiparada a un homicidio).

En su exposici¨®n de motivos, la iniciativa de Ciudadanos reconoce que se trata de armonizar todas estas regulaciones auton¨®micas. Y contiene algunas especificaciones que no son novedades en cuanto tales, pero que quedan afianzadas: derecho a recibir cuidados paliativos, a pedir que estos sean domiciliarios, a que haya intimidad en el momento de la muerte (que se dipongan habitaciones individuales en los centros sanitarios), fija que los sanitarios no deben anteponer sus ideas a las de los pacientes (limita la objeci¨®n de conciencia si la hubiera, algo dif¨ªcil porque los paliativos son considerados una buena pr¨¢ctica) y especifica la legalidad de la sedaci¨®n terminal (la que se proporciona aun a costa de adelantar la muerte). Todo ello cuestiones que en muchos casos ya se hac¨ªan.

La iniciativa rechazada del PSOE es muy similar en contenido, pero tiene una salvedad: en la exposici¨®n de motivos afirma que ¡°esta no es una ley llamada a regular la eutanasia¡±, pero admite que ¡°la sociedad espa?ola parece dispuesta a abrir el debate sobre la eutanasia¡±. Ese es el paso que se plantea ahora.