Adolescentes para robar y casarse
Presionada por Europa, Espa?a no regul¨® hasta 2015 la trata con fines delictivos y para matrimonios forzados, donde el 70% de las v¨ªctimas son menores
Cuando la ayuda lleg¨®, Ionela ya hab¨ªa pasado por la c¨¢rcel. La Polic¨ªa hac¨ªa tiempo que la ten¨ªa fichada por robar en tiendas de ropa y, tras varias detenciones, acab¨® condenada a 13 meses de prisi¨®n. Fue justo antes de que las autoridades la expulsaran del pa¨ªs. Aunque, poco despu¨¦s de salir de Espa?a, regres¨® al ¨²nico mundo que conoc¨ªa como adulta: a Madrid, donde acab¨® encerrada en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la capital. All¨ª la encontr¨® la ONG Proyecto Esperanza. Y la liber¨®. Porque Ionela, que ten¨ªa entonces 22 a?os, no hab¨ªa cometido los delitos por propia voluntad. La hab¨ªa obligado una red de tratantes, que la trajo enga?ada a la Pen¨ªnsula; y que la mantuvo coaccionada y amenazada para que delinquiera para ellos. Una pr¨¢ctica que en Espa?a no empez¨® a perseguirse hasta 2015, cuando se reform¨® el C¨®digo Penal tras a?os de presiones de Europa.
"No se puede castigar a estas v¨ªctimas de trata por los delitos que han comentido por su condici¨®n, precisamente, de v¨ªctimas de trata", apunta Enrique L¨®pez Villanueva, de la oficina del Relator Nacional para la Trata de Seres Humanos. "Todo lo que Ionela obten¨ªa de los robos se lo quedaba el matrimonio que la estaba forzando", apunta Marta Gonz¨¢lez, coordinadora de Proyecto Esperanza, que recuerda c¨®mo la pareja lleg¨®, incluso, a prostituir a la joven: "Se aprovecharon de su situaci¨®n de vulnerabilidad. Ven¨ªa de un entorno pobre y hab¨ªa vivido en orfanatos de Ruman¨ªa desde muy peque?a".
Pese a que la explotaci¨®n sexual y la laboral son los fines m¨¢s habituales de la trata de seres humanos, tambi¨¦n existen otros tipos. Seg¨²n un informe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente del Ministerio de Interior, las fuerzas de seguridad espa?olas detectaron 20 v¨ªctimas de trata para actividades delictivas ¡ªlo m¨¢s habitual, robos¡ª, matrimonios forzados y mendicidad entre 2015 y 2016. El 70% de ellos era menor de edad. "Hablamos de adolescentes a los que maltratan y arrebatan toda dignidad", relata un alto mando de la Unidad T¨¦cnica de Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil: "En los matrimonios forzados, coaccionan a las mujeres para que se queden con las familias de sus maridos. E, incluso, las fuerzan para mantener relaciones sexuales y para que trabajen".
Como a Marta, a la que quer¨ªan obligar a casarse con 16 a?os. Por tercera vez. Porque ya hab¨ªa contra¨ªdo matrimonio otras dos. La primera, con solo 12 a?os. "Su madre biol¨®gica y su padrastro, de nacionalidad rumana, se dedicaban a concertar los enlaces a cambio de una dote, que le serv¨ªa para obtener ingresos", relatan fuentes de la Polic¨ªa Nacional, que detallan c¨®mo, despu¨¦s de que los distintos esposos "repudiaran" a la joven, los progenitores volv¨ªan a poner en marcha el plan para ganar dinero. Hasta que los detuvieron el pasado marzo en C¨®rdoba.
"Un menor no va a asumir que es una v¨ªctima. Es lo que ve. Lo que vive. Piensa que ese es su rol", explica L¨®pez Villanueva. Marta, por ejemplo, que tuvo un hijo con uno de sus maridos, no fue consciente de su situaci¨®n hasta que se la cont¨® a otros adolescentes de su misma nacionalidad a trav¨¦s de varias redes sociales. Estos le animaron a denunciar, seg¨²n relatan los investigadores.
El 80% son mujeres
El informe del CITCO resalta que la mayor parte de las personas identificadas como v¨ªctimas de estas modalidades de trata en Espa?a proceden de pa¨ªses de Europa del Este: Ruman¨ªa, Bosnia y Bulgaria, principalmente. El 80% son mujeres.
"Las reformas de 2010 y 2015 del C¨®digo Penal cumplen con las exigencias internacionales al haber tipificado la trata para matrimonios forzados y para la comisi¨®n de actividades delictivas. Sin embargo, en la pr¨¢ctica, se constata una necesidad de mayor diligencia incriminatoria a la hora de identificar y perseguir delitos", denuncia Proyecto Esperanza, que opina que solo se detecta la punta del iceberg de estos casos: "Un estudio de la Universidad de Lleida arroj¨® que, de 45 mujeres que estaban cumpliendo penas de prisi¨®n en dos centros penitenciarios, diez hab¨ªan cometido los delitos obligadas como v¨ªctimas. No hab¨ªan sido identificadas por el sistema".
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