Muy fuerte para diluirse
El 44% de los catalanes votar¨ªa a favor de la independencia en un refer¨¦ndum plenamente legal
El 44% de los catalanes indica que en un refer¨¦ndum plenamente legal sobre la independencia se inclinar¨ªan ¡ªen principio y sin tener en cuenta consecuencias o alternativas¡ª por votar a favor de la misma, seg¨²n el sondeo de Metroscopia. Una cifra ligeramente superior (49%) lo har¨ªa en contra. Ahora bien, si se indica que la independencia conllevar¨ªa que autom¨¢ticamente, y al menos de momento, Catalu?a quedar¨ªa fuera de la UE, los independentistas pierden cuatro puntos: 40% a favor y 53% en contra. Pero si a la tajante disyuntiva que conlleva el refer¨¦ndum se contrapone una alternativa que cabr¨ªa definir como ¡°de consenso¡± (por ejemplo, un nuevo esquema constitucional y estatutario que garantizara a Catalu?a nuevas y blindadas competencias en exclusiva) los partidarios de la independencia quedan en el 31%. Es decir, el soberanismo tendr¨ªa en el momento actual un techo del 44%, y un suelo del 31%.
Son cifras que no cabe soslayar: est¨¢n, han estado y van a estar ah¨ª al menos en el futuro inmediato. No se trata por tanto de un souffl¨¦ a punto de desinflarse, pero tampoco de una creciente ola a punto de devenir tsunami. Albert Camus nos advirti¨® de que todos tenemos derecho a nuestros propios sue?os e ilusiones, pero que nuestra verdadera patria com¨²n es la realidad del tiempo en que vivimos. Y nuestra realidad actual, en esta cuesti¨®n, es que lo deseado por muchos no resulta, por el momento, posible. Y ese es un dilema, que conlleva un enorme potencial de frustraci¨®n (para todos: soberanistas y no soberanistas) y que por tanto procede gestionar, por unos y otros, con tanta serenidad, respeto y tacto como realismo. Precisamente lo que no se est¨¢ haciendo. El choque de trenes, la judicializaci¨®n de lo que requiere en realidad remedio pol¨ªtico, no aclara la cuesti¨®n, sino que la enturbia, no la sanea sino que la envenena.
Los datos disponibles indican, de forma rotunda, que en Catalu?a existe un profundo y extendido malestar por el trato que, seg¨²n una percepci¨®n muy extendida, esta recibe del Gobierno. Y eso es lo que contribuye a transmutar en independentistas a una fracci¨®n sustancial de catalanes que antes no lo eran. La cuesti¨®n no parece ya arreglable solo con dinero: ese umbral ya ha quedado superado y lo que ahora requiere es, adem¨¢s, un nuevo tipo de relaci¨®n que se sustente en el respeto (antesala del afecto) con renuncia sincera a la desconfianza y a los t¨®picos y medias verdades. Por ambas partes.
La clara mayor¨ªa de la poblaci¨®n del Principado parece dispuesta a ello: la opci¨®n que el 69% declara preferir es la permanencia en Espa?a pero en un marco relacional razonablemente reajustado. En el resto de Espa?a, tiende a consolidarse una apreciable proporci¨®n de ciudadanos (33% en el conjunto nacional, 38% entre los m¨¢s j¨®venes y un llamativo 63% de los votantes de Podemos) partidaria de negociar, sincera y lealmente, ese nuevo marco convivencial con Catalu?a.
Lo relevante es que esta tendencia que parece apuntar al oeste del Ebro surge y se mantiene en ausencia de cualquier esfuerzo pedag¨®gico al respecto por parte de instancia pol¨ªtica alguna. La sociedad parecer¨ªa as¨ª tender a ir, una vez m¨¢s, por delante a la hora de avizorar salidas a problemas que nadie se atreve a plantearle con claridad. Probablemente cada vez vaya siendo menos cierto ese lema pusil¨¢nime que da por sentado que ¡°lo que cedo en Catalu?a, lo pierdo en Castilla¡±. Revela, a la vez, tanto un insuficiente conocimiento del sentir ciudadano real como, sobre todo, una lamentable renuncia a liderarlo en la direcci¨®n que m¨¢s beneficiosa pueda ser para el pa¨ªs y no para las propias siglas pol¨ªticas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.