Euskadi tambi¨¦n tuvo sus justos
Ciudadanos corrientes, v¨ªctimas del terrorismo, intelectuales y pol¨ªticos plantaron cara a ETA durante los a?os de plomo
El pasado 26 de marzo, el historiador Ra¨²l L¨®pez Romo, autor del Informe sobre los efectos del terrorismo en la sociedad vasca, se?alaba que en situaciones de violencia grave se generan cuatro comportamientos: los provocadores del da?o injusto; los indiferentes; las v¨ªctimas; y los justos que, pese a los riesgos, respondieron ejemplarmente. Los justos se arriesgan a ser laminados entre las condenas homog¨¦neas ¡ª¡°toda la sociedad vasca fue culpable¡±¡ª y el relativismo ¡ª ¡°todos hemos sufrido¡±¡ª. En Euskadi hubo personas corrientes que dieron ejemplo. Unos permanentemente. Otros, en algunos momentos. Reivindicarlos tiene un ¡°formidable poder pedag¨®gico¡± al evidenciar el abismo moral entre ellos y los totalitarios, afirma L¨®pez Romo.
No fueron muchos, pero tampoco una nimiedad, los vascos que se enfrentaron a los terroristas en los a?os de plomo. Este reportaje recoge hitos de la rebeli¨®n ciudadana contra el terrorismo, con las voces de algunos de sus protagonistas.
Un exl¨ªder comunista: ¡°A la primera manifestaci¨®n fuimos solo unas decenas¡±
A excepci¨®n del PCE por convocar la primera manifestaci¨®n contra ETA, y del Pacto de Ajuria Enea, por su vertiente movilizadora, no aparecen pol¨ªticos, aunque fueron bastantes los que tuvieron un comportamiento digno.
28 de junio de 1978. Primera manifestaci¨®n ciudadana contra ETA en democracia
Cristina Cuesta, hija de un asesinado: ¡°La desatenci¨®n era tremenda¡±
La convoc¨® el Partido Comunista de Euskadi (PCE) en Portugalete, Romo y Eibar en protesta por el asesinato del periodista Jos¨¦ Mar¨ªa Portell. Roberto Lertxundi, su secretario general entonces, lo explica: ¡°Algunos militantes del PCE proced¨ªamos de ETA y cre¨ªmos que desaparecer¨ªa con la democracia. Nos equivocamos. Y comprobamos que el terrorismo no era malo s¨®lo por asesinar inocentes: tambi¨¦n perjudicaba a Euskadi y a la izquierda al primar la supervivencia y subordinar los problemas sociales y pol¨ªticos. En aquella primera manifestaci¨®n nos juntamos s¨®lo unas decenas. Hab¨ªa miedo y mucha gente cerraba las ventanas a nuestro paso. Los militantes del PCE, el partido que m¨¢s luch¨® contra la dictadura, ten¨ªamos la sensaci¨®n de que ETA nos robaba la democracia. Salimos a la calle para reivindicar nuestra dignidad¡±.
29 de abril de 1980. Primer rechazo p¨²blico de un empresario a la extorsi¨®n
Gesto por la Paz mont¨® la campa?a del lazo azul: ¡°A veces llevarlo era heroico¡±
Juan Alkorta, un empresario donostiarra autodidacta, fue, a sus 59 a?os, el primero que plant¨® cara a ETA. En una carta p¨²blica lo argument¨®: ¡°Me rebelo ante la idea de tener que pagar para salvar la vida, de ceder al miedo absoluto de morir¡±. Alkorta desafi¨® a ETA pocos d¨ªas antes de que Euskadi inaugurara Parlamento y Gobierno aut¨®nomos, y les emplaz¨®: ¡°ETA es el problema m¨¢s grave que tiene el pueblo vasco, al que se le distrae con asuntos de segundo orden. Conf¨ªo en que las nuevas instituciones lo aborden¡±. Tambi¨¦n ret¨® a ETA: ¡°Seguir¨¦ viviendo como siempre. Me ver¨¦is en mis empresas; en Atocha aplaudiendo a la Real¡±. El domingo siguiente se fotografiaba a la salida del estadio, acompa?ado del secretario general del PSE, Txiki Benegas. Le ayudaron a sobrevivir, adem¨¢s de las medidas de seguridad, su coraje y su conocimiento de la pol¨ªtica y la sociedad vascas. Fue amigo de Felipe Gonz¨¢lez, en cuyo domicilio estuvo alojado. Falleci¨® con 83 a?os.
27 de mayo de 1980. Primer manifiesto de intelectuales
Lo redactaron el ling¨¹ista Koldo Mitxelena, el antrop¨®logo e historiador Julio Caro Baroja y el cantautor Xabier Lete. Lo firmaron 33 intelectuales. Denunciaron el terrorismo y totalitarismo de ETA. Lo coordin¨® el director de la revista nacionalista Muga, Eugenio Ibarz¨¢bal, que sum¨® a Eduardo Chillida, entre otros. Ibarz¨¢bal lo cuenta: ¡°No fue dif¨ªcil recoger las 33 firmas. Pod¨ªan haber sido muchas m¨¢s. Era como si de repente nos percat¨¢ramos de que ETA, a la que se cre¨ªa fruto moment¨¢neo del franquismo, lejos de desaparecer, pretend¨ªa adue?arse de la situaci¨®n. Sorprend¨ªa no s¨®lo su actuaci¨®n sino su soberbia al exigir que la soluci¨®n pasaba por aceptar sus condiciones¡±.
Elkarri recibi¨® cr¨ªticas por su perfil ¡®abertzale¡¯ y ataques de Batasuna
Ibarz¨¢bal recuerda que la fragilidad pol¨ªtica del momento condicion¨® el manifiesto: ¡°Hab¨ªa que hacer algo porque lo anterior no ten¨ªa autoridad y lo nuevo (democracia y autonom¨ªa) no acababa de instalarse. Todo pend¨ªa de un hilo. Era el momento de alzar la voz contra ETA¡±. ?l se muestra contrariado por actitudes como la del escritor Mario Vargas Llosa, quien, refiri¨¦ndose al terrorismo, habla del ¡°condenado nacionalismo, problema de fondo¡±. ¡°Si el origen del terrorismo era el nacionalismo, ?por qu¨¦ tantos nacionalistas, como Mitxelena y los promotores de la carta de los 33, conden¨¢bamos a ETA?¡±, replica.
Julio de 1983. Primer ataque del entorno de ETA a la Librer¨ªa Lagun, s¨ªmbolo de la resistencia cultural al totalitarismo
Naci¨® en la Parte Vieja donostiarra en 1968 con Mar¨ªa Teresa Castells e Ignacio Latierro como promotores. Atacada por los ultras en el franquismo, en julio de 1983 sufri¨® la primera agresi¨®n de ETA tras negarse a secundar un cierre promovido por el entorno etarra despu¨¦s de que un terrorista muriera activando una bomba. El Gobierno civil no envi¨® polic¨ªas por temor a entrar en la Parte Vieja. S¨®lo tres comercios de la zona no secundaron el cierre, los mismos que hab¨ªan cerrado durante el franquismo para protestar contra las condenas a muerte del juicio de Burgos (lo que a Castells le cost¨® un mes de c¨¢rcel por no pagar la multa gubernativa).
El alcalde de Ermua: ¡°Le quitamos a ETA la calle y cay¨® cuesta abajo y sin frenos¡±
En los noventa, los ataques fueron sistem¨¢ticos. En noviembre de 1996 la librer¨ªa fue arrasada. ¡°Empez¨® a llegar mucha gente. En las Navidades sigui¨® el flujo. Nos compraban los libros destrozados. Seguimos por el apoyo ciudadano¡±, dice Latierro. El grave ataque de enero de 1997 tuvo repercusi¨®n internacional y la Ertzaintza se instal¨® permanentemente. Pero en 2000, tras atentar ETA contra Jos¨¦ Ram¨®n Recalde ¡ªesposo de Teresa Castells¡ª y amenazar a Latierro ¡ªsus amigos Jos¨¦ Luis L¨®pez Lacalle y Juan Mari J¨¢uregui fueron asesinados¡ª, Lagun se traslad¨® a otro punto de la ciudad por seguridad. Latierro explica su actitud: ¡°Nunca cedimos al chantaje de ETA. Quisimos ser coherentes con nuestra resistencia al totalitarismo y divulgaci¨®n de la cultura democr¨¢tica. Hemos comprobado que los antifranquistas activos han sido quienes, en democracia, m¨¢s se han enfrentado a ETA¡±.
25 de noviembre de 1985. Gesto por la Paz. Primera respuesta ciudadana a cada atentado
Gentes procedentes de movimientos sociales, cristianos de base o sindicalistas, sin color pol¨ªtico, decidieron responder a la ¡°anormalidad¡± del terrorismo, recuerda Imanol Zubero, uno de los promotores de Gesto por la Paz. ¡°No ¨¦ramos v¨ªctimas del terrorismo. Quer¨ªamos denunciar la anormalidad de ETA con una f¨®rmula sencilla: quince minutos de silencio por atentado¡±. Su primera salida fue a la Plaza Circular de Bilbao el 25 de noviembre de 1985, tras cuatro asesinatos de ETA en 24 horas.
Su eco social creci¨® con su campa?a del lazo azul, mediados los noventa. ¡°ETA hizo tres secuestros muy largos en dos a?os ¡ªJulio Iglesias Zamora, Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya y Ortega Lara¡ª y quisimos responder permanentemente. El lazo rojo contra el sida nos dio la idea. Era una f¨®rmula sencilla. No requer¨ªa ser un h¨¦roe, aunque en algunos lugares llevarlo fue heroico. Comprobamos su repercusi¨®n porque Batasuna respondi¨® con contramanifestaciones. Les disputamos la calle¡±, dice Zubero. En 1997 pasaron a segundo plano. ¡°Las instituciones ocuparon nuestro espacio con sus convocatorias a cada atentado. Gesto fue una expresi¨®n de la dignidad de los vascos¡±.
13 de abril de 1986. La rebeli¨®n de una v¨ªctima
El 13 de abril de 1986, en unas jornadas sobre prensa y terrorismo en San Sebasti¨¢n, una joven de 24 a?os tom¨® la palabra como v¨ªctima ¡ªsu padre hab¨ªa sido asesinado tres a?os antes¡ª y reclam¨® un espacio. Era ins¨®lito. Se llamaba Cristina Cuesta. En la mesa estaba el entonces director de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n. Pidi¨® que la entrevistaran y pocos d¨ªas despu¨¦s Mercedes Mil¨¢ la llev¨® al programa que presentaba en TVE. Cuesta anunci¨® su sue?o de crear una asociaci¨®n por la paz. Recibi¨® 3.000 cartas y seleccion¨® a 22 gipuzkoanos para constituir el grupo inicial. El 22 de mayo salieron a la Plaza de Gipuzkoa donostiarra 60 personas para protestar por el asesinato de un polic¨ªa.
Cuesta lo explica: ¡°Reaccion¨¦ por rebeld¨ªa. Me sent¨ªa v¨ªctima de una profunda injusticia. Quer¨ªa que las v¨ªctimas hablaran. Tuve de profesores a Alfredo Tamayo y Fernando Savater, que se resist¨ªan a las huelgas de los etarras y les plantaban cara¡±. Confluy¨® con Gesto por la Paz y en 1989 constituy¨® una Oficina de Atenci¨®n a las V¨ªctimas del Terrorismo. ¡°La desatenci¨®n era tremenda¡±. Hoy sigue trabajando por las v¨ªctimas como gerente de la Fundaci¨®n Miguel ?ngel Blanco y su empe?o es impedir que ETA imponga su relato. ¡°Quieren huir de su responsabilidad en el da?o causado¡±.
12 de enero de 1988. La respuesta institucional?
Una d¨¦cada despu¨¦s de terminada la dictadura, los partidos vascos no ten¨ªan un diagn¨®stico com¨²n sobre c¨®mo combatir el terrorismo. Fue con el Gobierno PNV-PSE y con Jos¨¦ Antonio Ardanza como lehendakari cuando, en enero de 1988, los partidos vascos, a excepci¨®n de Batasuna, firmaron el Pacto de Ajuria Enea, acordando que ETA no ten¨ªa justificaci¨®n y que no se pagar¨ªa precio pol¨ªtico por su final. Jugaron un papel crucial el socialista Txiki Benegas, Kepa Aulestia (Euskadiko Ezkerra) y Jos¨¦ Luis Zubizarreta, asesor del lehendakari. El Pacto de Ajuria Enea fue un formidable motor movilizador y el 18 de marzo de 1989 convoc¨® en Bilbao la mayor manifestaci¨®n contra el terrorismo hasta esa fecha.
¡°Logramos un compromiso unitario social y pol¨ªtico contra ETA. La legitimaci¨®n pol¨ªtica de la violencia qued¨® derrotada para siempre¡±, dice Ardanza. El exlehendakari niega que los vascos miraran a otra parte con ETA: ¡°La sociedad sigui¨® a sus l¨ªderes. Mi Gobierno, con Juan Mari Atutxa [de consejero de Interior], no tuvo contemplaciones con los actos terroristas de ETA. Tambi¨¦n propiciamos el di¨¢logo cuando fue posible. ETA lo desaprovech¨® y su historia ha sido un fracaso que ha dejado mucho dolor y requiere una generaci¨®n para superarlo¡±. Ajuria Enea fue referente para el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en el proceso final de ETA, subraya Ardanza.
1992. Elkarri. Movimiento social por el di¨¢logo y contra la violencia
A sus fundadores ¡ªJonan Fern¨¢ndez, Bittor Aierdi, Gorka Espiaur, Paul R¨ªos¡ª les uni¨® el rechazo a la violencia y el di¨¢logo social y pol¨ªtico como alternativa. Proced¨ªan de entornos distintos: eran miembros de la izquierda abertzale, de movimientos sociales, cristianos de base o no nacionalistas como el exministro Ernest Lluch, asesinado a?os despu¨¦s por ETA. Gesto por la Paz colabor¨® con Elkarri, a la que valoraba como ¡°plataforma importante¡± de atracci¨®n del abertzalismo cr¨ªtico con el terrorismo. Organiz¨® conferencias por la paz. Jug¨® un papel de mediaci¨®n. En 2006 se disolvi¨® y su testigo lo tom¨® Lokarri, clave en la preparaci¨®n de la Declaraci¨®n de Aiete, antesala del ¡°cese definitivo¡± de ETA en 2011.
Jonan Fern¨¢ndez destaca de Elkarri su respaldo ¡°a los procesos de paz en Euskadi¡± y su idea de que la violencia deb¨ªa ser derrotada por ¡°el respeto a la dignidad humana¡±, no por el ¡°vencedores y vencidos¡±. Elkarri ha sido criticada por el origen abertzale de algunos de sus promotores. Esas cr¨ªticas ignoran los duros ataques que recibi¨® de Batasuna.
10 de julio de 1997. Un Ayuntamiento, Ermua, levanta a la calle contra ETA
El 10 de julio de 1997, el socialista Carlos Totorica, alcalde de Ermua (Bizkaia), conoci¨® el secuestro del concejal del PP Miguel ?ngel Blanco y se prometi¨® a s¨ª mismo: ¡°?A ETA no le va a salir gratis!¡±. Encarg¨® a la Polic¨ªa Municipal que convocara por megafon¨ªa una manifestaci¨®n, y a las ocho de la tarde buena parte de Ermua sal¨ªa a la calle. Fue el inicio de una rebeli¨®n contra ETA que se extendi¨® a toda Espa?a y forz¨® a Batasuna a refugiarse en sus sedes. Totorica lo explica: ¡°No part¨ªamos de cero en Ermua. Las casualidades no mueven el mundo. Nosotros control¨¢bamos la calle. A Batasuna le plant¨¢bamos cara desde hac¨ªa tiempo. Una vez, ETA coloc¨® carteles con la imagen de una diana. Convoqu¨¦ el pleno municipal en el cine para debatir sobre la violencia delante de todos. No hubo m¨¢s dianas. Con el asesinato de Miguel ?ngel vimos que ETA nos quer¨ªa callar. Les llamamos asesinos y exigimos libertad. Ten¨ªamos m¨¢s indignaci¨®n que miedo y supimos que a ETA le romp¨ªamos el espinazo. Cuanta m¨¢s movilizaci¨®n, m¨¢s deslegitimaci¨®n de ETA. Le quitamos la calle y empez¨® a caer cuesta abajo y sin frenos¡±.
¡°Fue clave en la movilizaci¨®n el car¨¢cter no partidista de las convocatorias, la participaci¨®n ciudadana y la pluralidad de Ermua¡±, insiste Totorica. Tras aquella marcha in¨¦dita, se cre¨® el Foro de Ermua para mantener la llama. El periodista Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja, de Foro de Ermua y antes en Gesto, narra la evoluci¨®n: ¡°Cuando protestamos contra ETA con Cristina Cuesta ¨¦ramos muy pocos. Estaba mal visto. La campa?a del lazo azul fue determinante. Prepar¨® el terreno para las grandes movilizaciones contra ETA a partir del asesinato de Miguel ?ngel. Fueron claves para acabar con la banda. No es casual que quienes estuvimos contra Franco nos encontramos contra ETA¡±.
1999. Nace Basta Ya contra el terrorismo etarra
Al romper ETA la tregua de 1998-99 surgi¨® la plataforma Basta Ya, cr¨ªtica con el nacionalismo ¡ªgobernaba en Euskadi el soberanista Juan Jos¨¦ Ibarretxe¡ª, y organiz¨® manifestaciones masivas contra una ETA desesperada, que asesinaba indiscriminadamente. Dos de sus integrantes, Joseba Pagazaurtundua y Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle, fueron asesinados por la banda. El escritor y fil¨®sofo Fernando Savater, que hab¨ªa militado en Gesto y en el Foro de Ermua, cuenta por qu¨¦ fund¨® Basta Ya: ¡°Daba a la movilizaci¨®n sentido pol¨ªtico. No esper¨¢bamos a que hubiera v¨ªctimas para manifestarnos. No ¨¦ramos mu?ecos de pim pam pum. Combatimos a ETA. Defendimos la Constituci¨®n y rechazamos el nacionalismo obligatorio¡±. Savater explica as¨ª su compromiso: ¡°Yo me dedicaba a hablar de ¨¦tica y no pod¨ªa permanecer pasivo. Tambi¨¦n ven¨ªa entrenado de la lucha antifranquista. Adem¨¢s, el terrorismo me toc¨® muy cerca. Cristina [Cuesta] era alumna m¨ªa, y Juan de Dios Doval, parlamentario asesinado por ETA, amigo de mi familia. Despu¨¦s asesinaron a Joseba Pagazaurtundua, que era como de la familia, y lo intentaron con Recalde y otros amigos¡±.
?l cree que la movilizaci¨®n social, especialmente tras el asesinato de Miguel ?ngel Blanco, sirvi¨® para concitar el Pacto Antiterrorista y la ilegalizaci¨®n de Batasuna, que aceler¨® el fin de ETA. Su m¨®vil personal fue este: ¡°Sentirnos realizados como personas y no avergonzados por la pasividad. Adem¨¢s, aquel activismo nos hizo revivir la juventud, defender los ideales por los que luchamos contra la dictadura, precisando la democracia que quer¨ªamos¡±.
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