Elba, la pastora de 9.300 a?os que era intolerante a la lactosa

A Elba le sorprendi¨® la muerte en plena ruta de monta?a hace 9.300 a?os. Supuestamente recorr¨ªa con su ganado la misma senda ancestral que hoy sigue existiendo como camino asfaltado. El mismo que se?ala Google cuando se le pregunta por el itinerario m¨¢s c¨®modo para atravesar el l¨ªmite entre los municipios lucenses de O Courel y Pedrafita do Cebreiro en el lugar de Chan do Lindeiro. Tambi¨¦n presuntamente viajaba con los tres uros que formaban su reba?o, un descomunal ejemplar adulto con una cornamenta de m¨¢s de dos metros y dos m¨¢s j¨®venes que no eran v¨¢stagos del primero. Probablemente se estrenaba la primavera, o quiz¨¢s era el principio del invierno, y el suelo estaba cubierto por un manto de nieve suficientemente fino como para caminar con comodidad, pero lo bastante grueso como para ocultar algunos accidentes del relieve. Elba no vio el agujero que se hab¨ªa abierto en la tierra porque la dura y austera vegetaci¨®n de la monta?a, vestida de blanco, tapaba el derrumbamiento. Los cuatro se precipitaron en el pozo natural, reci¨¦n formado en aquel periodo por el colapso del techo de una cueva tect¨®nica, hoy conocida como Cova do Uro. Una ca¨ªda de 15 metros que, sin embargo, no los mat¨® de inmediato.

Elba, bautizada por sus descubridores con un nombre celta que significa "la que viene de las monta?as", sobrevivi¨® al golpe pero result¨® maltrecha: atrapada como los animales, sin poder salir de la dolina calc¨¢rea que conserv¨® entre arcilla sus huesos hasta hoy. "La tragedia qued¨® registrada" bajo la enorme cantidad de sedimentos que cayeron luego, dice su padre del siglo XXI, Juan Ram¨®n Vidal Roman¨ª, catedr¨¢tico de Geolog¨ªa en la Universidade da Coru?a y miembro de la Real Academia Galega de Ciencias. El carbono 14 revel¨® su edad, unos 9.300 a?os. El an¨¢lisis gen¨¦tico demostr¨® que era una mujer de ojos y pelo oscuros, intolerante a la lactosa, perteneciente al haplogrupo U, caracter¨ªstico de los cazadores recolectores europeos, y en concreto al subhaplotipo U5b1, originado en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica hace 16.000 o 20.000 a?os.

El cr¨¢neo incompleto de Elba apareci¨® en 1996, y los dem¨¢s huesos recuperados fueron hallados bajo el escombro en varias expediciones desde 2010. A partir del estudio de los restos y con el informe del antrop¨®logo forense Fernando Serrulla ya en la mano, los miembros del equipo del Instituto Universitario de Xeolox¨ªa Isidro Parga Pondal llevaron a cabo un trabajo "casi detectivesco", para recrear con hip¨®tesis el escenario m¨¢s probable del suceso. Elba, que ten¨ªa en el momento de su muerte entre 20 y 40 a?os, era supuestamente una pastora que cruzaba en busca de hierba, porque en el agreste Chan do Lindeiro nunca hubo pastos, entre la sierra de O Courel y la de Os Ancares, en las inmediaciones de la actual traza del Camino Franc¨¦s a Santiago.

Su castigada osamenta revela que esta hembra que solo med¨ªa metro y medio (y que supuestamente trabajaba con animales enormes) llevaba una vida muy dura. Que probablemente en la infancia hab¨ªa sufrido un fuerte golpe en la cabeza que le produjo un traumatismo craneal. Que se alimentaba mal, con largos periodos de escasez. Que padec¨ªa artrosis y seguramente soportaba desde meses antes de su muerte un fuerte dolor dental. Com¨ªa sobre todo vegetales. Y por el col¨¢geno se sabe que no era exactamente de la zona, pero s¨ª de alg¨²n territorio gran¨ªtico bastante cercano. Era una gallega aut¨®ctona, vinculada con otros restos hallados en el norte de Portugal.

Elba es el primer f¨®sil humano femenino del Mesol¨ªtico (transici¨®n entre el Paleol¨ªtico y el Neol¨ªtico) estudiado gen¨¦ticamente en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, anterior por dos milenios al hombre de ojos azules de La Bra?a (Valdelugueros, Le¨®n). El hallazgo se convierte adem¨¢s en la muestra antigua m¨¢s occidental estudiada en Europa. En Galicia, con posible presencia humana al menos desde hace 300.000 a?os, no se ha recuperado ning¨²n esqueleto de tiempos tan remotos como Elba porque el territorio calc¨¢reo es m¨ªnimo y el suelo ¨¢cido devora los huesos.

Los resultados de la investigaci¨®n, que implic¨® a cient¨ªficos internacionales de disciplinas muy diversas, aparecen desde esta semana recogidos en la ¨²ltima publicaci¨®n del Instituto Universitario de Xeolox¨ªa (Cadernos do Laboratorio Xeol¨®xico de Laxe). La portada es el retrato que dibuj¨® Marga San¨ªn, una licenciada en Bellas Artes que se ha especializado en el rescate de rostros antiguos que la muerte ha borrado. La artista forense ha trabajado en m¨¢s ocasiones con Serrulla, responsable del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) en Ver¨ªn (Ourense), que esta vez tambi¨¦n ha dirigido la construcci¨®n en tres dimensiones del busto de Elba a partir de los huesos del cr¨¢neo y datos procedentes de otros estudios antropol¨®gicos del Mesol¨ªtico.

"De poder verla ahora tal como era se nos pasar¨ªa desapercibida", asegura Vidal Roman¨ª: "Conozco a varias mujeres de las monta?as de Lugo que se le parecen mucho". En el dibujo a l¨¢piz, que no deja de ser una aproximaci¨®n, Elba tambi¨¦n tiene un aire con Rosal¨ªa de Castro.