El Congreso apoya el CETA entre la UE y Canad¨¢

El pleno del Congreso ha rechazado este jueves la enmienda a la totalidad planteada por el grupo Unidos Podemos contra el Acuerdo Econ¨®mico Comercial y Global entre la UE y Canad¨¢ (CETA, por sus siglas en ingl¨¦s) y tambi¨¦n su intento de paralizar la ratificaci¨®n del tratado hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre su contenido. La ratificaci¨®n del CETA ha sido apoyada por PP, PSOE, Ciudadanos, el PdeCat (antigua Converg¨¨ncia) y el PNV, mientras que Unidos Podemos ha tenido el respaldo de Comprom¨ªs, ERC y EH Bildu.

El CETA, que estuvo a punto de naufragar por el rechazo inicial del Parlamento de la regi¨®n belga de Valonia, se ve¨ªa como un precedente del TTIP, el futuro acuerdo de libre comercio entre EE UU y la UE, pero la negociaci¨®n de este ¨²ltimo ha quedado aparcada tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca con su mensaje populista y proteccionista.

Aunque Podemos ha fracasado en su intento de que el Constitucional se pronuncie sobre el CETA antes de su ratificaci¨®n ¡ªen base al art¨ªculo 50 de la Carta Magna, que permite someter a consulta previa del alto tribunal aquellos tratados ¡°que contengan estipulaciones contrarias a la Constituci¨®n¡±¡ª, el grupo encabezado por Pablo Iglesias ya ha anunciado su intenci¨®n de presentar recurso de inconstitucionalidad contra el tratado una vez sea aprobado, para lo que cuenta con los 50 diputados cuya firma se requiere. El Tribunal Constitucional alem¨¢n ya se ha pronunciado a favor del CETA, aunque con salvedades, y es probable que el franc¨¦s tambi¨¦n tenga que hacerlo.

Podemos basa su denuncia de inconstitucionalidad del CETA en la creaci¨®n de un tribunal de arbitraje para la protecci¨®n de las inversiones y un comit¨¦ mixto cuya interpretaci¨®n del tratado ser¨¢ vinculante. Para su portavoz, Pablo Bustinduy, la instauraci¨®n de ¡°un sistema de justicia paralelo para las multinacionales¡± y de ¡°¨®rganos con capacidad regulatoria sin control alguno¡± pueden causar ¡°da?os irreversibles¡± a la soberan¨ªa de las instituciones democr¨¢ticas, que tendr¨ªan limitada su capacidad para incrementar el salario m¨ªnimo, remunicipalizar servicios p¨²blicos o tomar medidas de protecci¨®n del medio ambiente.

El l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha aprovechado el turno en contra de la enmienda para medirse ideol¨®gicamente con Podemos, a la que ha acusado de escudarse en una Constituci¨®n que denosta y alinearse con la ultraderechista Le Pen en su rechazo al libre comercio. ¡°Si hay un pa¨ªs en el mundo con el que Europa puede firmar un tratado es Canad¨¢¡±, ha subrayado Rivera, en alusi¨®n a que sus est¨¢ndares laborales o medioambientales son tan exigentes como los de la UE.

El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha sostenido que el CETA promueve ¡°un modelo de prosperidad compatible con los derechos sociales¡± y elimina el 99% de los aranceles, mientras que protege productos agroalimentarios especialmente sensibles y excluye sectores como Sanidad, Educaci¨®n, suministro de agua o servicios sociales. Ha rechazado la inconstitucionalidad del sistema de arbitraje, integrado por jueces designados por ambas partes, alegando que nadie ha cuestionado hasta ahora mecanismos menos garantistas incluidos en los tratados comerciales y de protecci¨®n de inversiones ahora vigentes. La socialista Soraya Rodr¨ªguez ha concluido que el CETA ¡°es un buen acuerdo, aunque no perfecto¡± y ha recordado a Podemos que ¡°la izquierda no es proteccionista, nacionalista ni aislacionista¡±.