La permanencia en la UE se da por hecha

Los redactores de la ley de ruptura catalana han decidido ignorar las advertencias del Gobierno espa?ol o las instituciones comunitarias y asumen que Catalu?a seguir¨¢ formando parte de la Uni¨®n Europea. Lo hacen por defecto, al establecer que todas las leyes del acervo comunitario integradas en el ordenamiento espa?ol seguir¨¢n siendo parte del marco legal del nuevo Estado.

"El derecho de la Uni¨®n Europea mantiene su naturaleza y posici¨®n respecto del derecho interno", establece el art¨ªculo 4.

El cap¨ªtulo dedicado a la Sucesi¨®n de Ordenamientos es uno de los m¨¢s complejos del texto. Es la arquitectura legal con la que los autores del texto pretenden emular aquel "de la ley a la ley pasando por la ley" que invent¨® Torcuato Fern¨¢ndez Miranda para pasar del r¨¦gimen franquista a un Estado democr¨¢tico sin saltar al vac¨ªo. B¨¢sicamente, retienen todas las leyes espa?olas, siempre que "se interpreten y apliquen de acuerdo con esta ley y el resto de normas catalanas dictadas con posterioridad".

En un ejercicio de equilibrismo jur¨ªdico, no solo vale lo anterior si no contradice el nuevo esp¨ªritu constituyente, sino que se recupera la vigencia de aquellas leyes promulgadas por la Generalitat y anuladas por el Tribunal Constitucional.

"Las normas de la Uni¨®n Europea vigentes en Catalu?a en el momento de entrar en vigor esta ley siguen aplic¨¢ndose respecto de las obligaciones que eran de aplicaci¨®n a las instituciones catalanas¡±, dice el texto, que incorpora el derecho comunitario pasado¡­ y el futuro. "La normativa de la Uni¨®n Europea que entre en vigor con posterioridad a la entrada en vigor de esta ley se integrar¨¢ autom¨¢ticamente en el ordenamiento jur¨ªdico de Catalu?a".

Para que quede claro, un art¨ªculo posterior establece que el nuevo Gobierno asume los tratados internacionales "celebrados por el Reino de Espa?a que sean de aplicaci¨®n en Catalu?a" y los da por v¨¢lidos hasta que, sin un plazo espec¨ªfico, "se renegocien de acuerdo con las normas del derecho internacional o se vean sustituidos por un nuevo tratado internacional". En esta estrategia de asumir realidades jur¨ªdicas nuevas sin atender a obst¨¢culos, el borrador a?ade una supuesta prueba de buena fe al proclamar desde su inicio que "Catalu?a act¨²a respetando el derecho internacional".