Pedro, segunda oportunidad
La primera prueba de fuego a la que se enfrenta S¨¢nchez no es saber con cu¨¢ntos leales empieza, sino cu¨¢ntos apoyos es capaz de asociar
La pol¨ªtica no deja, habitualmente, opciones para las segundas oportunidades. Pedro S¨¢nchez ha ganado algo m¨¢s que unas primarias ¨¦picas: ha ganado la percepci¨®n p¨²blica de una historia de coherencia y resistencia, con un premio extraordinario. Ahora tiene un relato que, en comunicaci¨®n pol¨ªtica, es fundamental. Rehabilitado, empieza su segunda gran oportunidad.
La primera observaci¨®n es que, probablemente, la recuperaci¨®n de Pedro S¨¢nchez ¡ªcomo activo electoral y pol¨ªtico¡ª y la del PSOE pueden no estar en la misma p¨¢gina, en el mismo tempo. Los problemas del PSOE son m¨¢s profundos que los de S¨¢nchez, pero las oportunidades de S¨¢nchez pueden ser m¨¢s r¨¢pidas que las del PSOE. El fil¨®sofo S¨¦neca afirmaba que ?prefer¨ªa molestar con la verdad que complacer con adulaciones?. Estas podr¨ªan ser, quiz¨¢, algunas de las condiciones para que S¨¢nchez aprovechara esta gran ocasi¨®n. No habr¨¢ otra.
S¨¢nchez ha demostrado que es audaz. Ahora le toca demostrar que es capaz. No siempre estas virtudes van juntas, pero cuando aparecen... empieza el verdadero liderazgo
Realismo. S¨¢nchez ha ganado porque D¨ªaz ha perdido, aunque parezca de perogrullo. El nuevo l¨ªder del PSOE deber¨ªa ser realista ¡ªy modesto, si la inevitable euforia lo permite¡ª en la valoraci¨®n del resultado, sus causas y sus consecuencias. Su victoria no habr¨ªa sido posible, seguramente, sin la concatenaci¨®n de errores de su rival, seg¨²n coinciden muchos expertos. S¨¢nchez ha sido el voto ¨²til para que la mayor¨ªa de militantes le dijeran no a Susana D¨ªaz. Ha sido un plebiscito sobre ella (y lo que representa), m¨¢s que un apoyo incondicional a ¨¦l.
Humildad. La tarea de recuperaci¨®n del PSOE es tit¨¢nica, inmensa, desafiante. Capaz de doblegar cualquier intento, por entusiasta que sea. Pero S¨¢nchez ha demostrado una doble cualidad de liderazgo imprescindible: resistencia y confianza. Aunque los atributos con los que se resiste pueden no ser los mismos con los que se construye, lidera y recompone un proyecto pol¨ªtico. La humildad ser¨¢ una buena consejera. S¨¢nchez es un h¨¦roe. Pero lo que necesita el PSOE es un l¨ªder, que no es lo mismo. Conocer las limitaciones propias, trabajar para superarlas y ser consciente de lo que se tiene y de lo que se necesita son garant¨ªas de un liderazgo transformador.
Autocr¨ªtica. S¨¢nchez tambi¨¦n tiene pasado, aunque parezca que su victoria haya sido un combate cl¨¢sico entre este y el futuro (del PSOE). El nuevo l¨ªder ha tenido responsabilidades y pruebas, de las que una lectura honesta y sosegada no permite extrapolar excelencias sin cr¨ªtica. S¨¢nchez deber¨¢ caminar sin cometer los errores ¡ªalgunos muy relevantes¡ª con los que tambi¨¦n adorn¨® su mandato y candidaturas anteriores. La satisfacci¨®n del momento no debe impedir una exigente autocr¨ªtica. Honesta y profunda. Sincera y realista. Un l¨ªder que aprende de sus errores es un l¨ªder con futuro.
Equipo. Punto dif¨ªcil. S¨¢nchez ha sido abandonado, traicionado y olvidado por muchos, por casi todos. Las lealtades que ha construido a su alrededor en estos meses son propias de una intensidad qu¨ªmica, de combate y resistencia, encomiable y envidiable. Pero el equipo que necesita no puede ser solo de leales con fe. Sino de talentos que, aunque perdieran en estas primarias, siguen atesorando capacidad y calidad. Perder tiene sus l¨®gicas, claro, pero no te despoja autom¨¢ticamente de conocimiento o capacidad. Adem¨¢s, hay muchas energ¨ªas que se han perdido en este largo declive socialdem¨®crata. La primera prueba de fuego no es saber con cu¨¢ntos leales empieza, sino cu¨¢ntos apoyos es capaz de asociar. La generosidad ser¨¢ necesaria y un indicador de inteligencia emocional.
Seriedad. S¨¢nchez es una persona que emana entusiasmo, energ¨ªa y vitalidad. Actitudes ¡ªtodas ellas¡ª imprescindibles para el combate pol¨ªtico cuerpo a cuerpo, a las que hay que a?adir la habilidad del superviviente, capaz de decir y hacer lo que conviene en cada momento concreto. Su tacticismo es virtud¡ y esclavitud. Pero la tarea que tiene por delante reclama seriedad y solvencia. Tener suerte ¡ªincluso merecerla, buscarla, obtenerla¡ª no es suficiente en pol¨ªtica. Se necesita mucho m¨¢s que intuici¨®n y regate. Esta profundidad es imprescindible para abordar este desaf¨ªo tit¨¢nico. S¨¢nchez deber¨¢ sacudirse, con rigor, la etiqueta de superficialidad y volatilidad que, seg¨²n muchos analistas, planea sobre su figura.
Proyecto. Es, seguramente, el punto central y m¨¢s discutible. El PSOE tiene, ahora, dos proyectos estrat¨¦gicos. El que prepar¨® la gestora para el pr¨®ximo Congreso y el que ha elaborado el equipo de Pedro S¨¢nchez. Y deber¨¢n sumarse algunas medidas de los otros dos aspirantes que merecen atenci¨®n y seguimiento. La definici¨®n afecta al modelo de partido, al territorial, al social y econ¨®mico y, tambi¨¦n, al constitucional. La intensidad y disparidad de diagn¨®sticos influye en la diversidad propositiva. Este desaf¨ªo no es personal, es colectivo y org¨¢nico. Pero las se?ales que priorice el nuevo l¨ªder ser¨¢n un gran indicador de su posible ¨¦xito.
Finalmente, no sabemos el tiempo que tiene S¨¢nchez para acometer tantas tareas simult¨¢neas. Este dato es una incertidumbre que obligar¨¢ a una gran flexibilidad y a un ritmo intenso, aunque posible. Sin dejar a nadie rezagado, pero sin lastrar su marcha. Goethe escribi¨®: ?Lo que puedas hacer, o so?ar, comi¨¦nzalo. La audacia tiene genio, poder y magia en ello?. S¨¢nchez ya ha demostrado que es audaz. Ahora le toca demostrar que es capaz. No siempre estas virtudes van juntas, pero cuando aparecen¡ empieza el verdadero liderazgo.
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