Y la empresa se hizo global
La cartograf¨ªa de la empresa espa?ola ha cambiado diametralmente impulsada por la incorporaci¨®n a la UE y la internacionalizaci¨®n
Cuando este pa¨ªs se preparaba para las primeras elecciones, la econom¨ªa mundial estaba sacudida por la que fue la primera gran crisis del petr¨®leo, la de 1973. Y la espa?ola llegaba con un alto grado de intervencionismo, pese a los avances del Plan de Liberalizaci¨®n de 1959. El perfil empresarial era una suerte de empresas p¨²blicas, agrupadas en el Instituto Nacional de Industria (INI) y la Direcci¨®n General de Patrimonio; un ramillete de empresas privadas, principalmente en sectores regulados (banca, energ¨ªa¡), y una amplia gama de compa?¨ªas familiares, la mayor parte de ellas pymes.
La cartograf¨ªa general estaba plagada de empresas nacionales (de ah¨ª el prefijo EN): electricidad (Endesa), aluminio (Endasa), siderurgia (Ensidesa), fertilizantes (Enfersa), celulosas (Ence), autocamiones (Enasa), turismo (Entursa), petr¨®leo (Enpetrol), la Sociedad Espa?ola de Autom¨®viles de Turismo (Seat), Astilleros Espa?oles (Aesa)¡ Era una larga lista de sociedades que viv¨ªan de los Presupuestos del Estado junto a los antiguos monopolios (Tabacalera, Campsa y Telef¨®nica, creados bajo la dictadura de Primo de Rivera, al igual que la aerol¨ªnea Iberia, que no era un monopolio pero se le parec¨ªa). A ellas se unir¨ªan otras sociedades originariamente privadas que encontraban en el INI la tabla de salvaci¨®n: Construcciones Aeron¨¢uticas (Casa), Aviaco, la minera Hunosa, Altos Hornos del Mediterr¨¢neo, los astilleros de Atl¨¢ntico (Astano) y de C¨¢diz¡ El INI se hab¨ªa convertido en una especie de hospital de empresas con las que el r¨¦gimen evitaba tensiones sociales. Desde 1971 a 1983 se incorporaron al INI 25 empresas con 95.000 trabajadores.
El mapa financiero estaba igual de poblado. Conviv¨ªan cientos de entidades (entre ellas, m¨¢s de 80 cajas de ahorros), encabezadas por los entonces conocidos como los siete grandes (Banesto, Central, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Popular y Santander) y que ten¨ªan sus propios grupos industriales: la Compa?¨ªa Espa?ola de Petr¨®leos (Cepsa), ligada al Central y hoy en manos del emirato de Abu Dabi; Petr¨®leos del Mediterr¨¢neo (Petromed), hoy BP Espa?a, con la que respondi¨® Banesto; Altos Hornos de Vizcaya (AHV) y la el¨¦ctrica Iberduero, controladas por los bancos vascos; Hidroel¨¦ctrica Espa?ola (Hidrola), dominada por el patriarca Jos¨¦ Mar¨ªa de Oriol¡ Se a?ad¨ªan las constructoras Dragados (Central), Agroman (Banesto), Ferrovial y Entrecanales, que se repart¨ªan los grandes contratos.
Hoy las cosas han cambiado diametralmente. De aquellas compa?¨ªas, apenas quedan los nombres de algunas. La empresa espa?ola, que entonces dif¨ªcilmente se hab¨ªa atrevido a salir al exterior, se codea con los l¨ªderes mundiales. En Espa?a, donde en 1980 solo el 0,9% del PIB se invert¨ªa en el extranjero, hoy se supera claramente el 25% y m¨¢s de 2.000 sociedades cuentan con alguna inversi¨®n fuera de Espa?a. Por encima de dos tercios de esa inversi¨®n se concentra en sectores altamente intervenidos (banca, energ¨ªa, construcci¨®n, telecomunicaciones, agua y gas), lo que no impide una alta presencia de firmas espa?olas en los sectores hotelero, textil, autom¨®vil, siderurgia, bienes de equipo, bebidas, alimentaci¨®n¡, lo que, en definitiva, ayuda a fortalecer la resucitada Marca Espa?a.
La aparici¨®n de multinacionales espa?olas es quiz¨¢ el acontecimiento m¨¢s importante de la historia de la empresa en Espa?a en estos 40 a?os. Todo comenz¨® a cambiar a medida que la democracia crec¨ªa y el pa¨ªs avanzaba irremisiblemente hacia la Uni¨®n Europea (UE), cuya entrada se produjo en 1986 siendo la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). Para ello, hubo que hacer una limpia concienzuda de las r¨¦moras de la dictadura. Fue necesario atravesar un ajuste bancario de caballo y abordar una reconversi¨®n industrial, que afect¨® principalmente a los sectores maduros (siderurgia, miner¨ªa, astilleros¡) y quit¨® al INI el papel de organismo aut¨®nomo salvador de empresas, entre otras cosas porque las ayudas p¨²blicas eran restringidas en la CEE. Dentro de esa vor¨¢gine reparadora, en febrero de 1983, el Gobierno socialista (reci¨¦n llegado, en octubre de 1982) nacionaliz¨® Rumasa, que reun¨ªa casi 400 empresas (18 bancos).
En paralelo, el Gobierno desarroll¨® el desmantelamiento de los monopolios y la privatizaci¨®n de la mayor parte de las empresas estatales, previo proceso de concentraci¨®n. As¨ª ocurri¨® con Repsol, que agrup¨® todos los activos petroleros que se hab¨ªan integrado en el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), y con Endesa, que concentr¨® las el¨¦ctricas p¨²blicas (Enher, GESA, Unelco¡) y adquiri¨® varias privadas (ERZ, Sevillana, Viesgo¡). Tambi¨¦n fue creciendo con compras en Latinoam¨¦rica, al igual que Repsol, Telef¨®nica, Tabacalera e Iberia, al tiempo que se iban privatizando, generalmente mediante su colocaci¨®n en Bolsa. La privatizaci¨®n termin¨® ya con el Gobierno del PP a finales de los noventa.
El Gobierno socialista abord¨® tambi¨¦n la integraci¨®n de la banca p¨²blica (los antiguos bancos de Cr¨¦dito Local, Industrial, Agr¨ªcola e Hipotecario) en torno al Banco Exterior, procediendo despu¨¦s a la creaci¨®n de Argentaria y su salida a Bolsa. En octubre de 1999 y ya totalmente privatizado, se fusionar¨ªa con el BBV dando lugar al actual BBVA. Era la respuesta a la constituci¨®n nueve meses antes del BSCH tras la fusi¨®n del Santander con el Central Hispano.
El baile bancario hab¨ªa comenzado en 1988 con la fusi¨®n de Bilbao y Vizcaya tras fracasar la opa lanzada por el primero sobre Banesto. Despu¨¦s, el Santander revolucion¨® el sector con la guerra del pasivo que provoc¨® un cambio radical. El Central y el Hispano acabaron integrados en el BCH por indicaci¨®n del Banco de Espa?a, que intervino Banesto a finales de 1993 por una gesti¨®n descontrolada de Mario Conde, quien acab¨® en prisi¨®n. Al final, el ¨²ltimo de los siete grandes adquirir¨ªa los tres primeros, y ahora se ha hecho con el Popular, que se iba a la ruina tras entrar en una espiral vertiginosa arrastrado por la crisis inmobiliaria. En definitiva, de aquellos solo quedan dos: Santander y BBVA.
En esa puja aparecieron Sabadell, ?BBVA, CaixaBank e incluso Bankia. Estas dos entidades resultaron de la transformaci¨®n de las antiguas cajas de ahorros. Estas vivieron un proceso que todav¨ªa no ha acabado y que supuso la desaparici¨®n de las cajas y su transformaci¨®n en bancos (adem¨¢s de CaixaBank y Bankia, resistieron Kutxabank, Abanca, Liberbank, Unicaja, Ibercaja y BMN) y su futuro como independientes es m¨¢s que dudoso. De las m¨¢s de 200 entidades que hab¨ªa hace 40 a?os, solo permanecen dos decenas y con visos de ser menos.
La concentraci¨®n tambi¨¦n se desarroll¨® en las el¨¦ctricas (Hidrola e Iberduero en Iberdrola; Gas Natural compr¨® Fenosa; la portuguesa EDP, Hidrocant¨¢brico; Viesgo, que de Endesa pas¨® a E.On y de esta al fondo australiano Macquerie; y Endesa qued¨® bajo control de la italiana Enel tras ser objeto de disputa entre la alemana E.On y Acciona). Y en las constructoras (ACS, que no exist¨ªa hace 40 a?os, adquiri¨® Dragados y se ha convertido en l¨ªder sectorial; Ferrovial se hizo con Agroman y se ha especializado en gesti¨®n de aeropuertos; Entrecanales y Tavora se convirti¨® en Acciona y se ha diversificado en renovables; Construcciones y Contratas, de la familia Koplowitz, se fusion¨® con Fomento en FCC, en la que ahora domina el potentado mexicano Carlos Slim; OHL, constituida por el exministro de Hacienda del primer Gobierno tras la muerte de Franco, Juan Miguel Villar Mir; Isolux, que trata de evitar el concurso de acreedores¡); en las aerol¨ªneas (Iberia se integr¨® en el grupo IAG junto a British Airways), etc¨¦tera.
Unas y otras son punteras en el mundo, como lo es la aseguradora Mapfre, que experiment¨® un crecimiento imparable en los noventa hasta superar los 40 pa¨ªses; Indra, que ha desarrollado sofisticados sistemas de control; Inditex, nacida de una tienda de ropa creada hace precisamente 40 a?os en A Coru?a por el hijo de un ferroviario llamado Amancio Ortega, o Mango; las firmas tur¨ªsticas (Meli¨¢, Barcel¨®, Globalia, Riu, Iberostar¡), dominadoras de su mercado en el mundo, o Abertis, firma dominada por La Caixa y que, tras crear un imperio de autopistas, acaba de recibir una opa de la italiana Atlantia.
Y, en medio de tanto trasiego, Espa?a se ha especializado en algunos mercados espec¨ªficos como el automovil¨ªstico, sector en el que sin existir ninguna empresa espa?ola (Seat se vendi¨® al grupo alem¨¢n Volkswagen), cuenta con 18 plantas de los m¨¢s importantes fabricantes. En su entorno, adem¨¢s, han crecido sociedades auxiliares como el grupo Antol¨ªn, Ficosa, Cie Automotive o Gestamp, que ha salido a Bolsa este a?o y que estuvo a punto de hacerse con el control de Abengoa, que tras haber tocado el ¨¦xito en energ¨ªas renovables ha estado a punto de desaparecer. Espa?a se volc¨®, precisamente, en renovables, convirti¨¦ndose en pionera del sector. La crisis fren¨® en seco las ayudas y, como consecuencia, las inversiones.