Un juez ordena buscar a cinco enfermeras por la desaparici¨®n de dos gemelas en 1981
La madre lucha desde hace cinco a?os por aclarar el paradero de sus hijas, que asegura que fueron robadas en la cl¨ªnica Santa Cristina de Madrid
El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 50 de Madrid ha pedido localizar a las cinco enfermeras que asistieron el parto de las dos hijas de Purificaci¨®n Beteg¨®n, la madre que ha denunciado el presunto robo de sus gemelas?en la ¨¦poca de Sor Mar¨ªa, nacidas el 23 de febrero de 1981 en la cl¨ªnica Santa Cristina de Madrid.
Fuentes jur¨ªdicas han informado de que el juez ha ordenado la pr¨¢ctica de varias diligencias a instancias de la acusaci¨®n y de la Fiscal¨ªa, entre ellas que se localice a las enfermeras y a un m¨¦dico del centro hospitalario que la asisti¨®. No ser¨¢ tarea f¨¢cil puesto que en los documentos que posee la denunciante solo aparece el nombre de pila de las enfermeras, a?aden las fuentes, si bien las diligencias han sido ordenadas con car¨¢cter de urgencia.
Adem¨¢s, el juez ha requerido la documentaci¨®n sobre los gastos asistenciales m¨¦dicos a Purificaci¨®n Beteg¨®n, que podr¨ªan ser, seg¨²n apuntas las fuentes, de los supuestos padres adoptantes de las ni?as, ya que la mujer entr¨® al centro por la v¨ªa privada.
Hace casi cinco a?os, Beteg¨®n present¨® una denuncia por la supuesta desaparici¨®n de sus dos gemelas y el juez cit¨® a declarar como imputada a Sor Mar¨ªa Florencia G¨®mez Valbuena ¡ªasistente social en la maternidad¡ª pero la monja aleg¨® motivos de salud para no acudir. Cuatro d¨ªas despu¨¦s falleci¨®, en enero de 2013. La monja fue imputada en otro caso de beb¨¦s robados adem¨¢s del de Beteg¨®n.
Su abogado pidi¨® el archivo de las actuaciones y as¨ª lo acord¨® el juez hasta que la Audiencia Provincial orden¨® reabrir la causa. Recientemente, cinco facultativos que trabajaron en la cl¨ªnica de Santa Cristina en 1981 descargaron toda responsabilidad en este asunto en sor Mar¨ªa, a la que acusaron de manejar las adopciones con "oscurantismo".
La denunciante asegura que ingres¨® en la Cl¨ªnica el 12 de febrero de 1981, que se puso de parto el 23-F y que, despu¨¦s de dar a luz, un camillero le dijo que hab¨ªa tenido "dos ni?as preciosas". Cuando la mujer, que entonces?ten¨ªa 25 a?os y un hijo de dos,?pregunt¨® por las peque?as, le dijeron que eran para la adopci¨®n, aunque a ella "jam¨¢s" se le hab¨ªa pasado por la cabeza esta posibilidad.
¡°A sor Mar¨ªa la vi por primera vez cuando me negaron verlas porque me dijeron que eran para adopci¨®n y ped¨ª ver a la persona que dec¨ªa eso. Result¨® ser sor Mar¨ªa. Me dijo que c¨®mo iba a criar a dos ni?as, teniendo ya un hijo y siendo soltera. Le dije que era mi problema. ?Mis hijas eran m¨ªas!¡±.
La mujer tiene claro que las ni?as no murieron poco despu¨¦s de nacer sino que se las robaron para darlas en adopci¨®n. "A los dos d¨ªas, me comunicaron que una de mis peque?as hab¨ªa muerto y despu¨¦s, la otra. Que se hab¨ªa estropeado la incubadora. Baj¨¦ corriendo a verlas y segu¨ªan all¨ª. Entonces una enfermera me dijo que estaban muertas cerebralmente, ?pero se mov¨ªan! Y entonces me llam¨® sor Mar¨ªa a su despacho para preguntarme c¨®mo quer¨ªa llamar a las ni?as. Yo le dije que qu¨¦ locura era aquella de decirme que estaban muertas y me contest¨®: ¡®No te preocupes. Ha sido un error¡¯. Le dije que mis hijas se llamaban Sherezade y Desir¨¦. ¡®Esos no son nombres cristianos¡¯, me contest¨®. Cuando volv¨ª a pasar por la incubadora, mis hijas ya no estaban. Insist¨ªan en que hab¨ªan muerto. Tard¨¦ 30 a?os en conseguir que me dieran mi historia cl¨ªnica¡±, cuenta.
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