¡°?l est¨¢ vivo y mi familia ahora canta el cumplea?os feliz en un cementerio¡±
Yurena L¨®pez muri¨® asesinada en marzo por su pareja en Telde (Gran Canaria)
Varias fotos, dedicatorias y flores frescas adornadas con mariposas de madera escoltan la tumba de Yurena L¨®pez en el cementerio de Telde en Gran Canaria. El d¨ªa 16 de junio habr¨ªa cumplido 24 a?os si su pareja, actualmente en prisi¨®n, no la hubiese asesinado cruelmente en marzo. Su madre, que prefiere que su nombre no se conozca, no sabe si quiere poner una l¨¢pida de m¨¢rmol. Sin hacer caso al qu¨¦ dir¨¢n, asegura que cuando golpea la pared del nicho y escucha el sonido hueco siente que su hija todav¨ªa puede escucharla, o que est¨¢ m¨¢s cerca que si la fr¨ªa piedra las separa.
¡°No existe absolutamente nada que borre en nuestro hogar tanta angustia y tanto dolor por mucho que rece o vaya a la iglesia. Nada nos puede compensar la p¨¦rdida de mi ni?a¡±, sostiene. La describe llena de ilusi¨®n, con metas, fuerte, humilde y a la vez carism¨¢tica. ¡°Ella llenaba cualquier vac¨ªo con luz propia. Ten¨ªa car¨¢cter, pero a la hora de la verdad era muy sensible y lloraba por todo¡±, afirma.
La madre recuerda que con una de las ¨²ltimas personas que habl¨® Yurena a trav¨¦s del m¨®vil fue con su sobrino de cinco a?os, Yeico, hijo de su hermana Vanesa. ¡°Muchas veces nos hemos tenido que tragar las l¨¢grimas cuando vemos a mi nieto besar y hablarle a la foto de Yuri. Le hemos dicho que su Nuna, como cari?osamente llam¨¢bamos a mi hija, est¨¢ en el cielo con Pap¨¢ Noel y los Reyes Magos. Y ¨¦l, inocente, le pide a su t¨ªa que venga a poner ya el ¨¢rbol de Navidad y le dice que este a?o quiere un ordenador¡±, relata la madre. ¡°En mi casa, mis dos hijas, mi nieto y yo no ¨¦ramos cuatro, sino solo uno. Con su ausencia nos hemos quedado sin brazos y sin pies¡±, a?ade emocionada.
La hermana de Yurena ha elegido la foto de este reportaje porque cree que es la que mejor define a su hermana. "En ella se ve su alegr¨ªa y que le gustaba arreglarse. Lleva puestos los tacones de mam¨¢, el pelo recogido, como le dec¨ªa mi madre, y una pulsera m¨ªa", explica.?
30 muertas y un pacto de Estado sin acuerdo
Yurena es una de las 30 mujeres asesinadas ya este a?o por violencia machista. Mientras, el clamado Pacto de Estado sigue estancado. De hecho, el pleno del Congreso de los Diputados ha votado este jueves un nuevo aplazamiento para presentar las conclusiones de consenso para un Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero que negocian los grupos pol¨ªticos.
Vanesa, tres a?os mayor que Yurena, recuerda que su "ni?a" siempre quer¨ªa estar a su lado. "Yo era su protectora, una especie de escudo, y esta situaci¨®n me supera, me hace sentir impotente y culpable de no haber estado all¨ª para ayudarla aunque fuese yo la que hoy no estuviese aqu¨ª", lamenta. Vanesa, igual que su madre, confiesa que no asume la p¨¦rdida. "Sigo esperando que alg¨²n d¨ªa regrese a casa, escucho su voz llam¨¢ndome manesa como cuando ¨¦ramos cr¨ªas, oigo su risa, siento sus caricias... Todo esto es una pesadilla". La hermana muestra repulsa hacia el asesino que acab¨® con la vida de su hermana. "?l est¨¢ vivo, su familia celebrar¨¢ su aniversario juntos y mi familia ahora canta el cumplea?os feliz en un cementerio. La vida es muy injusta", sentencia.?
Patricia Henr¨ªquez, t¨ªa de Yurena, quer¨ªa escribir sobre su sobrina miles de historias, pero asegura que "sentarse a escribir y no llorar era muy dif¨ªcil". Henr¨ªquez cuenta que su hermana y ella se quedaron embarazadas casi a la vez. Ella dio a luz a un ni?o el 3 de abril y dos meses m¨¢s tarde naci¨® su sobrina. "Mi hijo mord¨ªa jugando a Yuri cuando era peque?a y ella no lloraba hasta que me ense?aba la marca de su cara y yo la besaba", narra. La t¨ªa, como todo el entorno de la joven, resalta la pasi¨®n de Yurena por el baile, en especial por la bachata y hace referencia a un episodio de cuando era una cr¨ªa. "Una vez estaba bailando como la cantante Shakira y yo le dije que las se?oritas no bailaban as¨ª, pero se notaba que lo suyo era el baile. Nos re¨ªamos mucho con ella".
Henr¨ªquez remarca que no hay consuelo que repare el da?o. "Me acuerdo de ella las 24 horas y no puedo evitar estar triste y sentir impotencia al no poder compartir con ella confidencias o simplemente pasando el rato ense?¨¢ndome zapatos. A?oro mucho el sonido de su voz dulce y chillona al mismo tiempo. El asesino nos mat¨® a todos ese d¨ªa y tambi¨¦n deber¨ªa cumplir condena por eso", matiza.?
Guaya, su mejor amiga, conoci¨® a Yurena hace a?os y la describe como ¡°una hermana de madres distintas¡±. Cuenta que le encantaban los animales y ten¨ªa dos perros, que ahora cuida la madre de la fallecida. ¡°Todo era perfecto entre nosotras. Fue su personalidad tan alegre y graciosa lo que me hizo coger confianza desde el principio. Ten¨ªa car¨¢cter, pero una cabeza muy amueblada y era muy trabajadora. Pod¨ªas contar con ella para todo¡±. Guaya lamenta mucho su p¨¦rdida y recuerda a su amiga todos los d¨ªas. ¡°No hay palabras que puedan definir a Yurena. Siento un vac¨ªo tan grande que mi alma sube a abrazarla todas las noches porque mis manos no llegan. He perdido a mi otra mitad¡±, expresa.
La investigaci¨®n sobre la muerte de Yurena sigue abierta y a¨²n no hay fecha para el juicio. ¡°Yo solo quiero a mi hija viva, y como eso nunca va a poder ser, quiero que haya justicia. Este problema ya no es una lacra social, es terrorismo. Sentimos la ausencia de nuestra nuna cada mil¨¦sima de segundo, nuestras vidas han cambiado para siempre¡±, concluye la madre.?
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