Una declaraci¨®n resbaladiza y llena de inc¨®gnitas

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lleva varios d¨ªas preparando con sus asesores la que quiz¨¢ sea la cita m¨¢s resbaladiza, desde el punto de vista pol¨ªtico, de sus dos mandatos: la declaraci¨®n, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, como testigo en el juicio del caso G¨¹rtel, la trama de corrupci¨®n cuyas oleadas llevan sacudiendo al PP desde febrero de 2009. La sesi¨®n 101 de la vista oral, que se inici¨® el 4 de octubre, est¨¢ llena de inc¨®gnitas: ?D¨®nde se colocar¨¢ Rajoy en la sala? ?Acudir¨¢ a recibirle el presidente de la Audiencia Nacional? ?Qu¨¦ tipo de preguntas permitir¨¢ el tribunal? ?Se hablar¨¢ de la caja b del PP? ?Del encuentro con el extesorero B¨¢rcenas previo a su despido? ?De los SMS que le envi¨® cuando se descubrieron las cuentas de aquel en Suiza? ?Pedir¨¢n asistir a la sesi¨®n los acusados Francisco Correa, Pablo Crespo y ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, todos ellos en prisi¨®n?...

Por primera vez en democracia, un presidente del Gobierno en ejercicio acude como testigo ¡ªy por lo tanto, con obligaci¨®n de decir la verdad¡ª a un juicio. La acusaci¨®n popular encabezada por la Asociaci¨®n de Abogados Dem¨®cratas por Europa (Adade) logr¨®, el pasado abril y al cuarto intento, la presencia de Rajoy en la vista oral. Y su ¨¦xito fue pleno: pese a los intentos del PP de que declarase por videoconferencia desde La Moncloa, el tribunal, con el voto contrario de su presidente, ?ngel Hurtado, orden¨® que el jefe del Ejecutivo acudiera en persona.

M¨¢s informaci¨®n

La declaraci¨®n de Rajoy en directo

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Rajoy no est¨¢ citado por hechos conocidos en su condici¨®n de presidente del Gobierno ¡ªlo que le habr¨ªa permitido declarar por escrito¡ª sino como antiguo secretario general del PP, lo que, a ojos de la justicia, lo convierte en un ciudadano corriente. Pese a ello, el tribunal ha decidido ¡°preservar¡± en lo posible ¡°su imagen institucional¡±.

Desde los ¡°estrados¡±

Una de las pocas cosas claras de su declaraci¨®n es que ¨¦sta no se realizar¨¢ desde la silla en la que han hablado todos los testigos y los acusados, situada frente a los tres magistrados. El auto de citaci¨®n avanza, sin dar m¨¢s detalles, que Rajoy testificar¨¢ ¡°en estrados¡±. Previsiblemente se situar¨¢ en una silla entre los magistrados y los abogados defensores, aunque este detalle todav¨ªa no ha sido confirmado.

La sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), un b¨²nker de hierro y hormig¨®n situado a 18 kil¨®metros de La Moncloa, ha reforzado estos d¨ªas sus ya f¨¦rreas medidas de seguridad para recibir a Rajoy. La plataforma ¡°Rodea el Congreso¡± ha convocado una concentraci¨®n frente a la sede judicial a las 9.00.

Las comisar¨ªas de Polic¨ªa Nacional de la Audiencia y de Presidencia del Gobierno se han coordinado para blindar el per¨ªmetro del edificio, en un pol¨ªgono industrial en el l¨ªmite con Torrej¨®n de Ardoz, junto a la A-2, y para organizar la entrada los 312 periodistas acreditados de 62 medios nacionales y 21 extranjeros. Las televisiones francesa, alemana y rusa, entre otras, enviar¨¢n equipos a la fortaleza judicial de San Fernando. Hasta 19 unidades m¨®viles de televisi¨®n retransmitir¨¢n en directo la declaraci¨®n, lo que da la medida del inter¨¦s medi¨¢tico que ha suscitado, incluso mayor que la testifical de Cristina de Borb¨®n en el caso N¨®os en Palma.

Durante los ¨²ltimos d¨ªas se ha especulado con que Rajoy sea recibido a su llegada al edificio, tambi¨¦n en atenci¨®n a su posici¨®n institucional, por el presidente de la Audiencia Nacional, Jos¨¦ Ram¨®n Navarro. Sin embargo, esta decisi¨®n todav¨ªa no est¨¢ tomada, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas.

Una vez dentro de la sala, Rajoy se someter¨¢ inicialmente a las preguntas del abogado Jos¨¦ Mariano Ben¨ªtez de Lugo, un veterano letrado progresista que lidera la acusaci¨®n popular de Adade, la ¨²nica que pidi¨® su declaraci¨®n. A continuaci¨®n ceder¨¢ el turno a la fiscal¨ªa, al resto de acusaciones y a las defensas que quieran interrogarle.

Un interrogatorio amplio

Esta pieza del caso G¨¹rtel enjuicia la llamada ?poca I, entre 1999 y 2005. En ella, el PP est¨¢ personado como part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo porque las empresas de Francisco Correa, abonaron 245.492 euros para las campa?as del PP en Pozuelo de Alarc¨®n y Majadahonda (Madrid) en las elecciones municipales de 2003.

Estrictamente, este ser¨ªa el objeto del interrogatorio a Mariano Rajoy. Sin embargo, los elementos aparecidos durante la vista oral ¡ªen especial la confesi¨®n controlada de Correa en octubre¡ª y el antecedente de la declaraci¨®n de los ex secretarios generales Francisco ?lvarez-Cascos, ?ngel Acebes y Javier Arenas, hacen pensar que el presidente del tribunal permitir¨¢ preguntar a Rajoy, siquiera de manera general, sobre otros aspectos que incluso son objeto de otro juicio, como la existencia de una caja b en el PP.

De la manga ancha del presidente del tribunal, ?ngel Hurtado, depender¨¢ que Rajoy tenga que contestar si sab¨ªa que la trama G¨¹rtel organiz¨® el Congreso del PP de Valencia de 2008 cuando, seg¨²n su versi¨®n, ¨¦l hab¨ªa ordenado cuatro a?os antes que el partido dejara de contratar con las empresas de Francisco Correa.

En su declaraci¨®n de octubre, el cerebro confeso de la trama asegur¨® que pasaba m¨¢s tiempo en la sede del PP que en su propia casa y que se reparti¨® mordidas de empresarios con el extesorero del PP Luis B¨¢rcenas a cambio de mediar en contratos de los ministerio de Medio Ambiente y Fomento durante los a?os de Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Un empresario, Alfonso Garc¨ªa Pozuelo, de Constructora Hisp¨¢nica, tambi¨¦n ha reconocido que ¨¦l dio dinero para ¡°organismos centrales¡±. Algunas de las preguntas m¨¢s comprometidas pueden ir por esa v¨ªa. Si el juez Hurtado las autoriza, algo que todav¨ªa es una inc¨®gnita.