Vuelve la esperanza tras una semana de humo y ¡°confinamiento¡±

La alcaldesa Lola Serrano agarra el micr¨®fono y se planta ante un grupo de 30 personas que acaba de cenar este martes en el sal¨®n de actos del Ayuntamiento de Molinicos. ¡°Ma?ana, a las ocho en punto, estad listos. Algunos volv¨¦is a casa¡±, sentencia la regidora de este peque?o pueblo albacete?o, de apenas 900 habitantes, incrustado en la ladera de una monta?a, donde se dibujan las estrechas y tortuosas calles en las que desembarcaron hace siete d¨ªas casi un centenar de vecinos de las pedan¨ªas cercanas afectadas por el incendio de Yeste (Albacete), que ha arrasado 3.200 hect¨¢reas y que este martes estaba perimetrado casi en su totalidad. Muchos de los evacuados, que se encontraban de vacaciones en las aldeas, han preferido volver ya a sus ciudades de origen. Pero otros aguardan aqu¨ª, en esta localidad donde una enorme pintada recuerda que se rod¨® parte de Amanece que no es poco, a que las autoridades les dejen regresar a las zonas desalojados. Este mi¨¦rcoles, a primera hora, lo han hecho los primeros: los residentes de Los Mesones. Majadacarrasca, Cortijo del Collado y Moropeche.

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El incendio de Yeste supera las 3.000 hect¨¢reas y seguir¨¢ activo varios d¨ªas

Evacuadas siete pedan¨ªas por el incendio de Yeste (Albacete)

¡°A nosotros nos han dicho que, si todo sigue igual, seguramente podamos volver durante la tarde del mi¨¦rcoles¡±, cuentan Vicenta y Jos¨¦ Luis, un matrimonio de 70 a?os de Torre-Pedro. El pasado jueves los sacaron de casa a toda prisa. ¡°Por la ma?ana vimos una peque?a columna de humo a unos ocho kil¨®metros. Pero el incendio se extendi¨®. Y por la tarde irrumpi¨® la Guardia Civil grit¨¢ndonos que sali¨¦ramos r¨¢pido, que ven¨ªa el fuego hacia nosotros¡±, cuenta la mujer, mientras apura los ¨²ltimos minutos en el improvisado comedor montado en el Consistorio. El reloj marca casi las diez de la noche y se preparan para dormir en la vivienda que les ha dejado un vecino de Molinicos: ¡°Aqu¨ª se ha volcado todo el pueblo con los afectados. ?Hasta las llaves nos han dado!¡±, exclama Vicenta.

La pareja decidi¨® no marcharse a Elche ¡ª¡°Donde vivimos todo el a?o, porque a Torre-Pedro venimos en verano¡±¡ª para no abandonar al perro y a los periquitos, a los que dejaron atr¨¢s en la evacuaci¨®n. Como muchos otros vecinos que tuvieron que abandonar a sus animales. ¡°Hemos podido subir en la ma?ana de este martes, escoltados por la Guardia Civil, para dar de comer a las gallinas y a los conejos. Nos han dejado unos minutos y hemos vuelto a Yeste, donde dormimos en una residencia de estudiantes¡±, relatan Vicenta Alarc¨®n y su marido Adelaido, vecinos de Majadacarrasca, de 61 y 65 a?os.

La ¡°angustia¡± de los primeros d¨ªas dej¨® paso este martes a la esperanza. El humo que hab¨ªa inundado la comarca durante las jornadas anteriores se hab¨ªa disipado. ¡°El incedio est¨¢ estabilizado en la zona norte, as¨ª como en la sur, que se est¨¢ enfriando en este momento. Probablemente, entre la noche de este martes y este mi¨¦rcoles podamos tener la zona perimetrada en su totalidad¡±, anunciaba por la tarde el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha. Y el Gobierno regional lanzaba otro mensaje pocos minutos despu¨¦s: ¡°Se levanta el confinamiento de Molinicos. Agradecemos a todos los vecinos su comprensi¨®n y paciencia¡±.

El pasado domingo, el Gobierno regional decid¨ªa decretar el ¡°confinamiento¡± del pueblo regido por Lola Serrano. ¡°Ante las posibles afecciones por inhalaci¨®n de humo¡±, subray¨® entonces la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, que traslad¨® a los vecinos una ¡°serie de recomendaciones¡±: no salir de casa; cerrar las puertas, ventanas y toda la ventilaci¨®n de las viviendas, incluidos los aires acondicionados y chimeneas; y tapar los dep¨®sitos de agua y cisternas que se encontraran en el exterior. ¡°Todos entendieron la situaci¨®n y, en cuanto se les comunic¨®, se marcharon a sus casas¡±, subraya Javier Goz¨¢lbez, teniente de alcalde. ¡°Realmente, fue por precauci¨®n. Porque, aunque es cierto que ol¨ªa a madera quemada, el humo no lleg¨® con intensidad hasta aqu¨ª¡±, concluye Antonio Fern¨¢ndez, de 66 a?os, mientras cuenta las horas para regresar a Torre-Pedro. Lleva ya toda una semana fuera.